Futbol en el paraíso: Islandia y el más hermoso estadio en un volcán

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No hay muchos estadios en el mundo que tengan el mismo encanto que Hasteinsvollur, que literalmente, está sobre un volcán.

El archipiélado Vestmannaeyjar está compuesto por 15 islas en un sistema volcánico al sur de Islandira, que consiste de entre 70 y 80 volcanes, lo mismo enciba que abajo del mar. Heimaey es la única isla habitada y es hogar del equipo IBV Vestmannaeyjar. En el poblado viven poco más de 4,000 personas.

La isla obtuvo atención internacional en 1973 con la erupción del volcán Eldfell, que destruyó muchas casas y forzó la evacuación de toda la población. Solo unos pocos bomberos se quedaron, luchando por salvar la bahía al redirigir el flujo de lava.

El club existe desde 1903, originalmente llamándose KV antes de adoptar el nombre IBV (Ithrottabandalag Vestmannaeyjar). Han ganado el título de Islandia en tres ocasiones -1979, 1997 y 1998- y la Copa de Islandia en otras cuatro ocasiones. Su último éxito vino en 1998 durante los días de gloria del club.

A los equipos, tanto femenil como varonil, les rompieron el corazón casi al mismo tiempo en 2016 cuando ambos llegaron a la final de sus respectivas copas, jugando con 24 horas de diferencia. Las mujeres cayeron 3 a 1 frente a un fuerte equipo de Breidablik, mientras que los varones sufrieron una derrota 2 a 0 frente al Valur en el estadio nacional de Reikiavik. El partido se jugó frente a una asistencia de 3,511 personas, y muchos aficionados viajaron desde Heimaey esperando ver que el equipo levanta su primer trofeo en 18 años. Fue un regreso largo y decepcionante a la isla.

Hay un gran contingente de extranjeros representando al equipo, con jugadores de El Salvador y Kosovo en el equipo; es entendible que sea tan difícil para el club desarrollar talento local debido a la poca población de la isla. Sin embargo, el IBV ha producido algunos de los más grandes nombres en el futbol islandés, incluyendo jugadores como Asgeir Sigurvinsson, que jugó en el Stuttgart de Alemania, y Gudmundur Torfason, que tuvo una carrera decente en Escocia.

El líder goleador histórico en el futbol islandés, Tryggvi Gudmundsson, comenzó su carrera en el IBV y regresó dos veces a jugar con el equipo de su ciudad natal. Hermann Hreidarsson levantó la FA Cup con el Portsmouth, y también ha sido parte del excelente sistema de desarrollo en la isla. El actual entrenador de Islandia, Heimir Hallgrimsson, jugó y dirigió al IBV y fue el dentista de la isla antes de tomar el empleo de entrenador nacional de tiempo completo. Sigue ayudando en su consultorio dental, y de vez en cuando ha tenido que echar mano de su conocimiento como dentista, como cuando estaba viendo un partido femenil entre el IBV y el Fylkir cuando una de las jugadoras tuvo que recibir tratamiento luego de que un choque la dejara con un diente lastimado.

¿Cómo puede una isla tan pequeña y remota producir tantos buenos jugadores? No conozco la respuesta, pero quizás es porque no hay mucho que hacer en el epuelo, lo que hace que los jóvenes jueguen futbol todo el día.

En la actualidad, el club tiene entrenadores calificados y el entrenamiento está bien estructurado. El IBV tiene excelentes instalaciones techadas; y todos los nombres mencionados anteriormente son de una generación que solo tenían la escuela para entrenar durante las duras tormentas invernales que afectan la isla.

El club ha tenido pasos erráticos en las temporadas recientes, de haber tenido rachas invictas ha pasado a otras fases en las que ha batallado hasta para sacar un punto. Mientras que los cuatro o cinco equipos grandes tienen presupuestos amplios para gastar en jugadores, el IBV tendrá que luchar en los próximos años. Su objetivo en el futuro es jugar la Europa League, lo que daría ingresos adicionales al club. De hecho, no son desconocidos en la escena europea donde han jugado 44 partidos en todas las competiciones, ganando en siete ocasiones y empatando nueve.

El apetito por el futbol en la comunidad se ve en los meses de verano, cuando los jóvenes entrenan en las canchas afuera del estadio. Los jugadores del primer equipo usualmente dirigen las sesiones de los niños, pues muchos de ellos tienen licencia UEFA B de entrenadores.

En los días de partido, toda la comunidad se une para vender refrigerios. Realmente se siente a millones de millas del glamour de la Liga Premier o de las grandes ligas europeas. El pueblo es un pequeño paraíso para la pesca y un importante destino turístico. La gente llega a la isla de todas partes del mundo para visitar este pequeño lugar mágico y ver qué tiene para ofrecer.

El estadio está construido en un gran valle custodiado por dos enormes columnas formadas por lava que dominan ambos costados. En este lugar ves el futbol enmarcado en un paisaje sobrecogedor en uno de los más encantadores campos en el mundo.