Erika Lust: Tenía que ganarme la vida y casi todos mis amigos estaban involucrados en el mundo del cine o de la televisión, así que empecé con ellos haciendo las cosas más básicas como hacer de mensajera, recoger a gente en el aeropuerto, etc. Hice eso durante unos años y luego empecé a avanzar y a trabajar como ayudante de producción. Nunca me propuse hacer películas, simplemente pasó. Siempre me había gustado el cine y el teatro. Mi hermana era bailarina de ballet cuando era pequeña, así que a mí me encantaba todo ese mundillo, era mi gran pasión, pero me sentía un poco perdida y no sabía por donde tirar. Una de mis otras pasiones era el feminismo, y también la sexualidad, así que combiné todas esas cosas y decidí hacer películas explícitas. Películas porno, pero desde mi punto de vista, porno para mujeres. La mayoría de películas porno son bastante asquerosillas.
¡Exacto! Cuando empecé a educarme en el porno, porque eso es lo que es, educación, tuve el típico novio que se presentaba con DVDs y me decía “¡hagamos esto!” y yo siempre sentía que mi cuerpo reaccionaba a esas imágenes pero en realidad no me gustaban ni un pelo. Había una gran discrepancia entre lo que yo sentía físicamente y lo que sentía emocional e intelectualmente. ¿Por qué crees que la mayoría de películas porno son tan desagradables?
Creo que la industria del porno está completamente dominada por los hombres, y no cualquier tipo de hombres. El porno empezó en los sesenta y setenta como algo progresivo. Era la reacción a una sociedad conservadora donde la sexualidad tenía que pasar desapercibida. Los primeros pornógrafos eran visionarios. Luego, en los ochenta llegó la tecnología y eso lo destruyó todo. De repente había una cámara en cada casa, y como no eran muy caras, cualquiera podía comprarse una, así que un montón de hombres dueños de clubs de strip-tease se compraron una cámara y la usaron para ganar MÁS dinero, así que las películas cada vez eran más y más asquerosas. Nunca se trató de la sexualidad, y mucho menos de la sexualidad femenina, porque las mujeres eran simplemente objetos sexuales.
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Nunca se sabe, puesto que la sociedad tiene tendencia a abrirse y cerrarse de golpe otra vez. Pero tengo la impresión de que ya vamos dos pasos por delante, como si se tratase de un grupo de gente intelectual y receptivo que empieza a aceptar la pornografía como algo bueno, algo que puede formar parte de la sexualidad de un modo mucho más natural, pero eso aún no ha llegado a las masas. Cuando haces una película, ¿de qué os ocupáis vosotros? ¿Montar los escenarios, el casting, todo?
Todo. Yo soy la jefa. [ríe]. Mis películas tienen un pasado y un futuro. En realidad estoy contando quiénes son esta gente y por qué sienten lo que sienten los unos por los otros. En la mayoría de películas porno “hay un sofá” y todo empieza ahí. No sé si les pasa a todas las mujeres en general, quiero decir, todos somos diferentes en lo que respecta al sexo, pero a mí me es difícil ponerme cachonda cuando no entiendo lo que está pasando. Pero yo me involucro en absolutamente todo. Pienso en qué tipo de historia quiero contar, escribo el guión, hago el casting, todo. Para mí, hacer una película es como estar embarazada. Tardo un período de nueve meses en hacer el tipo de película que quiero hacer. Explícame un poco cómo son los castings.
Siempre intento sacar el porno de dentro de los actores que saco en mis películas, porque es algo totalmente diferente. Si ya han trabajado en el mundo del porno, entonces posan. Les tengo que pedir que follen como lo harían en la vida real, porque no todas las estrellas del porno follan como lo hacen en las películas. El porno es algo extraño donde hay que apartar a la gente para ver lo que hay en el fondo. En la vida real eso no te satisfaría porque la satisfacción se consigue con la intimidad y sintiendo la piel de la otra persona. Así que en mis películas intento que practiquen el sexo como gente real y normal, y mi trabajo es encontrar los diferentes ángulos. Lo que más me gustó de Cabaret Desire fue que la película tenía un diálogo real, y todos eran atractivos.
¡Claro! La movida es que en mis películas muestro a gente que me parece atractiva, porque yo necesito sentirme atraída al verlos en esas historias, pero no atractivos de un modo falso. Me encanta la estética, las cosas bonitas, y es eso lo que quiero mostrar. La mayoría de la gente, a menos que lo estés viendo en un festival o algo así, solo ve una película porno unos cinco minutos. ¿Dividiste Cabaret Desire en segmentos por esa misma razón?
Sí. Cuando buscas el subidón que te da una peli porno, normalmente lo sientes en menos de 20 minutos. Creo que es bastante complicado hacer una película de una hora y media que simplemente sigue y sigue y sigue todo el rato. Suelo ver mucho cine independiente y mainstream y muchas veces pienso que son películas demasiado largas. No sé si es porque la sociedad empezó a ir cada vez más rápido y ya no tenemos tiempo para nada, pero creo que son películas del estilo Misión Imposible, que siguen y siguen y siguen. Así que creo que en lo que a las películas se refiere, debemos replantearnos los formatos. Cuéntame algo sobre el premio por el cual has venido aquí.
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Es importante porque forma parte de la sociedad. Aunque la gente no quiera creerlo, ¡es así! Del mismo modo que la publicidad también forma parte de la cultura solo porque esta ahí y nos afecta. Es especialmente importante para los jóvenes que no tienen una educación sexual. Les enseñamos las cosas básicas, como que si practicas sexo te puedes quedar embarazada o puedes contraer alguna enfermedad de transmisión sexual, pero no les enseñamos CÓMO practicar el sexo. Nadie nos puede enseñar ese tipo de cosas, así que cuando todavía eres una cría y te parece que sientes algo, que quieres hacer algo pero no tienes ni idea de cómo hacerlo, te conectas a internet o te alquilas una peli. Empiezas a buscar pornografía. ¿Y qué aprenden cuando ven pornografía? Pues aprenden un montón de cosas sobre el porno, pero nada sobre la sexualidad. Adquieren esa mala concepción sobre cómo funciona el sexo. En lugar de descubrirlo por ellas mismas, simplemente reproducen lo que han visto en el porno. ¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?
Cabaret Desire salió en noviembre, así que aún la estoy promocionando. Creo que es mi mejor película y realmente me gusta sentir que empiezo a tener el control de las cosas y que consigo transmitir mi visión. Mi objetivo ahora mismo es promocionarla. Hacer que la gente la vea. ¿Cómo eliminas los ruidos o las ventosidades y ese tipo de cosas?
[ríe]. No intento eliminar eso. Intento que también salga. Todo. Quiero que sea lo más natural posible.Más sobre Erika y Lust Films AQUÍ.Fotos de Maxwell Lander@WolfieVibes