La línea costera de Polonia se extiende unos 500 km. En ella se encuentran varias playas de arena, algunos acantilados y unos cuantos pueblos ahora habitados, sobre todo, por pescadores deprimidos.En Polonia se pusieron bastante contentos cuando les dejaron entrar en la Unión Europea, pero desde que ingresaron en ese club de los chicos grandes, el bienestar de las familias pescadoras se ha ido progresivamente al carajo. Muchas se ven obligadas a vender sus barcas y abrir nuevos negocios, o irse a buscar trabajo en otro sitio; esto significa que los únicos que quedan en los pueblos son pescadores en la indigencia, sin barcas.
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¿Y qué es un pescador sin un barco? Solo un tío triste con una gorra que le recuerda vagamente a algo que le gustaría tener y no puede.El fotógrafo Tomasz Lazar, nacido en Szczecin, un pueblo a 100 km del mar Báltico, nos ha enviado una serie de fotos.Normalmente no nos interesan las “artísticas” fotos lúgubres en blanco y negro, pero venga; esto es Europa del Este, y allí la gente nace viendo en blanco y negro.
