Pabllo-Vittar
Foto por: Ernna Cost (@ernnacost).
Edición 5: Orgullo

Pabllo Vittar | Músicx y Drag Queen | Brasil

"Necesitamos luchar, reivindicar nuestros derechos y también mostrar que somos personas comunes intentado ganarse la vida y ser felices. ¡Nunca más nos vamos a esconder en las sombras!".

Triunfar en el mundo de la música fue el horizonte en el que Pabllo Vittar puso todas sus energías desde garotx. Incluso antes de maravillarse con el universo de posibilidades que es el drag, cuando todavía cantaba en coros de iglesia o subía videos caseros a YouTube, tuvo claro que no quería para sí la “vida normal” que por mandato tienen los hombres (casarse, tener hijos). “Siempre supe que era gay y desde niñx tuve todo el apoyo de mi madre y mis hermanas”. Eso le ayudó a enfocarse en su sueño de llegar a dejar una marca en el mundo, no sin esfuerzo, a través de su arte. Hoy, a pesar de ser una estrella internacional con miles de millones de reproducciones y haber logrado penetrar la carcasa heteronormada del mainstream, cree que todavía es largo el camino a recorrer ya que no considera que su masividad le haya abierto las puertas a otrxs artistas de la comunidad LGBTIQ+.

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Es imposible analizar el éxito rotundo de Pabllo Vittar sin tener en cuenta el contexto que le permitió pasar de ser un niñx gay del interior de Maranhão, Brasil, nacidx en 1994, a ser representante de la diversidad para grandes marcas, como Adidas o Calvin Klein. “La comunidad tiene un legado larguísimo de disidencias que lucharon por los derechos que disfrutamos hoy en día. Marsha P. Johnson es un ejemplo de aquellas que dieron la vida —literalmente— por la causa. En Brasil tenemos a Marielle Franco y a Matheusa, cuyas vidas lamentablemente también les fueron arrebatadas”. Vittar reconoce un pasado y un presente de lucha gracias a los cuales, de tanto en tanto, se fuerzan espacios para la diversidad en la hegemonía. Desde ahí, la visibilidad se vuelve rupturista cuando millones de personas jóvenes pueden tener a mano un ejemplo de alguien que trasciende lo binario con quien sentirse representadx, un “modelo a seguir” como el que a Pabllo le hubiera gustado tener de garotx.

En su corta pero fértil carrera, que no paró de crecer desde el éxito de “Open Bar” en 2015, rompió varios récords y techos que existían para las drag queens en el mundo de la música: en las redes supera por varios millones de seguidores a las participantes más famosas de Rupaul’s Drag Race e incluso a la dueña de la franquicia misma; fue la primera drag queen en estar nominada a un Grammy Latino y la primera también en ganar un MTV Europe Music Award.

A pesar de que el éxito lx ha llevado a todas partes del mundo, aún vive con su madre, sus hermanas y su sobrino en Uberlandia, Minas Gerais. Espera con ansias que termine el aislamiento para poder salir nuevamente de gira, pero también está preocupadx por la situación que se está viviendo en su país: “Todos los días le pido protección a Dios para mí, mi familia, mis amigxs, mis fans y toda la comunidad porque ser LGBTQIA+ en Brasil es tener que esquivar una bala distinta cada día. Estamos viviendo un retroceso. Lamentablemente, ahora somos un país LGBTQ-fóbico y Bolsonaro, nuestro presidente, es incapaz e inconsecuente en las decisiones y medidas que toma. Por eso tenemos que apoyarnos, cuidarnos unxs a otrxs y propagar amor”.

Pabllo es unx de lxs cincuenta líderes en disidencia sexual y de género cuya vida celebramos en nuestra quinta edición, ORGULLO.

ORGULLO VICE

A Fernando lo encuentras en Instagram y Twitter como @warszawo.