La semana pasada se celebró otro año más la tradicional Feria de Abril de Sevilla, en la que se rendía homenaje al 25 aniversario de la Expo del 92.Además de recordar a Curro, la feria fue más larga que las ediciones anteriores porque así lo pidieron los sevillanos en una votación popular. Vamos, más rebujito y turistas. Un caos maravilloso.Días antes del encendido de la portada con el que se inicia la gran fiesta, un amigo me comentó lo interesante que sería retratar la escena que se monta en la zona donde están situadas las atracciones o "cacharritos", la llamada calle del infierno. Y así fue como observé una situación de lo más peculiar.
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Lejos de las más de mil casetas de baile, en esta zona recreativa se juntan toda clase de personas: familias que llevan a los niños a las atracciones, vendedores ambulantes de manzanilla que están pendientes de la policía, padres aburridos, carteristas o gente bastante ebria. Bienvenidos al infierno.
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