El helado vegano me ayudó a mantenerme sobria

He cocinado durante 35 años. Es mi vida.

Abrí Sbicca en 1998. Tuvimos éxito inmediato. Hemos ganado premios con el restaurante y he ganado premios locales de forma individual como chef. Sin embargo, hay un lado de esta historia de éxito que corre paralela con todo esto: estaba bebiendo mucho. Empecé a tocar fondo emocional, espiritual y físicamente mientras ganaba todos esos premios.

Luego mi gelato vegano entró en mi vida.

Simplemente no podía soportar toda la presión, así que la bebida era mi escape. Me sentía muy mal. Tenía todos estos maravillosos premios, una casa bonita, un buen auto y un buen marido, sin embargo no estaba contenta. Celebramos mucho, pero estaba tratando de llenar un hueco que no podía ser cubierto con drogas o alcohol. Llegó a un punto en el que prefería permanecer en el trabajo en lugar de ir a casa, solo para poder beber más. Se volvió un exceso rápidamente después de eso. Necesitaba ayuda.

Siempre sentí esta sensación de vacío en el interior y sabía que, en el fondo, probablemente moriría si no hacía algo al respecto, porque iba por mal camino. Algo tenía que cambiar, así que decidí vender mi restaurante y dejar el negocio de los restaurantes por completo en el año 2011.

Quedé perdida después de esto. Me separé de mi marido, y poco después me diagnosticaron una enfermedad autoinmune. Esto me dejó aún más deprimida. Un amigo me habló de un lugar en Lemon Grove, California llamado Optimum Health Institute. Fui allí por una semana y me sentí tan bien como nunca antes. Me impusieron una dieta vegana de alimentos crudos, y si bien fue increíble, era bastante extrema, ya que no había cocción involucrada.

Soy cocinera, después de todo. Sin cocinar, ya no sabía quién era yo.

Para un chef, la dieta de alimentos crudos es un territorio desconocido. Tomó un poco de tiempo acostumbrarme, pero tenía una buena razón para entrar en esta dieta porque sentía la diferencia cuando comía esto con mi enfermedad autoinmune. Sin embargo, ya que no comía carne, tuve que hacerme un examen de conciencia. Mi boca aún saliva cada vez que veo un bistec. No estoy en contra de comer carne, pero simplemente no puedo [hacerlo] por mi salud.

Así que empecé a jugar en la cocina con mi Cuisinart. Lo que me funcionó fue el helado. Imaginaba recetas de cómo podría recrear los sabores ricos que solía amar de una manera basada en plantas. Se me ocurrió una receta de helado que la gente realmente comenzó a disfrutar. Empecé a llevarlo a los mercados de agricultores locales, y a la gente ahí también le empezó a gustar. Luego conseguí un inversor, obtuve un lugar en Whole Foods, y ahora estoy en mi camino a construir un imperio de helado.

Para mí, ni siquiera se trata del sabor del helado. Lo pruebo y me encanta, pero lo que más me gusta es ver a otras personas disfrutarlo. Se trata más del trabajo que se requiere para hacerlo. Eso fue lo que me motivó a lo largo de esta etapa de mi vida. Puedo decir con seguridad que superé el alcohol. Solía cocinar con una gran cantidad de vinos y licores, pero ya no es un desencadenador para mí. Estoy agradecida.

Espero que mi historia inspire a otras personas a buscar ayuda, especialmente a los chefs. Bájenle y busquen ayuda. No lo sabes todo, y no puedes controlar todo a tu alrededor en la vida. Eso fue lo que yo intenté hacer y seguí fallando y fallando y bebiendo más y bebiendo más.

Veo a donde estoy hoy y eso me hace muy feliz. No podría haber hecho nada de esto sin estar sobria.

Como se lo contó a Javier Cabral

Susan Sbicca es la ex co-propietaria y chef ejecutiva de la premiada Sbicca, en Del Mar, California y el Meritage Restaurant & Bar en Encinitas, California. Es la fundadora de Millie's Gelato.