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NFL

Lo que ‘odiamos ver’ de los impactos en el futbol americano

Dos grandes golpes, una tremenda conmoción.
Tim Heitman-USA TODAY Sports

Justo antes del medio tiempo en el juego de los Seahawks-Cowboys, Ricardo Lockette recibió un impacto y no se paró. Se quedó en el césped del Cowboys Stadium alrededor de cinco minutos, sin moverse casi todo ese tiempo.

"Vaya que fue un gran impacto, está noqueado, esperamos que esté bien", dijo el comentarista Troy Aikman poco después del choque, a pesar de que era obvio que Lockette no se encontraba bien (Lockette necesitará cirugía de cuello). "Vemos este tipo de colisiones en los partidos, ya sea durante el kickoff o en los despejes como es el caso de este. Son impactantes choques que han eliminado de todo lo demás en los partidos, pero estos son golpes violentos que suceden en el tipo de juegos que seguimos teniendo."

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Después de que Thom Brennaman leyera una promoción para la revista Men's Health —un tono algo irónico cuando un hombre está tirado inconsciente en el campo— los comentaristas continuaron hablando de cómo el futbol americano, en general, es bastante seguro, excepto para los equipos especiales.

"Una colisión muy, muy, muy violenta", repitió Brennaman.

Acto seguido, el experto en las reglas de la NFL, Mike Pereira, dijo que ninguna regla había sido violada en el impacto: "Lo analizas y simplemente odias ver este tipo de cosas. ¿Qué pudo haber sido?¿Fue un bloqueo ciego? No lo es. Vino por enfrente." Después de hablar de lo seguro que es el futbol americano desde que la línea de despeje fue movida, Pereira evocó el enunciado de Alkman una vez más: "Simplemente odias ver este tipo de cosas."

A pesar de la declaración de Aikman de que este tipo de choques solo suceden en los despejes, un impacto casi idéntico al de Lockette se dio durante una jugada regular en el mismo cuarto, cuando el ofensivo de los Cowboys, La'el Collins, arrolló a dos defensores de Seattle, de los cuales en el segundo Collins corrió a toda velocidad con la cabeza hacia abajo en dirección de Earl Thomas:

Thomas se levantó. Se encontraba, bajo toda indicación, bien, y así es como la jugada de Collins obtuvo el trato de gran impacto por parte de SB Nation, Deadspin, y esta página web, entre otras (comparamos a Collins con una personaje de caricatura). De forma para nada sorprendente, el canal oficial de la NFL en YouTube le dedicó a La'el Collins su propio vídeo destacado. La jugada también obtuvo un vídeo en la página NFL.com, titulado "La'el Collins hace una estupenda jugada para sus compañeros", lo cual es increíblemente impreciso dado que la jugada había terminado cuando arrolló a Thomas. Ni NFL.com, ni su canal de YouTube subieron un vídeo del golpe de Lockette.

Sí, hubo diferencias menores entre los dos impactos. Collins estuvo un poco más dentro del rango de visión de Thomas, aunque no está claro si Thomas lo estaba viendo directamente o seguía enganchado en la jugada. Por otra parte, Lockette vio claramente a Jeff Heath a la mera hora y bajó su cabeza en un gesto instintivo por protegerse; solo un recordatorio más de que las tacleadas con la cabeza arriba son fundamentalmente una lógica con defectos. Bajar la cabeza cuando corremos es un movimiento natural, hasta necesario. La NFL está tratando, literalmente, de redefinir la fisiología humana en su intento por hacer este deporte más seguro. Sorpresivamente, no está funcionando.

No se trata de las particularidades de los impactos de lo que hablamos. Mi creencia es que, si le muestras ambos choques a alguien no versado en la narrativa cultural del futbol americano, pero bien educado en traumas por colisiones, será poco probable que vean la verdadera diferencia. Collins baja su cabeza también; fácilmente pudo haber hecho contacto casco contra casco con Thomas y haberlo noqueado bruscamente, lo cual la NFL no habría elogiado como una "excelente jugada para los compañeros". De hecho, jamás habrían subido el vídeo en primer lugar.

"Odiamos ver estas cosas", los panelistas de FOX siguieron repitiendo, pero exactamente, ¿qué odiamos ver? ¿Odiamos ver a dos hombres corriendo a máxima velocidad el uno hacia el otro cubiertos en armaduras? ¿Los cascos abajo? ¿La colisión? ¿A uno de los hombres caer al piso? No, solo odiamos verlo cuando alguien no logra pararse. Lo odiamos pero seguiremos viéndolo porque seguirá ocurriendo en las narices de las audiencias récord de TV. Estos dos impactos ejemplifican cuán voluble e indefinida es la línea entre lo que amamos y odiamos ver en un campo de futbol americano. Seguiremos viendo ambos.