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Comida

En este país ya están prohibidos los alimentos transgénicos

Otro país se une a la lucha contra los alimentos transgénicos. En México el debate crece, ¿se deben prohibir también o solamente regular?
Photo via Flickr user Chris Combe

Cuando la Madre Rusia prohíbe la comida, no lo hace a medias tintas.

El año pasado, como represalia a las sanciones occidentales, Rusia prohibió casi todas las importaciones de alimentos de los EE.UU., Noruega, Canadá, Australia y la Unión Europea, privando a su propia gente de carne, pescado, queso, leche, y productos importados.

Y, durante el verano, también embargó y destruyó los alimentos occidentales dentro de Crimea. Eso provocó que toneladas de lechuga holandesa, tomates italianos y queso europeo fueran quemadas, enterradas, y arrolladas por las fuerzas rusas.

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"En cuanto a los organismos modificados genéticamente, hemos tomado la decisión de no usar transgénicos en la producción de alimentos", dijo el viceprimer ministro de Rusia, Arkady Dvorkovich, frente a periodistas en una conferencia internacional sobre biotecnología, informó Reuters.

Pero Dvorkovich también dijo que la restricción sobre los transgénicos se limita estrictamente a los alimentos, y que otros sectores de la economía no se verán afectados. "Éste no es un tema sencillo, tenemos que hacer un trabajo muy minucioso en la división en estas esferas y formar un fundamento jurídico sobre esta base".

Esta decisión va de la mano con cambios similares por homólogos europeos, como Francia, Escocia y Alemania, quienes se comprometieron a deshacerse de los cultivos modificados genéticamente. En los Estados Unidos, como en México, donde los productos transgénicos no están prohibidos, existe un fuerte debate sobre cómo, si es que, deben estar etiquetados.

Pero mientras que la idea de la "comida Frankenstein" con el código genético alterado puede parecer inquietante en la superficie, aún no hay evidencia sólida de que los transgénicos son perjudiciales para la salud humana y algunos investigadores sostienen que los organismos alterados en realidad pueden proporcionar una fuente sustentable de alimentos en un mundo de recursos finitos y de población creciente.