El entroido Ribeirao, como se conoce a este ancestral carnaval, se celebra en las montañas de Lugo, en Santiago de Arriba. Fue prohibido durante la guerra civil bajo pena de multa. Los más viejos cuentan que pese a la prohibición los hombres salían por el pueblo desafiando a las autoridades. El cura, por aquel entonces, se encargaba de avisar a la policía y cuando llegaban estos la gente corría a sus casas.
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Todo gira entorno al fin del invierno y la crítica a los señores feudales. Los "maragatos", hombres vestidos con pieles de animales escenifican en tono satírico los problemas de la sociedad y custodian a la primavera.Hoy, se celebra en una plaza de tierra en lo alto del pueblo, rodeada de berzas y patatas. "Volantes", "puchos" y "maragatos" atraviesan los campos mojados y saltan encima de las legumbres, aunque el recorrido ha cambiado un poco, ya que un vecino con mala hostia se niega a que pisen su terreno.
