Cómo las historias de Instagram cambiaron las relaciones para siempre

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Cómo las historias de Instagram cambiaron las relaciones para siempre

Subir una historia a Instagram nunca había sido tan importante en tus posibilidades de tener una cita.

Desde que Instagram tomó la decisión de agregar historias —como las de Snapchat— a su plataforma, el mundo ardió en llamas, ya que además de ser una red social para ver fotos y dar likes, exclusivamente, ahora puedes ver cada segundo de la vida de cualquier persona. Creo que no había existido algo tan transgresor desde que se descubrió el internet o el fuego, en serio.

Con los mensajes directos el juego cambió completamente porque puedes escribirle sin filtro alguno a esa persona que llenas de likes diarios.

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Hace días, un amigo me comentó que había seleccionado no ver las historias de una chica con la que salió, ya que cada vez que ella subía una historia, le salía primero y esto le molestaba porque aún era muy reciente la situación. Yo no tenía absolutamente idea de esto, pero me voló la cabeza y abrió una nueva posibilidad: ¡ya no tienes que dejar de seguir o bloquear a ese ex para no ver qué está haciendo cada día sin ti!

Una cosa muy importante en este tema, es que las historias de Instagram te hacen sentir como si tu vida fuera sumamente triste y aburrida. Mientras ves las de las personas que sigues, te das cuenta de las vacaciones hermosas que tienen y de sus relaciones perfectas, mientras la última vez que tú fuiste a una fiesta digna de mostrar con tus seguidores fue en la universidad, y ninguna relación que tienes llega a ser lo suficientemente estable como para hacerla pública y postearla en los 15 segundos que dura la historia de Instagram.

También, al tener toda esa diversidad de historias a la mano, a veces es medio inevitable la necesidad de verlas todas. Básicamente es capitalismo salvaje. Así no tengas algún tipo de relación (amistad, amor, trabajo) con la persona que sigues, la curiosidad por ver qué diablos subió a su historia hace que la consumas y veas de comienzo a fin, hasta que todos los circulitos de historias estén vacíos y puedas volver a tu vida normal.

Ahora, volviendo a las relaciones, ¿por qué vemos desesperadamente las historias de personas que están obviamente fuera de nuestro alcance? ¿Acaso pensamos que si generamos una cantidad de views en sus historias nos van a dar entrada? ¿Queremos ser los primeros? ¿Llamar su atención? Bueno, quizás muchas personas tengan razones distintas a las mías para ver historias.

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Una amiga, es de esas personas que cada vez que sube absolutamente cualquier cosa a Instagram, recibe decenas de comentarios y propuestas para salir. Le escribí para que me ayudara a explicar este fenómeno, y que subiera a su IG una foto preguntándole a sus seguidores por qué veían sus historias. Escogimos las seis mejores.

RESPUESTA 1: COGER

RESPUESTA 2: ODIO

RESPUESTA 3: NUDES

RESPUESTA 4: AMOR SECRETO

RESPUESTA 5: ELIMINADO DE FACEBOOK

RESPUESTA 6: PELOS EN LAS AXILAS

Coger, odio, amor, nudes, pelos en las axilas y atacar por otra red social distinta ya que te borraron de la otra. Podría ser un resumen práctico de lo que significan las relaciones hoy en día. Hay muchas razones de peso para argumentar el cambio de rumbo de las relaciones gracias a las historias en nuestra red social favorita, y aquí enumero las cinco más importantes a mi juicio:

LA SELFIE

Desde que se popularizó esta autofoto, cambió la manera de ver las redes sociales y el autoestima de las personas. A ver, siendo sinceros, ¿para qué subimos una selfie? Sí, quizás tuvimos la suerte de encontrar un buen ángulo en esos 124 intentos fallidos y queremos compartirlos con el mundo. Todos pasamos por ahí. Ahora, la selfie en las historias de Instagram es totalmente otro monstruo. ¿Qué buscamos con esto? Pues, obviamente, es una especie de estímulo que esperamos que tenga la respuesta deseada. Y claro, la eterna búsqueda de la aceptación. Vivimos en un mundo gobernado por la economía del like. El like es el nuevo dinero. ¿Tienes muchos likes? Pues salgamos.

Postear una selfie en las historias, nunca había sido tan peligroso. Me explico, actualmente puedes seleccionar específicamente las personas que quieres que vean tus historias. Esto es una maravilla peligrosa, ya que, puede que haya una persona que suba una selfie en la que se ve bastante guapa y tú crees que es para todo el mundo cuando es solamente para ti, y es una especie de mensaje oculto o carnada que esa persona está esperando que entiendas o muerdas. Lo más poético de esto, es que solamente dura 24 horas al aire. Así que, tienes 24 horas para responder esa historia o tu oportunidad murió para siempre. O al menos hasta la próxima historia de Instagram.

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VER O NO VER LAS HISTORIAS Y QUIÉN LAS VE PRIMERO

¿Cuántas veces les ha dicho alguna pareja (o posible) que vean su historia? O peor, "¿por qué no has visto mi historia, Diego? ¿Acaso no te importa lo que estoy haciendo?". Claro que nos importa, pero algunas veces hay vida fuera de Instagram y bueno, se nos puede olvidar, o al menos es lo que yo siempre digo.

Actualmente ya muchas personas están notando algo peculiar en la lista de personas que ve sus historias. Casi siempre salen las mismas personas en las primeras posiciones y normalmente esas mismas personas son las primeras que salen en nuestro feed cada vez que suben historias. ¿Lo han notado? Imagino que sí, así que si por casualidad llegas a tronar con tu pareja, lamento decirte que siempre saldrán sus historias de primero y podrás ver en un buen puesto de la fila cómo tiene citas con una persona mucho más guapa e interesante que tú.

El no ver las historias se ha convertido en un manifiesto en las relaciones actuales, que también quiere decir "me importas tan poco, que aún nos seguimos y no quiero saber qué mierdas estás haciendo en tu tiempo libre, perdedor". Duele.

NO PUEDES ESCONDER TU TRISTE VIDA DE LA GENTE QUE TE SIGUE

Una de las cosas más obvias de tener el poder de mostrar a tus posibles ligues lo que haces diariamente en tu vida, es que no hay la más mínima posibilidad de esconder tus gustos y estilo de vida. Historias de mal gusto hay un chingo, nadie quiere verte saliendo del baño, haciendo un plato horrible de comida y publicando "hecho por mí", como si fuera necesario explicar que esa creación culinaria la hiciste tú y no la compraste en algún restaurante.

Lo acepto, me ha pasado, que en algunas historias pienso y reviso lo que voy a subir un chingo de veces, porque sé que alguna persona con la que quiero ligar la va a ver, y no quiero que piense que soy un gran estúpido por subir que estoy escuchando algún disco que ella odia. Siento mucha ansiedad ya que, si la ve y le parezco un tonto, ese pensamiento seguirá hasta que vuelva a subir otra historia y la cague de nuevo. El eterno retorno, diría Nietzsche.

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ES LA MANERA MÁS FÁCIL DE DARLE CELOS A UN EX

No importa que ya no se sigan, fácilmente tu ex puede ver tus historias (desde la cuenta de un amigo, creándose un IG falso, o lo que sea). Se pueden subir historias que jamás vamos a saber si son en realidad lo que parecen. Hace días subí una historia de una mesera sirviéndome una copa de sangría que me estaba tomando solo en un bar, y varias personas me escribieron pensando que me lo estaba sirviendo alguna chava con la que salí. Pues no, estaba solo, emborrachándome, porque ninguno de mis amigos quiso salir. Triste.

Si en realidad tienes una relación, pues puedes hacer el mejor intento para hacer ver lo "feliz" que estás con tu nueva pareja y subir historias de ustedes en un restaurante romántico y así haces ver a tus otros posibles futuros ligues que eres una persona estable y que puedes mantener una relación. Además, tu ex se sentirá mal porque con ella o él nunca subiste nada porque "no te gustaba mostrar tu vida privada en público". Situación de ganar o ganar, la verdad.

EL SEXTING GRACIAS A UNA HISTORIA

Aquí hay que ser bien sinceros. Cada vez que una persona que te interesa sube una historia en donde sale guap@, tus dedos se vuelven locos, se desligan de tu cerebro y no hay manera posible de evitar enviar el emoji de fuego con la esperanza de que, mágicamente, esta persona te diga, "sí, Diego, he estado esperando mucho tiempo este mensaje tan innovador, tu emoji de fuego ha hecho que me de cuenta de lo cool que eres y que por fin quiera meterme a la cama contigo". Jamás pensamos en lo estúpido que nos vemos al hacer esto, y que probablemente seamos el mensaje directo número 12 que le llegó en no más de 32 minutos.

También está la otra cara de la moneda, no todo son desgracias y, quizás, si sabes mover tus cartas, luego de responder cualquier historia podrás entablar una conversación sin tener que romper el hielo, enviar el primer mensaje y dejar en evidencia tu falta de creatividad para empezar una conversación con otro ser humano. Luego, si tienes mucha suerte, logras el interés de la otra persona o que se de cuenta que existes, puede que te siga de vuelta y te acepte una cita en el cine (el peor primer lugar para una cita, pero bueno, alguien tiene que hacerlo). Y si te sonríen los dioses, quién sabe si hasta terminas teniendo sexo, siendo pareja de esa persona o casándose y adoptando un perrito hermoso al que llamarán Blues. Yo quiero que mi perro se llame Blues, de seguro tú también.

En conclusión, no hay vuelta atrás. Ya sea viendo desesperadamente todas las historias de las personas que te gustan, subiendo algún tipo de indirecta para un ex que te sigue, o simplemente mintiendo sobre tu estilo de vida para ver quién chingados se lo cree y te envía un DM, las historias de Instagram revolucionaron de una manera exagerada el mundo de las relaciones. No hay vuelta atrás.

Puedes seguir a Diego en Instagram y ver sus historias.