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Cultură

Una secta ufológica del placer reconstruye vaginas en África

Los raelianos son un grupo que cree que la Tierra fue creada por una civilización alienígena inmensamente superior. Este movimiento también cree en la importancia del placer (sexual o de otro tipo). Por eso han abierto su primer “Hospital del Placer...

Si eres de los que siguen a los espiritualistas ufológicos, sabrás que los raelianos son un grupo que cree que la Tierra fue creada por una civilización alienígena inmensamente superior. Según su fundador, un apasionado de los coches de carreras y cantautor llamado Raël, estos extraterrestres (los Elohim) crearon al ser humano a su imagen y semejanza y han estado guiándonos a lo largo de la historia mediante mensajeros (humanos con los que han establecido un contacto especial). Si estabas pensando en que esos mensajeros tendrían nombres como Jesús y Buda, has acertado.

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Aunque para algunos todo esto pueda sonar descabellado, este movimiento también cree en la importancia del placer —sexual o de otro tipo— como vehículo para lograr el crecimiento espiritual, y eso parece bastante razonable. Esta filosofía les ha llevado a crear la organización sin ánimo de lucro Clitoraid, que defiende el uso de cirugía reconstructiva para las víctimas de la circuncisión femenina en los países en vías de desarrollo. Este mes han abierto su primer “Hospital del Placer” en Burkina Faso, en el que cirujanos de categoría internacional reconstruirán los clítoris de sus pacientes de forma gratuita para permitirles experimentar orgasmos. Después de hablar con la directora de comunicación de Clitoraid, Nadine Gary, una francesa de voz rasgada, es inevitable pensar que este grupo sexy de amantes de los OVNIS son la mejor peña de África.

VICE: Hola, Nadine. ¿Cómo va el Hospital del Placer?

Nadine Gary:Ah, va genial. Estamos ya con los últimos preparativos y hay mucho movimiento. El equipo ya está preparado. Las pacientes ya se están preparando para las visitas médicas antes de la operación. La verdad es que todo está yendo muy bien.

¿Ya habéis abierto?

Abrimos el 2 o 3 de marzo. Primero llegaron los cirujanos de los EUA, y a partir de ahí empezamos los tratamientos. Nunca antes habíamos tratado a nadie en ese hospital.

Qué interesante. ¿Por qué decidisteis llamarlo  Hospital del Placer?

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Porque, la verdad, es de lo que se trata. Se trata de devolverles el placer sexual. Somos conscientes de que estamos tocando un tema que es tabú. La sexualidad femenina es algo que siempre se ha desdeñado y de lo que las mujeres se avergüenzan. Con ese sentimiento de culpabilidad, de vergüenza, han llegado al extremo de mutilar el clítoris de las mujeres. Queremos devolver a las mujeres su integridad y su belleza. Parte de su función en la vida es la sexualidad, lo cual es algo muy noble.

No cabe duda de que la reconstrucción es necesaria, pero, ¿crees que el placer sexual es una prioridad en el mundo en desarrollo, donde aún hay mujeres que mueren al dar a luz?

¿Y tú me estás diciendo que el orgasmo no es necesario para la salud de las mujeres?

Bueno, algunas personas lo pondrían en duda.

Ah, vaya. ¿Sabes? El placer es inherente a la vida. El placer nos mueve a hacer todo lo que hacemos. La razón por la que me estás llamando ahora mismo es por placer, ya sea porque te interesa el tema o porque hay que ganarse la vida. A veces hacemos cosas porque obtenemos placer de forma directa. Cuando comemos, dormimos, vemos una  puesta de sol o hacemos el amor. Y eso es lo que equilibra la mente. Es muy importante para la psicología, para el equilibrio de una persona. Cuando a una mujer le extirpan el clítoris, le están quitando parte de su equilibrio, de su placer. Le están quitando el equilibrio en su cerebro.

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Eso suena muy raeliano. ¿Estáis trabajando muy estrechamente con este movimiento?

Yo, personalmente, soy sacerdotisa del movimiento raeliano, voluntaria y directora de comunicación de Clitoraid. El movimiento raeliano trata la sexualidad sin tabúes y anima a las personas a sentir y potenciar el placer en sus vidas. Para mí, eso es un gran apoyo para Clitoraid, estar relacionado con una filosofía que no va a hacerles sentir culpables por nada, y menos por su sexualidad.

Por supuesto, hay muchas organizaciones benéficas en el mundo. La religión cristiana hace un trabajo maravilloso cuidando y alimentando a los pobres, pero lo que no puede hacer, debido a sus valores, es animar a la gente a que disfrute la sexualidad o a que recupere el placer sexual. Eso se debe al sentimiento de culpa que existe en su religión. La filosofía raeliana es positiva. No importa si la mujer es raeliana, musulmana, cristiana o budista, de cualquier forma podrá beneficiarse de esta filosofía que le proporciona apoyo en su sexualidad.

Pero bueno, no estamos ahí para predicar nuestro movimiento, sino para hacer llegar a la gente los beneficios que aporta.

¿Qué importancia tiene el orgasmo en la filosofía raeliana?

El placer es la parte más importante de la filosofía raeliana, pero la parte central es simplemente la de explicar que la vida en el planeta Tierra fue creada científicamente por personas como nosotros. Mujeres como nosotros y hombres que fueron creados a su semejanza. Cuando disfrutas de tu clítoris, puedes pensar que las mujeres creadoras también tienen uno y te han creado a su imagen, lo que te permite disfrutar como ellas lo hacen. Pr tanto, ¿es el orgasmo un elemento central en la filosofía raeliana? Sí. Obviamente, no nos estamos masturbando cada segundo, pero no nos avergonzamos del acto en sí.

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¿Cómo ha llegado el movimiento raeliano a África?

Uy, te voy a contar la historia. Raël, líder de la filosofía raeliana, estuvo en África en 2003. Estaba realizando una gira por África Occidental para hablar de la autoestima y la felicidad. En varias de sus ponencias surgió el tema de la circuncisión, y preguntó, “¿hay alguna mujer entre el público que haya sido circuncidada?”. ¡Algunas mujeres se levantaron! Entonces se dio cuenta de que era un problema importante. Todos conocemos el método de prevención por el que abogan desde las Naciones Unidas, pero nadie se ocupa de las mujeres a las que ya se ha circuncidado y que lo odian.

Raël había oído hablar de la intervención quirúrgica y dijo, “quizá podríamos construir un hospital en algún lugar de África y ofrecer a las mujeres esta cirugía”. Empezó así y, poco a poco, se fue creando la organización. Y aquí estamos, diez años después, abriendo el hospital.

Tal como decías, en África se está trabajando mucho sobre la prevención, en concreto para evitar la mutilación genital. ¿Por qué crees que se ha tardado tanto en prestar atención a las mujeres que ya la han sufrido?

En parte es porque aún no se disponía de la tecnología. Hasta hace 15 años, la cirugía no existía, por lo que no se les podía ofrecer nada. Una vez tuvimos la posibilidad de usar la cirugía, teníamos que lidiar con los tabúes que existían sobre la sexualidad. Por ejemplo, en Inglaterra no se practica este tipo de cirugía, a diferencia de Francia.

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En el Reino Unido lo único que ofrecen a las mujeres es la posibilidad de facilitar la penetración. A muchas mujeres tienen la vagina cosida, algo horrible y que hace que la penetración sea tremendamente dolorosa. Lo que ofrecen es abrirles la vagina para que pueda haber una penetración normal, pero no tratan el tema del placer.

¿Crees que si no fuerais tan abiertos con el tema del placer y el orgasmo, sería más fácil iniciar alguno de esos procesos?

Creo que ahí está, precisamente, el quid de la cuestión. El mundo tiene el problema de que existe un tabú: un exceso de sexualidad en una mujer es sinónimo de chica mala.

Lo tenemos asumido como parte de nuestra educación, y Clitoraid pretende promover otra idea: que no se mutilen clítoris literalmente, pero tampoco culturalmente. Muchas mujeres estadounidenses se sienten culpables por su sexualidad, por ser demasiado sexuales. Tienes que encontrar el equilibrio adecuado para que se te tome en serio. Las mujeres luchan, pero los hombre, no.

Me gusta eso que has dicho de que no es solo algo físico, sino también social y emocional. ¿Tenéis programas para ayudar a las mujeres a reivindicar su sexualidad tras las operaciones?

Sí, claro. Cuando hablamos de “Hospital del Placer”, nos referimos a que no solo ayudamos a las mujeres con la cirugía, sino también con terapia sexual. Las ayudamos a ellas y a sus maridos o compañeros. Es necesario volver a educarlos en ese aspecto. Una persona que no ha disfrutado su sexualidad no estará receptiva, y eso ha de tratarse con un profesional.

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Y sí, en la comunidad hay mujeres trabajando para Clitoraid que se dedican a ir los pueblos y educar sexualmente a las mujeres de una forma que puedan comprender; es increíble. Abren los ojos como platos y hacen preguntas. Y todo esto ocurre entre mujeres. Debemos aprender unas de otras y no sentirnos mal por ello.

¿Qué objetivos a largo plazo tenéis para erradicar la ablación del clítoris?

En primer lugar, estamos intentando que no se vuelva a mutilar a las mujeres. Esa es la parte más importante. Están torturando a las mujeres, y eso tiene que acabar. Luego también queremos eliminar los tabúes y crear una sociedad equilibrada en la que se respete a las mujeres y no se las trate como a putas.

¿Todo esto sería más fácil si no fuera porque pertenecéis al movimiento raeliano?

No nos hacemos esas preguntas. Nosotros solo vemos mujeres que acuden aquí porque quieren recuperar su integridad. No nos preguntan si somos raelianos o qué somos. Sólo quieren saber en qué consiste el procedimiento quirúrgico y someterse a él. Nunca nos preguntamos si cambiaría algo si perteneciéramos a una de las religiones principales. No importa. Al fin y al cabo somos seres humanos que estamos ayudando a otros seres humanos.

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