Fotos: Recibí el año liberando tortugas bebé en Guerrero

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Fotos: Recibí el año liberando tortugas bebé en Guerrero

Está oscuro y no podemos hacer ruido. Es la mitad de la noche y observamos cómo una tortuga se arrastra buscando un buen lugar en la arena para dejar sus huevos. Como cada noche, Javier salió de patrulla en búsqueda de las tortugas marinas hembras que vienen a dejar sus huevos en la playa. Esta vez, me invitaron a pasar el año nuevo en el Sirenito Macho.

Javier es el dueño del Sirenito Macho, un campamento tortuguero y asociación civil sin fines de lucro. El Sirenito está ubicado en la playa las Peñitas, en el municipio de Marquelia, que forma parte de las comunidades afromexicanas de la Costa Chica de Guerrero.

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El Sirenito busca proteger y crear consciencia sobre las especies de tortugas que frecuenten las playas de la Costa Chica: la Golfina, que visita la playa de junio hasta octubre; la Laúd, que viene de noviembre a enero; y la Prieta. Estos animales prehistóricos fueron declarados en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales (UICN). Por su parte, PROFEPA proporcionó una Ley de Especies en Peligro de Extinción en 1973, pero la iniciativa más importante viene de la gente local que hace de la inspección de la costa su misión de vida.

Cada noche Javier recorre unos de 18 kilómetros de playa junto con voluntarios locales que monitorean el área durante toda la noche. Cada vez que identifican a una hembra Javier se dirige en cuatrimoto hacia el lugar del desove; tiene que llegar antes de los saqueadores que quieren comercializar los huevos.

Mientras nos acercamos a la tortuga, Javier nos indica que es una Laúd hembra. Nos dice que es joven, porque mide 1.35m (los mas viejos pueden medir hasta casi dos metros) y le toma mucho tiempo encontrar un buen lugar. Finalmente la tortuga empieza a hacer un agujero en la arena. No podemos ver claramente; solamente se ven los tiros de arena en el aire. Después de media hora la tortuga entra en un estado de trance, y es el momento en que podremos acercarnos hasta tocar su piel.

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El peligro más grande para la tortuga es el hombre; las tortugas se quedan atrapadas en las redes de los pescadores, son cazadas por su carne y sus huevos son robados. También el deterioro del medio ambiente, la ocupación de sus tierras, infecciones y desastres naturales afectan a la población tortuguera. Además, en algunas comunidades el consumo de huevo de tortuga forma parte de su dieta, como en la costa de Guerrero y en el Istmo.

"En el Istmo forma parte de su cultura e historia. En este lugar se permite el consumo porque la gente también cuida y da protección a las tortugas", me explica Javier. También comenta que el tráfico de huevos de tortuga solía ser mayor. Llevaban el producto hasta mercados como el de Sonora, la Central de Abasto y Tepito en la Ciudad de México, y otros en Acapulco y Chilpancingo. Ahora el consumo se queda principalmente a nivel local y el comercio de estos huevos en otros lugares se hace de manera clandestina y generalmente sobre pedido. Las consecuencias para los saqueadores van de uno a nueve años de prisión y una multa de por lo menos 25,000 pesos.

Por lo general, la tortuga Laúd deja entre 40 y 60 huevos, que son transportados al campamento, donde necesitan unos 45 días antes de que las crías nazcan y sean liberadas en el mar. En el Sirenito Macho han liberado unas 200,000 crías al año, pero solamente diez por ciento de éstas llegarán a la edad adulta. A pesar de esto, cada temporada de desove los lugareños y los visitantes siguen haciendo su trabajo con mucho optimismo con la esperanza de prevenir la desaparición de la tortuga laúd.

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Durante el desove la tortuga esta en trance. Javier saca los huevos para luego transportarlas a los nidos en el campamento.

Después el desove la tortuga regresa otra vez al mar. Solamente las hembras vienen a la playa para dejar sus huevos.

Los nidos protegidos con todos sus datos en el campamento del Sirenito Macho.

Las mallas de alambre circundan los nidos de las crías que están por nacer.

Tortuga recién nacida.

Crías que acaban de nacer, deben estar liberadas en el mar dentro de unas horas.

Foto antigua de la liberación de tortugas.

En la sala de platicas antes de liberar tortugas.

Javier explica como él protege a las diferentes especies de tortuga.

Solamente diez por ciento de las tortugas liberadas sobrevive la vida en el mar.

Puesta de sol en la playa Las Peñitas, Marquelia.