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Cultură

Por qué ‘Padre de familia’ es perjudicial para tu salud mental

¿Por qué es tan popular Padre de familia? Después de ver muchísimos episodios estoy seguro de que la razón no es "porque hace gracia".

Captura de pantalla vía YouTube

Hay un aspecto de nuestra rutina diaria que mis dos compañeros de piso y yo no estamos orgullosos de aceptar. Todos las noches después de trabajar llegamos a nuestro piso a cenar sobras y nos tiramos en el sofá con una cervezas a ver Padre de familia , esa serie de colores brillantes. Sé que no soy el único. Hay muchos adultos con trabajo, móvil con contrato y relaciones serias que secretamente disfrutan de esta serie de dibujos que hace chistes sobre pedos y violaciones.

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Recuerdo que cuando era joven corría a sentarme frente al televisor para ver Los Simpson mientras mis amigos y yo comíamos pizza y nos quedábamos idiotizados. Hoy en día cuando llegamos a casa a las 21:00, exhaustos de la jornada y el viaje en metro, nos damos con un canto en los dientes si encontramos algunas sobras para meter al microondas. No sabemos qué hacer, no estamos seguros de si abrir esos estados de cuenta que nos llegaron por la mañana, si llamar a nuestra madre, si contestar algunos emails o si dejarnos caer en los brazos de Peter Griffin.

¿Por qué es tan popular Padre de familia ? Después de ver muchísimos episodios estoy seguro de que la razón no es "porque hace gracia". La verdad es que nunca me he reído con un episodio. El único sonido que he llegado a emitir se asemeja más a un quejido frustrado. Es como si mi propia risa se cuestionara su existencia cuando sale de mi boca. Creo que este es el mismo sonido que haré la primera vez que tenga que cambiar un pañal. "Lo único gracioso de tanta caca y orina es que es imprevista, pero no deja de ser algo que huele fatal y que quiero dejar de ver".

Creo que la gente ve esta serie por tres razones:

1. Ritmo

2. Familiaridad

3. Colores brillantes

Primero hablaré del ritmo. Gran parte del atractivo de la serie es que hace bromas muy pesadas una tras otra – 5,20 chistes por minuto, de media–, así que no tienes tiempo de ponerte a pensar en lo malos que son. Y si eso no funciona, siempre pueden exprimir cualquier chiste hasta que sientas que tienes que reírte para hacer que paren de una vez. Un ejemplo es la pelea de Peter con un pollo, o las veces que alguien se cae. Es como secuestrar a alguien hasta que acepte ser tu amigo, pero en forma de comedia.

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En segundo lugar, hablaré de la familiaridad. Padre de familia hace muchas referencias a famosos como Julia Roberts, Sting, Ben Stiller, Daft Punk, Bill Clinton, Barbra Streisand, todas las películas de Star Wars , el Conde Draco de Barrio Sésamo , Jennifer Love Hewitt, Hitler, Spiderman, Bill Cosby, los romanos, Sean Connery, la rana Gustavo, Jesucristo, las gaviotas y Lindsay Lohan. Y no vas a negar que es muy divertido verlos a todos en caricatura.

En tercer lugar, solo puedo mencionar sus colores brillantes.

Sin embargo, el sentido del humor que predomina en la serie sigue siendo tóxico. Una vez que mis compañeros y yo concluimos que teníamos un problema, empezamos a llevar un recuento de cuántos episodios de los que veíamos sucesivamente no contenían un acto de violencia hacia la mujer. Al final solo sumamos 14. Solo 14 episodios de 20 minutos en los que no maltratan, asesinan o abofetean a Meg, Lois, o cualquier otro personaje femenino.

Asimismo, los orígenes de los personajes minoritarios se mencionan constantemente y con énfasis negativo, no importa si se trata de burlas antisemíticas a la avaricia de Mort Goldman, de los ademanes de negra de Loretta Brown o de las veces que aparece un nativo americano con un pasado místico y un problema de ludopatía. Lo cierto es que los chistes se pasan de la raya y la serie se deleita con eso. Hay muchos programas de televisión que son "ofensivos", pero la interminable satisfacción que obtiene Family Guy al hacer chistes ofensivos sobre las personas vulnerables o no reconocidas va mas allá de los límites y termina pareciendo una especie de fetiche extraño de los guionistas. Parece como si tuvieran una extraña necesidad de herir solo para asegurarse de que el micrófono siga encendido. Sé que vivimos en 2016. El porno existe y también hay documentales sobre tipos con testículos gigantes. Ya nada impresiona, pero Padre de familia es el máximo y confuso vestigio de la creencia de que nadie tiene el derecho de sentirse ofendido. Yo diría, del mismo modo, que nadie tiene derecho a ofender.

Con todo esto no quiero decir que tengamos que sustituir lo que vemos por cine artístico, pero quizá va siendo hora de que cambiar a algo que haga menos bromas sobre lo pésimas conductoras que son las mujeres asiáticas o menos números musicales para burlarse de alguien con sida. Se acabó. Ya no hay vuelta atrás. Es hora de que termine mi relación con esta serie.