Sofar Sounds, adivina quién viene a tocar esta noche

FYI.

This story is over 5 years old.

Noisey

Sofar Sounds, adivina quién viene a tocar esta noche

Conciertos secretos de pequeño formato en espacios pocos usuales, respetando a los artistas en todo momento.

Arriba: Museless. Todas las fotos de Carlota Figueras

Mazda logo

Si eres un melómano de pro y vives en Barcelona, seguro que alguna vez has pasado por un evento de Sofar Sounds. Llegaron a la Ciudad Condal en 2013, pero la iniciativa nació en Londres hace siete años, cuando sus creadores, algo hartos de ir a conciertos donde la gente hacía de todo menos prestar atención a los grupos, decidieron poner en marcha una serie de shows donde lo que más importara fuera la música. Sí, la esencia de Sofar Sounds es la de organizar conciertos secretos de pequeño formato en espacios pocos usuales que irradien encanto donde la gente está sentada en el suelo y en silencio, respetando a los artistas en todo momento. Ese contacto íntimo en tiempos de directos en grandes recintos y festivales, ofrece la posibilidad de una interacción cercana entre banda y público que convierte en algo especial la experiencia. De hecho, todos los grupos que pasan por el Sofar Sounds preparan sus actuaciones con mimo, cambian el formato, adaptan sus canciones y puesta en escena. Algo que da un valor añadido a su show. Otro elemento que da un carácter diferente al Sofar es el hecho de que el nombre de los grupos solo se conoce minutos antes del evento. Esa cita a ciegas musical es todo un reto a aplaudir. La gente que acude tras haberse apuntado en la web de Sofar Sounds no sabe que es lo que va a ver y eso requiere una abertura de miras y una falta de prejuicios sanísima. Vamos, unas ganas de descubrir nuevas propuestas y salir de la zona de confort que dicta nuestra tiranía de los gustos. Es más, ese secretismo y sorpresa también es un acicate para los grupos, que deben mostrar valentía a la hora de enfrentarse en frío a un público que, a diferencia de sus conciertos habituales donde acuden sus fans, no ha venido a ver una banda en concreto a la que adoran de antemano. Y eso nos lleva a hablar del sistema de elección de los nombres que pasan por el Sofar. Según una de sus cabezas visibles, Roberto Esposito, "el criterio principal que seguimos para escoger a los grupos es que hagan música de calidad. Da igual que sean conocidos o no, en Sofar queremos premiar la experiencia musical en sí y dar la posibilidad a los grupos de ser conocidos y escuchados" . Y añade. "Contamos con un 'Listening Team' que se encarga de escuchar todas las propuestas que nos llegan a través de nuestra página web. Cada miembro de este equipo da su punto de vista y esto nos permite ser imparciales a la hora de escoger a los grupos y que haya variedad de géneros/estilos musicales. La búsqueda también la hacemos nosotros de forma proactiva: intentamos estar al tanto de las tendencias musicales y seleccionar a los grupos que más despuntan" . Eso es algo que se pudo comprobar en la última cita del Sofar que despedía este 2016. Una noche que llevó al Mazda Space, justo en el corazón del Born, a tres artistas bien diferentes entre sí pero de calidad absolutamente contrastada: Museless, Barbott y Ramon Mirabet.

Publicidad

Museless abrió la noche en el Mazda Space (un enclave más grande de lo habitual y de buena acústica que permitió que mucha más gente se acercara al último Sofar del año). Un ejemplo claro de artista emergente a seguir de cerca, que ofreció un ración de synth pop cercana a los grupos del sello Italians Do It Better y maravillas como Chairlift, apoyada en unas fantásticas proyecciones que eran manipuladas en directo por el artista visual Enric Sant. Laura Llopart, alma mater de Muselees, comparte con Noisey cómo vivió la experiencia Sofar. "La verdad es que al salir al escenario me sorprendió ver a 300 personas sentadas en el suelo, pero me sentí aclimatada con un público que no sabe a quién va a ver. Hasta la fecha esto es lo que estoy viviendo prácticamente en cada concierto. Aunque esté acostumbrada a ser una anónima en el escenario, tengo que decir que me impresionó la actitud del público. El silencio, la atención, la contemplación, la predisposición que mostraron me hizo, en algún momento, dudar de si estaba dando un concierto para más de 300 personas. Incluso me sentí de algún modo violenta o confusa. Es aquello de cuando la mente te avisa que algo no es como siempre y te activa las alertas. Sí, toda una odisea de emociones viví durante mi actuación, aunque a lo mejor no se notó" . Sigue. "Adaptamos el formato del espectáculo. Normalmente Enric Sant se trae superficies para las proyecciones, sus propios proyectores y se esconde del público. La noche de Sofar contamos con una pantalla alucinante. No toqué entre tinieblas (como normalmente), incluso tuve problemas para ver las luces de mis controladores MIDI. ¡Cuánta luz! Enric se estrenó en el escenario por primera vez, y fue magnífico, acompañada por un artistazo, ¡quiero repetir!" .

Barbott fueron los segundos en aparecer, y entre bastidores y minutos antes de salir a escena, tuvieron tiempo de explicarnos los detalles de cómo se habían planteado el concierto. Decidieron cambiar su formato habitual para ir un poco más allá. "Básicamente nos hemos centrado en los teclados para darle un toque bien retro. La guitarra principal está llena de reverb, retocada para que parezca que no lo es. Y hemos sustituido la batería por un pad con cuatro placas y le daremos fuerte con ello. En este concierto hemos intentando cumplir un sueño que hace tiempo que tenemos: acercarnos lo máximo posible a la música electrónica" . Este quinteto catalán de pop electrónico aporta frescura al género, y su pase por el Mazda Space dejó claro que tiene madera para llegar a un público mayor. Irradia ese descaro y a la vez amateurismo juveniles de un grupo que aún está creciendo y que no tiene miedo a probar cosas nuevas.

Ramón Mirabet.

El honor de cerrar la noche cayó en Ramón Mirabet, uno de los cantautores barceloneses con más proyección del momento. Un artista que ha optado por la autogestión para llegar al éxito, un camino que cada vez siguen más creadores en diferentes disciplinas artísticas. En el meet and greet previo al concierto con la prensa Mirabet avanzó por donde irían los tiros de su actuación, "haremos algo más desnudo y vacío. Es divertido desnudar los elementos y encontrar la esencia de la canción" . Y eso es justamente lo que hizo con su banda. Ante un público entregado, el músico de Sant Feliu de Llobregat, acompañado de su guitarra, tres músicos más y una corista, ofreció un show enérgico en el que prescindió del micro para cantar a pelo sus repertorio de pop amable en inglés. Una muestra perfecta de ese concierto diferente que se espera de un artista que pasa por el Sofar. El arrojo de Mirabet, la buena acústica del espacio, y las 300 personas que arropaban sus canciones, ayudaron a poner el broche de oro al Sofar Sounds que decía adiós al 2016 en colaboración con Mazda. En 2017 más y mejor.