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Si hay vida en Marte, cada vez lo tiene más chungo para esconderse del nuevo robot de la NASA

El nuevo astromóvil de la NASA llegará a Marte el 18 de febrero de 2021 y está diseñado para encontrar cualquier rastro de vida en el planeta rojo.

Boceto del rover Mars 2020. Imagen: NASA

Este artículo se publicó originalmente en Motherboard, nuestra plataforma dedicada a la ciencia y a la tecnología.

18 de febrero de 2021: marcad todos esta fecha en el calendario, porque es el día en que el nuevo astromóvil de la NASA aterrizará en la superficie de Marte.

El Mars 2020 es básicamente una versión mejorada del rover Curiosity, que actualmente se pasea por el planeta rojo. Se calcula que el coste de producción del nuevo vehículo será de 1.900 millones de dólares. Irá equipado con 7 instrumentos especializados para averiguarlo absolutamente todo sobre Marte. Una misión de esta envergadura requiere años de planificación, y para garantizar su éxito, sus responsables están aprovechando la experiencia de misiones anteriores.

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A partir de la información recogida por el Curiosity sobre las condiciones ambientales de Marte, los equipos de la NASA están trabajando para adaptar mejor el nuevo rover al entorno marciano, y esperan que, gracias a sus sensores únicos, el vehículo pueda aportar nuevos datos sobre la habitabilidad del planeta.

Durante la celebración de la Conferencia sobre la Tierra y el espacio, de la Asociación Estadounidense de Ingenieros Civiles, el principal responsable del instrumento SHERLOC instalado en el Mars 2020 y gerente de sección adjunto de ciencia planetaria del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Luther Beegle, habló de la importancia de esta misión.

"Nuestro objetivo es poder llevar a cabo investigaciones científicas in situ", nos explicó después de la conferencia. "Tenemos que catalogar las muestras y saber exactamente de dónde proceden. La Tierra está plagada de trozos de Marte (meteoritos), pero el problema es que han sido alterados (debido a procesos como el propio impacto) y que tampoco sabemos de dónde vienen".

Agujeros practicados por el Curiosity para tomar muestras del suelo marciano. Imagen: NASA

Esta misión permitirá estudiar las posibilidades de habitar el planeta rojo y recoger nuevas muestras para traerlas de vuelta a la Tierra. En vista del éxito de la misión del Curiosity, el Mars 2020 estará equipado en su mayor parte con los mismos componentes de hardware que su antecesor. El nuevo rover también protagonizará sus siete minutos de tensión máxima, ya que aterrizará en la superficie de Marte del mismo modo que lo hizo el Curiosity.

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"Para el ojo inexperto, el Mars 2020 parece una copia exacta del Curiosity", afirma Beegle, "pero hay una buena razón para ello". Construir un nuevo rover de cero es extremadamente complicado, así que al fabricar el nuevo astromóvil lo más parecido posible al Curiosity, la NASA puede utilizar la tecnología de la que ya dispone, reducir costes y añadir nuevas características al vehículo.

Ambos robots, por ejemplo, están equipados con taladros. Mientras que el Curiosity deposita el material que se produce al perforar en su laboratorio para su posterior análisis, el Mars 2020 empaquetará las muestras interesantes para recolectarlas más adelante. Beegle afirma que no se trata de una misión para traer muestras de vuelta, sino el principio de una campaña de recuperación de muestras. Cuando el rover encuentre algo de valor, podrá utilizar el taladro para recoger una muestra, depositarla y sellarla en un contenedor para que otro rover la recoja en el futuro.

Hace poco el Curiosity hizo su décima perforación, cada una de las cuales aporta nuevos datos a los equipos científicos. Sin embargo, la bomba que permite el funcionamiento de uno de los analizadores de muestras del vehículo (llamado SAM) tiene una duración limitada, por lo que los científicos se ven obligados a escoger cuidadosamente el material que quieren analizar. El Mars 2020 no tendrá este problema, ya que se limitará a empaquetar las muestras para su posterior análisis.

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"Aprovechamos todo lo que hemos aprendido con el Curiosity para que las operaciones en Marte sean mejores y más eficaces", nos contó Beegle. "Ahora sabemos mucho más sobre los procesos químicos y las condiciones climáticas de Marte que cuando estábamos diseñando el Curiosity, lo que nos aporta cierta ventaja respecto a la misión anterior. Por lo general tenemos que trabajar y diseñar los instrumentos a partir de suposiciones".

Estos son los instrumentos que llevará el Mars 2020. Imagen: NASA

Para ayudarle en su misión, el Mars 2020 incorporará el SHERLOC (acrónimo inglés del instrumento de Escaneo de Ambientes Habitables con Raman y Luminiscencia para compuestos Orgánicos y Químicos), un dispositivo que convertirá al nuevo rover en una especie de detective capaz de rastrear cualquier señal de compuestos orgánicos.

El SHERLOC se compone de dos partes: un generador de imágenes y un espectrómetro láser. El primero ofrecerá información sobre el estado del propio vehículo y sobre las muestras de roca, mientras que el espectroscopio analizará minerales que se encuentren en entornos hidrológicos y buscará moléculas orgánicas. Al obtener información sobre qué compuestos orgánicos se forman en cada lugar, los científicos esperan hallar pruebas que demuestren que pudo haber vida en Marte.

"En Marte ha habido agua durante mucho tiempo, como demuestran los lechos de lagos, ríos y océanos en la superficie del planeta", explica. "Sabemos que había muchísima agua en estado líquido sobre la superficie de Marte en el mismo periodo en que empezó a formarse vida en la Tierra. Ahora ya podemos averiguar si alguna vez ha habido vida en Marte".

"Disponemos del conocimiento y la comprensión del universo suficientes para dar respuesta a esta incógnita. Si resulta que ha habido vida en Marte y que era distinta a la que hay en la Tierra, sería un grandísimo descubrimiento.

"Si nunca ha habido vida en Marte, pensaremos: ¡Vaya! Entonces quizá sí seamos especiales y la vida en la Tierra sea algo valiosísimo", afirma Beegle.

Beegle señaló que actualmente no sabemos qué estamos buscando, ya que solo conocemos un ejemplo de vida. Nos hemos centrado en Marte porque llevamos décadas estudiándolo, sabemos mucho de él y creemos que sabemos qué buscar. Poder traer muestras de vuelta es una herramienta muy valiosa que nos aportará mucho durante las próximas décadas.

Traducción por Mario Abad.