¿Cómo va la lucha contra la gordura en México?

El hombre —de nacionalidad mexicana— más obeso del mundo murió en el 2014, pero desde el año pasado otro mexicano llegó a reemplazarlo, y no necesito salir de su cama.

El problema de obesidad es grave. Sí, en cuestiones de salud el 2016 tampoco fue el año de México; ocupamos el primer lugar en muertes por diabetes en todo el mundo y los porcentajes de sobrepeso y obesidad continúan en aumento, mientras que las estrategias gubernamentales para combatirlas son ineficientes.

Estamos viviendo una epidemia y las políticas no han logrado prevengan contener o solucionar el problema.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, la obesidad aumentó entre los adolescentes y las personas mayores de 20 años. Por supuesto está en nosotros ejercitarnos diariamente y elegir la opción más saludable entre el bombardeo de azúcar que nos ofrece la industria alimentaria. Sin embargo, también es necesario acciones integrales coordinadas por el gobierno para prevenir todo tipo de enfermedades.

El 31 de octubre del año 2013 , el presidente Enrique Peña Nieto presentó la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, Obesidad y la Diabetes. Un montón de regulaciones que le convenían a la industria de alimentos y bebidas, y los menos beneficiados éramos nosotros.

¿Resultado? Fracaso.

Sólo basta ver la evaluación de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 y un análisis de La Alianza por la Salud Alimentaria.

En esta ocasión MUNCHIES revisó las estrategias del gobierno de Enrique Peña Nieto.

El objetivo de esta estrategia era adoptar un sistema con mayor entendimiento en el etiquetado, sin embargo, la industria adoptó términos incomprensibles como: "azúcares totales" y "otras grasas", en lugar de "azúcares añadidos" y "grasas totales"; entre otros porcentajes que se necesita de tiempo y cálculos para descifrarlos. No te culpamos por no entenderlo, según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) sólo el 31.7 por ciento de los estudiantes de nutrición encuestados fueron capaces de estimar correctamente el contenido energético total del producto, y únicamente el 1.8 por ciento de ellos respondió afirmativamente a todas las preguntas. En otros países, como Chile, han tomado medidas más extremas con etiquetados muchos más fáciles entender.

Como todos, en algún momento de la infancia, escondimos decenas de sándwiches en la mochila hasta que el olor de putrefacción nos delatara, pero todo valía la pena mientras pudieras aprovechar los recreos para gastar tus pesitos en papitas, dulces y frutsis congelados. Según datos de El poder del Consumidor, al entrar a la primaria, el 25 por ciento de los niños tiene obesidad y al salir, la cifra aumenta casi al 40 por ciento.

Se supone que un niño de primaria debe consumir aproximadamente 237 kcal en cada refrigerio escolar y la mayoría consume casi 561 calorías en cada recreo.

Bueno, a partir de mayo del 2014 se publicó un acuerdo en el que se establecen los lineamientos generales para la distribución de alimentos y bebidas, preparados y procesados, en las escuelas del Sistema Educativo Nacional, estos establecen que el refrigerio deberán ser frutas y verduras, cereal integral, leguminosas y agua simple. Esta ley existe, pero únicamente el 3.9 por ciento de las escuelas mexicanas la respeta.

Todo lo anterior, sin contar con el paletero, el puesto de dulces, el carrito de nieves y papitas, y la señora que vende pasteles en la cajuela de su auto afuera de las escuelas.

Esta regulación prohíbe la publicidad dirigida a niños de los productos que no cumplan con los criterios nutrimentales especificados, sin embargo estos criterios fueron desarrollados por empresas transnacionales como Coca-Cola, PepsiCo, Danone, Kellogg's, McDonald's Europe o Unilever. La ley podrá haber afectado a Chabelo y su programa dominical que ya no se transmite [lágrimas]. Pero esta publicidad se controla sólo en televisión y dentro del horario infantil. Y por supuesto, los niños son los amos del control remoto la mayor parte del día cuando están en casa.

La Comisión Federal para la Protección contra riesgos Sanitarios (COFEPRIS), diseñó un sello nutrimental con el propósito de promover a los alimentos que cumplen con los criterios nutrimentales, el cual lo otorga la Secretaría de Salud. El problema es que estos criterios son menos estrictos que los utilizados en otros países. Un ejemplo según la Alianza por la Salud Alimentaria es que México permite a un cereal con 30 gramos de azúcar por 100 gramos de producto portar el distintivo, mientras que en Dinamarca, Noruega y Suecia el límite son 13 gramos de azúcar por 100 gramos de producto.

La estrategia en general retomó las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, pero digamos que todo en la coordinación de Enrique Peña Nieto simplemente no funciona. Acaba de iniciar el 2017 y los datos definitivos se presentarán dentro de dos años, aún queda tiempo para que mínimo por nuestra propia cuenta logremos disminuir los porcentajes de obesidad y diabetes en nuestro país.