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Cultură

Esta mujer ha hecho una exposición con fotos de penes que le han enviado por las redes sociales

Whitney Bell ha recuperado las fotos de penes que le han enviado sin pedirlas para concienciar sobre el acoso que sufren las mujeres.

Whitney Bell con su muro de penes. Fotografía por Ben Karris

Ah, la foto de polla no solicitada. La tecnología ha facilitado en gran medida la aparición inusitada de penes en los teléfonos de las mujeres mientras viajan en tren o vuelven a casa andando después de un duro día de trabajo. Es un fenómeno relativamente reciente, porque a ver quién era el listo que se atrevía a llevar a revelar un carrete lleno de fotos de pollas antes de la era digital. Ahora que todo hijo de vecino tiene un móvil con cámara, las fotos de miembros masculinos proliferan muy a pesar de la gran mayoría de mujeres.

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Whitney Bell es una de esas mujeres. El fin de semana pasado, inauguró su exposición artística I Didn't Ask For This: A Lifetime of Dick Pics, con la que quiso compartir con el público todas las fotos de pollas que, pese a no haberlas pedido, ha recibido a lo largo de su vida.

Al entrar en el recinto, vi que había obras de 30 autores distintos enmarcadas colgando de las paredes, como en cualquier galería de arte. Cruzando otra puerta, me encontré en un espacio en el que Bell había recreado su hogar. De las paredes colgaban unas doscientas fotos de pollas. Bell dijo que había escogido presentarlas de esta forma para poner de manifiesto lo invasivas que resultaban, para hacer entender al espectador que ni siquiera en la intimidad de su hogar se siente segura.

Nos sentamos en el sofá de su fingido salón para charlar sobre todo lo bueno, lo malo y lo feo de las pollas.

Foto por Ben Karris

VICE: Bueno, cuéntame cómo empezó todo.

Whitney Bell: Pues la cosa empezó cuando un tío con el que me veía me envió una foto en la que aparecía la sombra de una polla. Se lo enseñé a una amiga, quien me dijo que la foto era tan bonita que debería estar en un museo. Entonces se me ocurrió montar una galería de pollas.

Un momento: ¿me estás diciendo que todo se originó por una foto de polla que realmente te gustaba?

¡Sí! Con esto no pretendo lanzar un mensaje de odio hacia las pollas o a los hombres. A mí me gusta una buena polla; lo que no me gusta es el acoso, que es lo que pretendo transmitir con esto. Yo no he pedido que me mandaran ninguna de estas fotos. He pedido fotos de pollas, pero no me interesa ver la de un tipo al que no he visto en mi vida o de alguien con quien he estado una vez.

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¿Cómo has obtenido las fotos?

La mayoría son fotos que me han enviado a mí o a otras mujeres sin que las pidiéramos. Contacté con mujeres que conozco y organizaciones feministas y estuve un tiempo en Chatroulette y Reddit hablando con los dueños de esas pollas. En Reddit hablaba con ellos para intentar entender por qué lo hacían, comprender la psicología detrás de estas fotos. Pero una vez abiertas las puertas de esa conversación, muchos de los tipos se limitaban a enviar las fotos, sin más. Y en Chatroulette, las pollas ya estaban allí directamente. En cualquier caso, todas las fotos de la exposición fueron enviadas sin haberlas pedido.

La recreación del salón de Whitney Bell. Foto por Michael Mendoza para Rony's Photobooth

¿Por qué lo hacen? ¿Has encontrado cosas que te han sorprendido?

La verdad es que fue tal como me lo esperaba. Todo acoso. Ya no es un tema de sexo, sino de poder. Estos tíos quieren ejercer el control, se masturban pensando que han obligado a una mujer a ver sus pollas. Saben perfectamente que ninguna de ellas les va a decir: "Salgamos juntos, quiero conocerte".

Es como soltarle un piropo a una mujer desde un coche. Lo haces porque puedes y porque el mundo te ha enseñado que está bien.

Casi se espera que actúen así.

Sí, y eso as algo que me gustaría que el feminismo lograra cambiar. Mucha gente ve el feminismo como algo muy agresivo cuando en realidad lo que busca es la igualdad. Igualdad entre hombres y mujeres. Ese concepto de que los hombres no son capaces de controlarse y evitar acosar a las mujeres no está bien, y es precisamente el feminismo el que defiende que eso no es así, que los hombres valen más que eso. Eso es lo que pretendo demostrar.

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¿Alguna vez te has encontrado con algún tío que se defendiera diciendo que a él también le han enviado fotos, no sé, de tetas sin que las hubiera pedido?

Ahí está la cosa: cuando el chico con el que estoy saliendo me envía una foto de polla, generalmente también me enseña parte del cuerpo, no es solo un primer plano de su trasto. En cambio, cuando las mujeres envían fotos sexis, no son solo un primer plano de unos labios vaginales. A nadie le interesa eso y ahí radica la diferencia. Estas fotos solo se centran en el pene y eso es un gesto agresivo. Tampoco estoy diciendo que una mujer no pueda acosar sexualmente a un hombre…

Pero es distinto.

Sí, es distinto. Lo malo es cuando se hace sin que te lo pidan y para ejercer el control. Eso es acoso.

Cita de Simone Fiasco

¿Cuántas fotos de pollas no solicitadas crees que tienes?

Hace cuatro años, me gastaron una broma de los más tonta y, durante varios meses, no paraban de enviarme fotos de pollas desde direcciones de email privadas. Pensaba que me había entrado algún virus raro o algo. Después de cuatro meses, un día estaba en San Francisco visitando a una amiga, que me preguntó si había estado recibiendo emails raros. "Pues sí; ahora que lo mencionas, sí", le dije. Entonces me contó que, cada vez que un tío le pedía que le enviara una foto por OKCupid, ella le respondía, "Foto por foto", y les enviaba mi dirección de correo. Creo que aquella broma suscitó mi odio hacia las fotos de pollas. Ya no guardo ninguna de aquellas fotos, porque borraba los mensajes en cuanto llegaban.

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A mí me gusta una buena polla; lo que no me gusta es el acoso

Hay muchas pollas interesantes expuestas aquí. ¿Crees que sus dueños consideran que las fotos son buenas? ¿Qué está pasando en esta, por ejemplo?

Creo que está estrangulando el pene con el pulgar. Mi amiga decía que esa parece una bola de masa con tupé. Esta otra me la mandaron desde un perfil de Instagram, con lo que podía acceder a él y conocer la vida de este hombre: su mujer, sus hijos… De hecho, en la foto hasta aparecía su cara, pero la tuve que quitar para exhibirla.

¡Increíble! No hay duda de que gracias a internet ahora es más fácil mandar fotos de pollas, pero ¿crees que hay algún otro factor que haya propiciado este auge?

Sí, el anonimato que proporciona la tecnología. Aunque sea una falsa sensación, pero es más anónimo que hacer exhibicionismo en el metro. Los tíos que nunca harían eso ahora pueden enseñar el tema desde la seguridad de sus teléfonos u ordenadores.

Lo hacen porque pueden, no hay más. Son hombres a los que nunca nadie les ha dicho que su comportamiento se considera acoso, que creen que no hay consecuencias por sus actos. Pero yo creo que deben rendir cuentas.

¿Una forma sería poniéndolos en ridículo, quizá?

Exacto. Es lo que intento, ridiculizarlos. Internet puede sacar lo peor de la gente. Muchos tíos no se paran a pensar lo que hacen porque nadie les ha dicho que no pueden actuar de esa forma, y esto no solo se aplica a fotos de pollas. A las mujeres se nos enseña a protegernos y a evitar cosas, mientras que a los hombres no se les inculca el concepto de consentimiento.

¿Qué aconsejarías a una mujer que hiciera si recibe una foto de polla que no ha pedido?

Que le envíe al tipo otra foto de una polla más bonita.

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Traducción por Mario Abad.