Como la música electrónica en Latinoamérica ha explotado en línea con una tendencia mundial, cada vez más productoras están reafirmando su espacio dentro de este nuevo boom creativo, no como compinches o voces incorpóreas en muestras fragmentadas, sino como creadoras que toman posesión de su propia narrativa para contar sus historias a través de beats, sintetizadores y letras poderosas. Están creando música que hace más que llamar la atención: cambia las percepciones de cómo deberían sonar las mujeres artistas de la música electrónica. Pero, los tiempos están cambiando. Si bien el sexismo ha sido históricamente desenfrenado en las escenas, está mostrando signos de desaceleración, con más mujeres al frente de sellos y fiestas, y más hombres que las defienden también.
Este es tan solo uno de los párrafos incluidos en el artículo The Women of Latin American Electronic Music, donde el portal bandcamp daily resalta la labor de siete artistas de música electrónica provenientes de Latinoamérica. Nombres como Kaleema, de Argentina; Érica Alves, de Brasil; o Ela Minus, de Colombia, demuestran que en este terruño latino hay toda una paleta de colores por explotar en el universo electrónico.
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