FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Okupar pagando alquiler

Hablamos con el presidente del maravilloso Liceo Mutante.

Imagen vía

Liceo Mutante es una asociación cultural que surgió hace tres años cuando un grupo de personas, personas pontevedresas principalmente, decidieron crear una alternativa a la propuesta cultural de empresas y ayuntamiento. Pontevedra es tradicionalmente pequeña y aburrida, así que tenemos mucho que agradecerles. Alquilaron un espacio (iglesia evangélica en ruinas con jardín), lo acondicionaron y lo llenaron de conciertos, proyecciones, obras de teatro y actividades para jóvenes y mayores. Hace un año alquilaron otra vivienda anexa para alojar a los artistas y talleres de cocina o serigrafía. La asociación funciona de manera abierta y asamblearia con el trabajo de socios voluntarios que rotan según disponibilidad. Mike Watt de los Minutemen estuvo allí y salió encantado. Hablamos con su presidente, Xose Lois García.

Publicidad

VICE: Se me hace raro hablar con el “presidente” de un lugar tan libertario.

Xose Lois: Las asociaciones culturales son extraños entes público-privados que necesitan para existir legalmente que sus estatutos y reglamentos internos sean aprobados por las instituciones públicas de turno. Se nos exige un número determinado de responsables directos que ocupen diferentes cargos en presidencia y vicepresidencia, secretaría o tesorería. En realidad es un mecanismo para emplumar a alguien directamente en caso de que la asociación en su conjunto haga algo ilegal.

De hecho, a vosotros casi os empluman.

Nosotros tenemos todos los papeles en regla, pero lo que no tenemos ni tendremos nunca es una licencia de conciertos, ya que en Pontevedra hace siglos que no dan una porque la ley es muy exigente y ningún local que hace actuaciones la tiene. Hay incluso un centro cultural pagado por el propio ayuntamiento y gestionado por una empresa privada, cuya obra costó a las arcas públicas unos 600.000 euros y tiene un sitio estupendo para dar conciertos pero no tiene acceso a la licencia por un problema ridículo en una arqueta.

Un vídeo vale más que mil palabras.

¿Por qué os cerraron el chiringo entonces?

No nos lo cerraron, decidimos suspender las actuaciones musicales hasta que se calmaran las aguas tras varias denuncias. Sabíamos que la policía no venía por problema de ruidos con los vecinos porque aprueban nuestra actividad y les gusta que demos vida a un barrio degradado. Hubo una mano negra en las denuncias. Estuvimos sin conciertos y al borde del cierre cerca de tres meses, envueltos en reuniones con políticos que nos mintieron a la cara e intentaron comprar nuestro silencio con promesas de festivales y tonterías, negándonos nuestro derecho a ser independientes. Un día, hartos de que nos marearan, volvimos a la actividad sin pegar carteles y haciendo los conciertos más temprano. Desde entonces no hemos tenido problemas.

Publicidad

¿De qué mano negra estamos hablando?

Para cierto sector de la hostelería establecida somos un sitio completamente ilegal en el que nos estamos forrando con la excusa de ser asociación cultural mientras ellos tienen que pagar un montón de impuestos. En los pueblos las cosas a veces son así, por desgracia. Las instituciones públicas apoyan a las empresas, sobre todo las que colaboran con dichas instituciones y les salvan el culo en algunos marrones de gestión.

En Coruña ha surgido la Casa Tomada, una iniciativa similar.

No puedo hablar por la Casa Tomada ni otros centros similares, pero sí hay una conexión muy fuerte con ellos y por lo que yo sé funciona prácticamente igual que nosotros. Compartimos el tema asambleario, la creencia en una responsabilidad colectiva y sin jerarquías. A mucha gente les decimos que somos una okupa que paga alquiler y sin gente viviendo dentro. Llegamos a barajar la opción de okupar, pero vimos claro que en Pontevedra las okupas no duraban nada y que ya bastante jodido iba a ser aguantar aún pagando un alquiler, como más tarde se demostró.

¿Qué otras okupas pagando alquiler hay en España?

Hay un montón, aunque no las suficientes. La Faena es un templo y un ejemplo, igual que Arrebato en Zaragoza, Mogambo, Bonberenea y otros cientos de sitios en Euskadi, El Antic Teatre de Barcelona (que estaba al lado de mi casa y fue mi inspiración principal para meterme en esto), La Residencia en Valencia… y muchísimos rincones y centros sociales okupados que aunque se muevan generalmente a través de otras redes, comparten con nosotros el ideal básico de la autogestión.

Publicidad

¿Por qué la autogestión?

Cuando pones en práctica los preceptos de la autogestión, creando un ente autónomo en sí mismo, descubres las inmensas posibilidades y beneficios que tiene para una comunidad la sinergia entre individuos con un objetivo similar. Ves como el sistema en el que vivimos nos empuja a olvidarnos de este tipo de conexiones entre ciudadanos que crean lugares libres de intercambio considerados peligrosos por su fuerza e independencia de pensamiento.

Mike Watt me dijo que prefería cien veces un sitio como el Liceo Mutante antes que una sala como Moby Dick.

Lo de Mike Watt fue la hostia, nos llegó por su tour manager, un francés entrañable que consiguió nuestro contacto a través de grupos del undeground francés que han pasado por aquí. Flipamos mucho cuando nos llegó la propuesta y pensábamos que pedirían un caché tremendo y no podríamos hacerlo, pero es que fue todo muy sencillo, confiaban en que viniera gente y no pidieron cosas raras. El concierto fue muy especial y Mike Watt se reveló como un auténtico gentleman punk todavía inquietísimo y enérgico. Le encantó nuestro sitio y nuestra manera de hacer las cosas y nos animó a seguir con ello. Nos dijo que no mitificáramos el do it yourself yanqui de los ochenta, porque para él nosotros estábamos haciendo lo mismo. Fue un chute de energía tremendo.

Imagen vía

¿Qué otros músicos os han visitado?

Muchos. Calvin Johnson o los Loma Prieta, por decir un par. Traer gente medio conocida es valioso porque nos da visibilidad pero tratamos a todos los artistas por igual y grupos de los que no sabías nada te sorprenden con una conexión brutal con nuestra iniciativa o a nivel personal. Nuestra lista de peces gordos incluye también a gente como los Za!, que nos ayudaron muchísimo en un momento muy crítico y están muy a tope con nosotros. Como también lo están Atomizador, los Betunizer, y no sigo porque son un montón y son todos familia.

Publicidad

Lo pasáis teta.

Anécdotas hay miles. Con los Tucán, de Valencia, Berto Fojo fabricó un muñeco que simulaba ser un hombre durmiendo en la misma habitación donde los alojábamos, con peluquita y todo,. Les dijimos que era un mendigo loco peligroso y se lo tragaron pero por educación no se quejaron ni dijeron nada. Durante un concierto de Negro, el gran Fernando Junquera, un loco que le pidió que reprodujera con su guitarra el sonido de un iceberg derritiéndose. O Calvin Johnson diciéndonos que por favor le gustaría tocar con la luz totalmente apagada.

¿A quién sueñas con ver tocar en el Liceo Mutante?

Me da un poco de miedo nombrar a alguien a quién admiro por si resulta que es un gilipollas, pero superando ese riesgo, se me ocurren miles. Me encantaría ver a Converge destrozando el local, a Henry Rollins haciendo un talk show intenso, Ian Svenonious con The Make-Up, Sleep y YOB en un concierto secreto. Pissed Jeans, Omega Cinco, el señor Fajardo otra vez…

Parece mucho curro todo esto que hacéis, la verdad.

Para los conciertos somos un núcleo duro de diez personas que hacemos turnos y luego en cada evento siempre nos ayudan el resto de socios, estando en la barra, en la entrada, cocinando o haciendo lo que sea necesario para que vaya para adelante, y más o menos nos organizamos así en todo. Muchos han tenido que dejarlo por cansancio o falta de tiempo, pero los que seguimos lo hacemos porque nos reporta mucho y de ahí salen las ganas de seguir. La familia o los amigos que no están metidos en el ajo alucinan con que vayamos a un sitio a trabajar ocho horas seguidas sin cobrar, fin de semana sí y el otro también, pero es porque desconocen el potencial de enriquecimiento personal que tiene participar en un proyecto colectivo.

¿Lo recomiendas? ¿De verdad es bueno para la salud?

Sí animo a cualquiera que se sienta insatisfecho con lo que ve en su ciudad o pueblo en términos culturales, que busque y se junte con otros con el mismo sentimiento y se animen a llevar a cabo una propuesta autogestionada, merece muchísimo la pena a pesar de tener que sudar y sufrir como cabrones.

¿Qué cositas tenéis ahora entre manos?

En junio montamos el Gropo Gropo, unas jornadas de autoedición que hacemos dos veces al año y son uno de nuestros eventos más significativos. Y en julio toca celebrar tercer aniversario, pero nuestra preocupación básica es seguir con una programación estable y seguir trabajando sin pausa.