‘Me acosté con mi tío’: ¿qué es lo peor que has hecho después de cortar con tu pareja?
Ilustración por Julio Derbez

FYI.

This story is over 5 years old.

Relaciones

‘Me acosté con mi tío’: ¿qué es lo peor que has hecho después de cortar con tu pareja?

‘Es lo más traumático y horrible que hecho en mi vida, me marcó mucho y aún sufro por eso’.
JD
ilustración de Julio Derbez

Este artículo fue editado el 28 de julio de 2017 porque uno de los testimonios era discriminatorio.

El despecho es bastante jodido. La mayoría de las veces es responsable de que cometamos algún tipo de imprudencia o locura, ya que nubla nuestro juicio y nos lleva a lugares oscuros que normalmente jamás visitaríamos con la cabeza clara.

Lo único positivo de caer en ese abismo es que en algún momento vamos a salir —tarde o temprano—, y probablemente terminemos riéndonos de cómo nos sentíamos entonces.

Publicidad

Recuerdo que justo después de terminar con mi primera novia, estuve resentido y sin ganas de salir, dejaba de comer y me sumergía en cualquier disco que me hiciera sentir mucho mejor. Pasé por todas las etapas: negación, aceptación y obviamente acosar a mi ex por todas sus redes sociales y tratar de descifrar algún mensaje "oculto" en sus tuits, estados de Facebook o comentarios de fotos de Instagram. Todo esto, para al final darme cuenta que ese tuit en realidad era una simple canción que le gustó y quiso compartir, y no una indirecta para mí. Sí. Acosar mola.

Ahora, hay cosas que lamentablemente aún no me siento lo suficientemente valiente para contar. Quizás con diez cervezas y tres chupitos encima podría, pero también tengo miedo a que me juzguen y piensen que estoy loco de remate.

Hablamos con algunas personas con muchísimo más valor que yo, para que nos explicaran las peores cosas que han hecho después de cortar una relación.

FUI A UN CONCIERTO DE LUIS MIGUEL

Terminé con mi ex y estaba muy mal, lloraba a diario y mis amigos no sabían qué hacer para sacarme de casa. En esa época, Luis Miguel empezaba una gira con varios conciertos en el DF, y mi familia me invitó a ir porque "no había nada mejor para alejar los males que ir a un concierto de Luis Miguel". La cuestión es que a mí no me gustaba mucho Luis Miguel, me pareció siempre música de tías o abuelas, o me recordaba a algún cumpleaños familiar.

Lo peor y mejor que he hecho es asistir a un concierto de Luis Miguel. Probadlo, quita todos los males

Publicidad

Llegó un momento en que ya no aguantaba más seguir llorando y bueno, decidí ir en contra de todos mis principios musicales y acepté la invitación de mi familia. A medio concierto, ya estaba hecha mierda y canté "La bikina" a gritos. Con cada canción sentía que me liberaba un poco de mi tristeza, era casi una solución mágica.

Cuando llegó el momento de "Ahora te puedes marchar", juro que me quedé afónica de la felicidad que sentí cantando. Así que, lo peor y mejor que he hecho es asistir a un concierto de Luis Miguel. Probadlo, quita todos los males.

—Sylvia, 29 años.

ME ACOSTÉ CON MI TÍO

Después de cuatro años terminé con mi primer novio y el despecho estaba asesinándome. Quería hacer desaparecer todo lo que pasaba por mi cabeza y llamé a una amiga. Mi tío me llamó para avisarme de que estaba en la ciudad y que no había nadie en su casa, así que fui con mi amiga. Recuerdo que unas horas después de haber llegado ya estaba muy drogada; había bebido demasiado alcohol y consumido mucha marihuana, MDMA y cocaína. Mi cuerpo no daba para más. Recuerdo estar revolcándome en un sofá de cuero por los efectos de la MDMA. Recuerdo que la textura del sofá era algo sensacional en mi piel. No podía conmigo misma.

Estábamos mi tío, mi amiga y yo en el salón. Empezamos a jugar, nos quitamos la camisa y nos besamos, luego nos quedamos en ropa interior. Me sentí un poco extraña, todo me daba vueltas y cuando caí en la cuenta de lo que estaba sucediendo, mi tío y mi amiga se fueron a follar a la habitación. Al rato, yo también fui y encontré a mi amiga fumándose un cigarrillo, parecía una escena de Pulp Fiction, todo muy trash. Salí del cuarto y luego salió mi tío, nos empezamos a besar y terminamos en la cama. Mi amiga ya se había ido. Estaba muy drogada y me acosté con mi tío (obviamente usamos preservativo).

Publicidad

Me tiene bloqueada de todas las redes sociales, su mujer se lo exigió cuando se enteró que estuvimos de fiesta por la ciudad

Al día siguiente tuve un remordimiento de conciencia horrible, me di cuenta de lo que había hecho y la resaca de todas las drogas y el alcohol que había consumido me hizo sentir muy mal. Recuerdo que justo enfrente había una biblioteca pública, y no sé por qué pero decidí ir, me senté a leer un libro y a coger Wi-Fi.

Mi tío me llamó al rato para llevarnos a mi amiga y a mí al aeropuerto, ya que teníamos un vuelo que coger. Comimos en un restaurante de lujo, tomamos unas copas y luego nos llevó en su coche el aeropuerto. Fueron las horas más incómodas que recuerdo.

Es lo más traumático y horrible que he hecho en mi vida, me marcó mucho y aún sufro por eso. Es el hermano de mi padre, de mi misma sangre, y me ha visto crecer. Me tiene bloqueada de todas las redes sociales, su mujer se lo exigió cuando se enteró que estuvimos de fiesta por la ciudad. Cuando pasó todo esto, él tenía 31 años y yo, 19.

—Anónima, 24 años.

INVENTÉ UN PERFIL DE FACEBOOK PARA TIRARLE LA CAÑA A MI EX

Llevaba meses sospechando que mi ex me estaba poniendo los cuernos. Estaban todos los síntomas: ya casi no me quería ver, pasaba mucho tiempo con el Whatsapp a las tantas de la noche, no quería casi practicar sexo conmigo y le daba igual si nos veíamos o no. Un día me citó en un restaurante y me contó que quería pasar un tiempo a solas para encontrarse a sí mismo, y bueno, tuve que aceptar por la fuerza.

Empecé a ver que le daba mucho a me gusta en los perfiles de varias chicas y me puse demasiado celosa. Subía historias de Instagram casi todos los días en las que salía bebiendo y de fiesta. Menos mal que quería estar solo, pensé. Un día que ya los celos no me daban para más, busqué fotos en Instagram de tías guapas y seleccioné a una, robé varias de sus fotos y me hice un perfil falso de Facebook.

Publicidad

Me aceptó y empezó a darle a me gusta; cayó en la trampa completamente

Agregué a un montón de gente de la ciudad y durante varios días estuve publicando vídeos de canciones, fotos y cosas así. Llegué a tener casi 350 amigos. Cuando mi perfil parecía más o menos real, agregué a mi ex para ver si me hablaba. Me aceptó y empezó a darle a me gusta; cayó en la trampa completamente.

Estuvimos hablando un par de meses e incluso me dijo que se estaba interesando mucho en mí y quería verme. Había días en los que no hablábamos desde mi cuenta real, porque yo ya estaba agotada de hablar con él por la falsa.

Nunca más volvimos a ser novios, pero siempre se lo quise decir, ya que al final lo "enamoré" con mi misma personalidad pero con fotos e identidad distintas.

—Ruth, 26 años.

COMPROBABA SI HABLABAN POR WHATSAPP O SI ESTABAN CONECTADOS

Mi historia es un poco corta, pero lo raro es que lo hice durante tres o cuatro meses. Mi ex cortó conmigo sin razón alguna, y luego una amiga me dijo que le contaron que estaba saliendo con otro chico del cual ya sospechaba. Esa misma amiga me consiguió el teléfono del chico en cuestión—no sé cómo lo logró, la verdad— y me dijo que lo agregara en WhatsApp para saber cuándo estaba conectado y así saber si mi ex también lo estaba. Si eso pasaba (al menos muy tarde durante la noche), significaba que estaban hablando.

Sé que es bastante loco, pero cuando lo haces una o dos veces, ya no puedes parar y te obsesionas. Habían noches en que la ansiedad me ganaba y pasaba horas en ese plan, incluso hasta le mandaba a mi ex varios emojis de ";)" como para decirle "yo sé lo que andas haciendo". También le preguntaba a veces "con quién hablas tanto a estas horas" y cosas así.

Creo que esa presión que le hice me hizo desconfiar más y ayudó más bien a que se alejara más y más de mí. Y sí, al final estuvieron saliendo y hoy en día no sé mucho de ella.

—Carlos, 28 años.

Puedes seguir a Diego en Instagram