Screengrab via YouTube.
El comercial insensible despliega la parodia de una protesta llena de millennials atractivos, mostrando carteles sin sentido, mientras se reúnen para algún propósito desconocido, aunque dada la variedad multicultural casi dolorosa de los actores, no queda más que preguntarse: ¿Es una marcha por los derechos de los negros? ¿Una protesta anti-Trump? ¿Una manifestación a favor de los derecho de la mujer?
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Las compañías de refresco han incluido la resistencia a los impuestos como parte esencial de su agenda empresarial desde hace tiempo; y es comprensible: los impuestos disminuirán sus ganancias, por supuesto. El problema es que los activistas afirman que sus métodos son dudosos. La evidencia sugiere que las compañías de refrescos están detrás de algunos grupos de protesta que en su mayoría han creado las mismas compañías. Dicho de otra forma, la industria refresquera ha orquestado protestas contra los impuestos al refresco que parecen producto de la comunidad, pero no lo son.Ingenioso, ¿no es cierto?Ejemplo número uno: en 2014, The Coalition for an Affordable City parecía ser un grupo comunitario que estaba en contra de los impuestos sobre el refresco en San Francisco. El grupo gastó más de $9 millones de dólares para impedir un solo proyecto durante una votación local. Pero, ¿adivina qué? "The Coalition for an Affordable City es un grupo falso de la American Beverage Association, fundada por Coca-Cola y Pepsi, Dr. Pepper, Red Bull y Sunny D", reveló Scott Weiner, supervisor de San Francisco. El grupo, el cual admitió abiertamente que recibía financiamiento de la American Beverage Association, contrató a gente a través de Craigslist para que sostuvieran pancartas a $13 dólares la hora. Le ofrecieron el empleo a un productor de ABC News que investigaba el asunto.LEER MÁS: Una nueva demanda compara los refrescos con el tabaco
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Tanto Pfister como Ruskin afirman que las compañías refresqueras financian la American Beverage Association, la cual a su vez financia grupos de protesta local. En palabras de Ruskin, "Lo hacen así, porque nadie va a creer lo que Coca o Pepsi digan sobre los impuestos a los refrescos. Tiene que parecer que no están solos, por tanto la forma en la que se hacen eco es comprando el eco".La conclusión es que el comercial de Pepsi con Kendall Jenner parece no ser tan equívoco del todo. En lugar de mostrar un mundo fantasioso en el que el refresco puede generar paz en conflictos sociales, el comercial de hecho sugiere una realidad escondida: un mundo en el que la industria del refresco financia grupos de protesta falsos para lograr sus propios intereses.LEER MÁS: "Chinga tu pelo": la cerveza que protesta contra Donald Trump
Nota del editor: Según The Santa Fe New Mexican, Johnson admitió haber realizado trabajos para Coca Cola en el pasado cuando era dueño de una compañía mediática, pero, hasta esta semana, sigue negando que Smart Progress New Mexico reciba dinero de Coca Cola o cualquier otra gran empresa refresquera. Mientras tanto, la oficina del fiscal en Santa Fe ha determinado que Smart Progress New Mexico es un "grupo de gastos independientes" y por lo tanto debe registrar una declaración de financiamiento de campaña ante la ciudad. Hasta ahora, la organización no lo ha hecho.