Debería ser normal pero se ha convertido en viral. Poco se esperaban estos dos chicos de la colla castellera de Minyons de Terrassa que el retrato hecho por la fotógrafa habitual de su colla, Mireia Comas, daría la vuelta al mundo.

25 de septiembre, poco antes de la una del mediodía. En plena celebración de la Mercè, la Plaza Sant Jaume de Barcelona está abarrotada de gente. El silencio invade la explanada. Los Minyons de Terrassa anuncian la llegada de una torre humana jamás vista en la Ciudad Condal: el tres de deu ambfolre i manilles, un castillo de gama extra con diez pisos de alzada, tres por piso, reforzado por dos estructuras complementarias a modo de puntal (el folre y las manilles).

Precisamente en las manilles se encontraban estos dos jóvenes, Miquel Aguilar y Gerard Pla, que celebraron muy efusivamente aquel logro y sellaron su pasión por los castells con un apasionado beso.

Miquel y Gerard se conocieron en el instituto. El primero en apuntarse a castellers fue Gerard y un año más tarde se añadió Miquel. "Entrenamos tres veces entre semana y luego nos vemos los fines de semana de actuación. Sin embargo, no nos da pereza. Al contrario. Somos una gran familia", explica Gerard.

Pla compagina su pasión por los castells con su trabajo freelance como ilustrador y pintor, mientras que Aguilar ha decidido emprender un viaje a Estados Unidos para dedicarse a los deportes de montaña y dejar en stand by (especifica que temporalmente) su labor de casteller en la colla: "Será bastante sencillo sustituirme. Soy un chico normal con unas medidas normales. Pensad que en una actuación grande somos unos 500 castellers de una misma colla, por lo que seguro que habrá algún otro chico con mi perfil, argumenta Miquel".

No fue una apuesta, fue más bien un tema pendiente. Las ganas de hacer un castillo de estas características provocó a estos jóvenes una explosión de emoción.

"Fui yo el que me lancé", confiesa Miquel. En la Diada de San Félix ya lo habíamos hablado y habíamos dicho que si lo descargábamos nos besaríamos para dejar a todo el mundo con la boca abierta". Aquel día no pudo ser, el castillo que prepararon se derrumbó, pero no desistieron y volvieron a intentarlo durante las fiestas de La Mercè.

"Cuando estábamos descargando la torre hubo una euforia máxima por el hito histórico que habíamos logrado, y fue entonces cuando supe que aquel beso se materializaría". Lo que no sabían es que Mireia estaría esperándolos con su cámara para inmortalizarlo y convertirlo en un icono de la libertad sexual.

"Le volvería a besar las veces que hiciera falta. Somos muy amigos, nos queremos muchísimo y este beso lo teníamos pendiente", explican a VICE.

Mireia Comas hace tres años que acompaña los Minyons de Terrassa en sus actuaciones. De hecho incluso el pasado agosto sacó un libro con algunas de sus mejores fotos. Ahora asegura que le han llamado desde EUA para utilizar su fotografía en varios periódicos.

"Vimos la imagen hace días pero no esperábamos que tanta gente la viese, explican incrédulos los chicos. Días después de colgar la foto la compartieron algunos políticos, pero no fue hasta ayer que un periodista con muchos seguidores lo compartió y se convirtió en viral".

La clave del éxito fue Xavier Aldekoa, corresponsal a África con más de 50.000K en Twitter. La fuerza del beso fue tan descomunal que hasta él mismo se sorprendió de la repercusión.

He tardado en ver el beso. Vaya fotón.

Foto de — Xavier Aldekoa (@xavieraldekoa)5 de octubre de 2016

No era la primera vez que una foto de Mireia Comas se convertía en Trending Topic. La fotografía de la colla haciendo un castell en Montserrat fue tendencia en España en junio del 2014.

Espectacular pilar dels — mireia comas (@mireiacomas)21 de junio de 2014

La imagen no ha tardado en convertirse en una bandera del amor sin tabúes. Incluso algunos se la han apoderado como un nuevo icono del colectivo LGTB.

"Para nosotros esta imagen demuestra que los hombres también nos podemos besar y nadie se tiene que asustar por ello. Nos enorgullece haberlo hecho", explican Miquel y Gerard. Aunque no se esperaban convertirse en un emblema de homosexualidad están contentos de poderla representar si eso significa avanzar hacia la igualdad de derechos y la no discriminación.

"Nos han convertido en iconos de muchas cosas, hasta nos han comparado con los protagonistas del beso de Times Square. Nos hace mucha gracia ver como este beso ha conmovido a tanta gente y nos sorprende que haya llegado tan lejos".

A pesar de que son solo amigos dicen tener la mentalidad abierta y promueven esa actitud mediante sus acciones: "La sociedad está suficientemente evolucionada como para que estemos preparados para ver eso", asegura Miquel.