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Drogas

Tu droga se puede ir a la mierda por la ola de calor

Estos son los factores que influyen para determinar si se ha echado a perder o no.
Imagen vía usuaria de Flickr Tanjila Ahmed/CC BY 2.0

Cuando me instalé en el piso en el que vivo, por aquello de higienizar tu hogar, me dediqué a rastrear cada rincón y en la búsqueda de cualquier partícula mugrienta encontré una caja de cartón enorme y sospechosa justo debajo del somier. Olía realmente bien. Un olor familiar a marihuana que me hizo imaginarme a mi misma en plan Narcos con un buen fajo de pasta ganado fácilmente después de vendérselo a algún colega necesitado.

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Abrí la caja y me cambió la cara de golpe. Lo que iba a ser una gran partida de marihuana se convirtió en una asquerosa caja llena de bichos y hojas desintegradas. Y todo por el calor. El piso había estado todo el verano clausurado y las altas temperaturas no perdonaron a aquella caja que, de tan bien guardada había quedado olvidada.

Si los medicamentos pueden perder propiedades y llegar a degradarse si no están conservados en un lugar seco y fresco, con la droga puede pasar exactamente lo mismo. “En general, la mayoría de las drogas son sensibles a las altas temperaturas y en el caso del LSD es también fotosensible, es decir a la exposición del sol. Los derivados anfetamínicos son moléculas bastante estables siempre y cuando se conserven en un lugar adecuado”; asegura Claudio Vidal, asesor en el programa Infodrogas de Energy Control de Asociación Bienestar y desarrollo. “En general las drogas no caducan, nos dice, aunque una droga expuesta al sol puede llegar a degradarse y perder sus propiedades pero en principio no se convertiría en ningún otro compuesto tóxico”, nos dice

Fernando Caudevila, médico experto en drogas, nos explica que las drogas más sensibles al calor son la LSD y la cocaína. “Hablamos de tenerlas varios días expuestas a altas temperaturas superiores a 45 grados. A simple vista no se percibe si ha habido degradación o no, aunque el consumidor mayoritariamente nota que ha perdido propiedades cuando la prueba”, dice.

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“El alcohol es la droga más extendida y es muy peligrosa durante una ola de calor porque puede provocar deshidratación, y aún más si la combinas con otras sustancias”; asegura Caudevila. “Los riesgos aumentan en verano a la hora de consumirla por el calor y porque hay más consumo, pero no porque a la droga en sí le afecte de forma desmesurada la ola de calor”, nos dice Claudio Vidal.

La forma en la que van envasadas las drogas no debería influir sobre la materia en momentos de tanto calor, aunque según cuenta Caudevilla, siempre hay casos extremos en los que la exposición continuada al calor de una droga envuelta en un material fotosensible podría echar a perder la droga. Pero no es lo más común.

En el caso de un viaje largo se podría guardar droga en una maleta y no pasaría nada, sin embargo se debería evitar olvidarla en la guantera del coche de forma prolongada para evitar que se deteriore.

En este sentido, la reacción de una droga sintética al calor puede ser equivalente a la de un fármaco pero en el caso de drogas con un componente orgánico es algo distinto: “Drogas como la marihuana al estar expuestas al calor si no están bien conservadas les puede pasar como a un perejil. En estos casos ya veríamos que físicamente que la droga se habría puesto mustia”, nos dice.

Otras drogas de componente orgánico, como es el caso de las setas alucinógenas que se consumen en fresco o en seco tendrían un comportamiento más parecido al de los alimentos cuando están expuestas al calor. “En el caso de las setas alucinógenas frescas o mal deshidratadas pasaría lo mismo que en cualquier seta alimentícia, veríamos por fuera rasgos de que está pudriéndose y su consumo no es recomendable porque, al igual que una seta alimentícia en mal estado, podría llegar a provocar dolor de barriga o diarreas”, explica Caudevilla.

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La cocaína o la heroína son drogas que provienen de plantas pero que acaban siendo consumidas en polvo, por lo que pueden echarse a perder sobretodo antes de que la droga llegue al mercado. Una de las características que aparece en este tipo de drogas cuando se estropea es la tonalidad marronácea, casi como si estuvieran teñidas de café, tal y como se cuenta en este artículo. El exceso de calor puede provocar la pérdida de su efecto.

En el caso de drogas en formato gas o aerosol, como el famoso gas de la risa, que se vende dentro de globos por las playas de nuestro país, Claudio Vidal explica que aunque inevitablemente esté expuesto altas temperaturas en verano, es difícil que pierda propiedades porque el gas va encapsulado. “Lo que sí que debemos tener en cuenta es que si te encuentras algo tirado en el suelo, ya sea en la playa o no, que le haya dado el sol recomendamos que no se consuma directamente porque no se sabe lo que es”.

Otro fenómeno curioso que ocurre en verano y en plena ola de calor es el de encontrar fardos en el mar mientras estás disfrutando de un buen baño. No pasa siempre, pero ha ocurrido en varias ocasiones sobretodo en la costa de Málaga y Valencia. En verano del 2016 varios bañistas fueron interrogados después de llevarse con ellos algún recuerdo a casa. Pero, ¿qué pasa en esta situación? ¿Se echa a perder la droga en estos casos?

Según nos cuenta Claudio Vidal en el caso del hachís es posible que la exposición a la luz directa pueda afectar a la droga y llegar a deteriorarla. Sin embargo, según nos cuenta, normalmente este tipo de cargamento va bien embalado para que no llegue a ser así.

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“El calor asfixiante no hace que una droga se vuelva más peligrosa, pero sí que puede traer consecuencias más graves el hecho de drogarse en plena ola de calor”, explica Vidal.

Las drogas que más riesgos producen a nuestro organismo cuando hay altas temperaturas son, a parte del alcohol, el MDMA y la marihuana. “Con el MDMA hay que extremar más la precaución porque afecta a cómo el organismo regula la temperatura corporal. Aunque es algo infrecuente, el golpe de calor es una causa descrita de muerte a consecuencia del consumo de éxtasis”.

También puede ser más peligroso en verano el consumo de Marihuana. Claudio explica que puede aumentar la probabilidad de sufrir un “amarillo” o lipotimia con el aumento de calor, y sobretodo si se ha tomado alcohol”.

Aunque lo más importante, según Claudio Vidal, es lanzar un mensaje de precaución ante la ola de calor. “En el caso de que haya consumo hay que mantenerse hidratado, vigilar la mezcla con el alcohol y hacer pequeñas pausas”.

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