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el problemático

El Culto: Ruud van Nistelrooy

En "El Culto" de esta semana rendimos homenaje al irreverente y magnífico goleador holandés, Ruud van Nistelrooy.
Illustration by Dan Evans

El miembro de "El Culto" de esta semana es un hombre que, a pesar de su brillantez, es más recordado por sus controversias que por sus goles. Puedes encontrar más entregas aquí.

Grado de culto: El problemático

En la encarnación moderna de la Premier League no hay nadie como Ruud van Nistelrooy. El prolífico, frágil y altanero holandés que poseía una habilidad de otro mundo para catapultar al Manchester United hacia el éxito fue el precursor lógico de Robin van Persie, con quien el linaje de los delanteros holandeses todo poderosos murió y fue reemplazado, trágicamente, por Memphis Depay. Existen unos cuantos delanteros en la Premier League en la actualidad que podrían repetir el papel que Van Nistelrooy desempeñó, ahora que el flexible número 9 sobre la espalda parece cosa del pasado. De igual manera, hay uno que otro jugador con el mismo carisma y la misma inclinación para provocar problemas dentro y fuera de la cancha.

Extrañamente, cuando la gente recuerda a Van Nistelrooy, pocas veces mencionan los 150 goles que anotó en el United. La gente no suele hablar de sus actuaciones cautivadoras, que nos dejaban sin aliento y que ganaban partidos, como aquella vez que le clavó tres goles al Southampton en la temporada 2001/02, sus tres tripletes ante el Newcastle, Fullham y Charlton la campaña siguiente, o su pulverización del Leicester años después. Su marca de 10 anotaciones consecutivas en liga quedó básicamente en el olvido hasta que Jamie Vardy la mejoró en el 2015, cuando fue desempolvada entre las telarañas de la memoria del futbol inglés. Lo que la gente tiende a recordar en lugar de sus logros es la particular tendencia del holandés para meterse en controversias, y la manera en que su carrera en Manchester llegó a un abrupto, sorpresivo y malintencionado final.

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Es posible que exista algo de rencor en la recolección popular del legado de Van Nistelrooy. Incluso cuando se encontraba en su mejor nivel en Manchester, las conversaciones en cantinas con la oposición le pintaban como un goleador afortunado, y algunos seguían pretendiendo que su casi constante racha goleadora era en realidad una colección de punterazos y goles de un toque cerca de la portería. Es cierto que Van Nistelrooy tenía pinta de cazador furtivo, pero su sexto sentido para estar parado en el lugar y momento precisos fue un talento invaluable opuesto a la suerte o el hecho de ser un delantero flojo. Estas eran las características que sus detractores le atribuían, en parte porque envidiaban su éxito y en parte porque, en la Inglaterra machista de principios de los dos mil, había cometido el inolvidable crimen de ser atractivo y dejarse el fleco del cabello.

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Como jugador y persona, Van Nistelrooy sí poseía una tendencia natural para provocar resentimiento y críticas de aquellos ajenos a Old Trafford. Cumplía las expectativas nacionales del futbolista europeo bien parecido y de cabello largo. La opinión pública nunca fue tan reacia a la estimulación como al principio del nuevo milenio, período en el que hordas de jugadores extranjeros ya habían llegado al futbol inglés y lo habían corrompido con sus actos nunca antes vistos y con su talento, flexibilidad técnica, y habilidad para pasar el balón sobre el césped. Al menos, así fue como la gente se sentía y expresaba, y Van Nistelrooy se convirtió, inevitablemente, en un objeto de su ira mojigata.

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De todas maneras, tal vez existía más validez en las quejas sobre el comportamiento de Van Nistelrooy que en las acusaciones sin sentido de sus goles. Después de un famoso partido al que más adelante regresaremos, Arsene Wenger comentó acerca del holandés: "Es un gran jugador, pero su actitud busca provocar y se deja aventar… fuera de la cancha se ve como un chico bueno, pero su comportamiento no es bueno". Aunque el comentario de Wenger no es precisamente objetivo, el fan promedio probablemente sabe lo que quiso dar a entender. Si combinamos el éxito de Van Nistelrooy y su sentido de teatralidad con una impresión general de obsesión individualista, la realidad es que no era querido por los fans más allá de Manchester, porque muchos se molestaban ante los gestos rimbombantes del jugador.

La antipatía contemporánea hacia Van Nistelrooy —y, por supuesto, hacia el Manchester United en general— es una de las razones por la que sus logros son desestimados constantemente o, al menos, opacados en la era moderna. Cuando consideramos que ganó la Premier League, FA Cup y Copa de Liga con el United, al igual que el Botín de Oro con todo y la presencia de Thierry Henry, el hecho que no sea más aclamado es, de alguna manera, increíble. Existe un sentir en el que Van Nistelrooy es el hombre abandonado en una era dorada para el futbol; no exactamente olvidado, pero sin duda no elogiado al nivel de alguno de sus compañeros, y ciertamente no tan premiado como su rival goleador, Henry.

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Similar a Henry, Van Nistelrooy sería exitoso una vez que su tiempo en la Premier League había llegado a su fin, ya que seguiría anotando goles con registros impresionantes y quedándose con La Liga dos veces jugando para el Real Madrid. La manera en que rompió relaciones con el Manchester en 2006 dejó a todos los involucrados con un amargo sabor de boca, y por ello es quizá que sus cualidades como jugador hayan sido algo eclipsadas. Cuando las personas piensan en Van Nistelrooy es difícil no recordar los altercados con Alex Ferguson —la batalla que perdió ante uno de los personajes más temidos— y aquella ocasión en la que llamó "pendejo" al entrenador más exitoso en la historia del Manchester United. También están los episodios de envidia con Cristiano Ronaldo. Se dice que en una ocasión hizo llorar al portugués luego de indicarle que fuera "corriendo con su padre", es decir, con el asistente del United, Carlos Queiroz, poco tiempo después de que el padre de Ronaldo había fallecido.

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Historias como esta demuestran que, aunque sin duda era un gran futbolista, Van Nistelrooy nunca fue visto como una persona agradable. En sus últimos meses con el United, se dice que fue una presencia destructiva en el vestidor. En la biografía de Guillem Balague sobre Cristiano Ronaldo, Rio Ferdinand relata una anécdota en la que, luego de haber presenciado una patada del holandés sobre Ronaldo, el defensor inglés aplicó el mismo trato sobre Van Nistelrooy y éste terminó lanzándole un golpe. Después de ocasionar infinitos problemas a los contrincantes del United a lo largo de seis años, Van Nistelrooy salió del club con la reputación de problemático, grosero y peleonero, y dejó un eco de intranquilidad.

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Punto de entrada: Insoportable

A pesar de no estar en el mismo pedestal de algunos de sus contemporáneos menos controversiales, los fans del Manchester United pueden apreciar a Van Nistelrooy por el genio goleador que fue. Su fichaje con el United se vio retrasado porque en el verano del 2000 se había roto los ligamentos cruzados de su rodilla, justo cuando se iría del PSV. Después de anotar 32 goles en 33 partidos para el Eindhoven la temporada pasada, Ferguson estaba desesperado para ficharlo, pero la transferencia se retrasó un año mientras Van Nistelrooy se recuperaba de su lesión. El incidente pudo haber truncado un gran fichaje, y dejado al Manchester United con 150 goles menos en los siguientes años.

Si Van Nistelrooy no se hubiese recuperado de sus ligamentos, nadie sabe a ciencia cierta si el United habría ganando todo lo que ganó en las siguientes temporadas. Resulta difícil pensar en un jugador que lo haya podido reemplazar, por su talento cautivador y su distintiva personalidad. Así como no existe alguien en la actualidad que pueda hacer lo que Van Nistelrooy hizo, había algunos delanteros que podían emularlo en ese entonces. Esto sólo incrementa la extrañeza de su legado y pone en contexto qué tanto su marcha del United ha obscurecido lo que sucedió antes.

El Momento: La Batalla de Old Trafford, 2003

Se dice que, de todos los momentos dramáticos en la carrera de Van Nistelrooy, el que más se suele mencionar es aquel partido bautizado como "La Batalla de Old Trafford". Ya que la rivalidad entre el United y Arsenal fue el telón de fondo durante gran parte de su carrera en Inglaterra, no nos sorprende que sea recordado por su vital intervención en uno de los choques más gigantescos e importantes. Van Nistelrooy dio una clase de virtuosismo aquel día de septiembre de 2003, y al mismo tiempo se comportó como sólo es sabía hacerlo. Los jugadores rivales estaban tan molestos e indignados por sus payasadas que varios de ellos no pudieron evitar confrontarlo en la cancha y gritarle en su cara.

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Luego de haber provocado a Patrick Vieira con una entrada innecesaria en la segunda parte, Van Nistelrooy se aseguró que su oponente fuese expulsado por reclamar exageradamente al árbitro Steve Bennett. Aunque lo bueno y malo del incidente se debatirá furiosa e ilógicamente hasta el fin de los tiempos, al menos podemos estar de acuerdo que Van Nistelrooy vio la oportunidad para hacer daño, y explotar toda su astucia. Vieira mordió en anzuelo, Van Nistelrooy siguió jugando y, tarde que temprano, tenía un penalti en la bolsa. Todo aquel familiarizado con el mínimo de conocimiento sobre futbol sabe lo que sucedió después.

Ya sea que Van Nistelrooy haya merecido o no los empujones de un enfurecido Martin Keown, la postal del holandés alejándose temerosamente del grupo de jugadores del Arsenal es icónica. Quizá sea la imagen que define la rivalidad que marcó todo una era en la Premier League. Tenemos que destacar que Van Nistelrooy obtuvo se revancha del equipo que se convertiría en los Invencibles, al dar fin a su racha invicta un año después y redimiéndose desde los once pasos. Sin embargo, no se le recuerda por esto. Es recordado por la molestia, controversia, por ser el factor que daba fin a la harmonía y, sobre todo, por convertir la altanería en arte.

Palabras finales

"Su comportamiento fue cada vez peor… No creo que haya sido popular para el final".

—Alex Ferguson al describir en su autobiografía el período de Van Nistelrooy en el United.

Texto: @W_F_Magee // Ilustración: @Dan_Draws