Entramos con El Coleta en el Museo de la Guardia Civil

"A lo mejor tienen a Paquito en el museo. O a Tejero, ¿te imaginas?". Pues sí, El Coleta ha dado en el clavo (a medias) porque uno de los bustos que presiden el Museo de la Guardia Civil en Madrid es el del "Exmo. Señor Don Francisco Franco Bahamonde siendo Jefe de Estado y Generalísimo de los Ejércitos" que inauguró la Academia de la Guardia Civil el 10 de mayo de 1955. Aprovechando que su parienta podía quedarse con el niño, y coincidiendo con la salida de su nuevo disco M.O.vida Madrileña, hemos quedado en las dependencias de la Benemérita, una de las grandes protagonistas del cine quinqui que tanto ha influido en sus canciones.

Tras probar los cafés a 50 céntimos de la cafetería, nos adentramos en el universo del museo del Cuerpo. El encargado de la sala parece estar en su pausa de media mañana porque nadie nos recibe y vemos un escritorio vacío en la entrada. Chapoteamos entre las armas y el rapero Ramsés se viene arriba. "Esto me flipa. Estas pistolas son la polla. Hay de todo. Las de arriba parecen de cowboy rollo Clint Eastwood y las Mauser y las Luger son las de los nazis, aunque también las usaba James Bond. Las HK son como las que llevan ahora los nacionales, la Mossberg es la típica de Terminator y estas con empuñadura de madera creo que son las primeras automáticas. ¿Smith Welson? Será Smith & Wesson ¿no?".

"Joder, si alguien quiere hacer la revolución, aquí tiene un buen arsenal. Basta con que vengan con unas mochilas y las llenen. Aunque para levantar ese lanzamisiles hay que estar fuerte". Nuestro acompañante en la visita museística se detiene en una sección de escenas que recrean pasajes de la Historia y se indigna porque no hay ninguna con El Lute. Pero enseguida se deja seducir por las maquetas de la persecución de maquis, el sacamantecas y el zulo de Ortega Lara. "Estos dioramas están debuti y la sección de las banderas parece el ataque de los aguiluchos, pero el perro disecado ahí con la lengua salivando me da muy mal rollo". Intenta coger alguna de las espadas y machetes de la pared pero descubre que están pegados.

Encontramos un baúl con elementos disparatados como un tricornio de terciopelo (y funda de hule), un billete de 25 pesetas, cubiertos, tablilla para limpiar botones, caja de costura, paquete de cigarrillos y librillo marca 'Marfil', uniforme reglamentario de gran gala (1931), útiles de aseo y cien mil enseres que aparentemente no tienen ningún sentido juntos en este enorme bodegón. Echamos de menos a un guía pero sólo trabajan para grupos de más de cinco personas. El Coleta aceptó nuestra cita a regañadientes pero ahora la está gozando con tanta pieza bizarra de coleccionista. Desde que le entrevistamos hace dos años, poco ha cambiado en su rutina. Sigue en el paro, centrado en la música, con dos videoclips en fase de preproducción y "menos haters que al principio".

Su directo, después de haberse fogueado en conciertos dentro y fuera de Madrid, ha mejorado notablemente y ha colaborado entre otros con Jarfaiter, otro fenómeno reciente de la escena de hip-hop, que le parece "un chaval con más dedos de frente que otros mayores que él y más desubicados, porque es un crack y un tío de puta madre que hace unos conciertos muy punk". Está tramando "algunas marcianadas" y composiciones con grupos como Pico de Potro, pero siempre dentro de su temática macarra. El cambio político tras las últimas elecciones no le ilusiona "porque yo no voto y los políticos son sinónimo de lo peor, pero los que han entrado por primera vez tienen al menos el beneficio de la duda". El viernes puedes verlo con Juana Chicharro y El Caballo del Malo en Rock Palace (Madrid) y el sábado fiestas populares de Moratalaz "en mi barrio, gratis y al aire libre".