El chef Diego Hernández Baquedano conoce de frescura. En su restaurante Corazón de Tierra, en Ensenada, México, el jardín es la base de su comida. En palabras de Baquedano: "La inmediatez, la frescura y la calidad de los productos son verdaderos lujos". Ensenada, explica Baquedano, es el lugar perfecto para cultivar esos "lujos": ubicado en Baja California, está repleto de suelo fértil que le permite al chef cosechar sus propios productos y dirigir un restaurante casi completamente sustentable.
La tierra es solo la mitad de la historia en Baja California. La estrecha península está rodeada por el Océano Pacífico por un lado y por el Mar de Cortés por el otro. Su posición estratégica les ofrece una gran cantidad de pescado y mariscos. "Aquí, se come el mar", dice Baquedano.
Definitivamente podemos entender eso, pero aún más en el caso particular de los ostiones preparados con fuego. Tienen la frescura marítima y el humo les agrega una capa extra de sabor y más si se acompañan con queso ranchero. Como si esto no fuera suficientemente bueno, el platillo lleva trocitos dorados de tocino y acelga fresca.
El paraíso de la Baja a veces puede parecer muy lejano. Aunque siempre puedes fingir que estás en la tierra prometida abriendo una cerveza muy helada, ahumando unos ostiones y acompañándolos con queso y tocino. No estás en la playa de Balandra, pero trata de engañarte y siéntete como un dios comiendo este manjar.
Esta historia fue publicada originalmente en abril de 20015.