Imagen modificada vía.
Cuando una se sumerge en estas historias puede encontrar cosas realmente extrañas pero entre todas ellas hay una que se lleva la palma y que parece que ahora ha vuelto a salir a flote, una historia que tiene más de leyenda urbana que de realidad según la cual es el CNI – los espías españoles – los que están detrás de buena parte de la extrema derecha española, controlándola al servicio de oscuros y misteriosos objetivos. Como todas las leyendas urbanas, no se sabe muy bien cuando se inventó, ni quién lo hizo, tampoco se sabe muy bien qué es lo que tiene de cierto y qué tiene de falso, pero no deja de ser interesante para ver que no es la izquierda la única que se pelea por ver quién tiene más Ps, Cs y Es en sus siglas o por quién pone su cara y su nombre en la papeleta de las elecciones. ¿Eh, Pablo?Todo se remonta a los años 70, cuando el SECED – Servicio Central de Documentación -, los servicios de inteligencia franquistas que precedieron al CNI – si, inteligencia y franquistas en la misma frase sigue sin considerarse un oxímoron – empezaron a utilizar directa o indirectamente a los grupos terroristas de ultraderecha que existían en España para aumentar la represión contra el antifranquismo que se estaba viniendo arriba en aquellos años finales de la dictadura, sobre todo después de la muerte de Carrero Blanco, el delfín de Franco.Grupos como el Partido Español Nacional Socialista, el Batallón Vasco-Español y los Guerrilleros de Cristo Rey empezaron a actuar con más violencia contra la oposición, apoyados por la policía y el gobierno, que los protegían cuando no los dirigían directamente y a la vez todo esto se enmarcaba en medio la Operación Gladio , una operación orquestada por la OTAN y la CIA en la que utilizaron a los servicios de inteligencia de Europa Occidental para propagar una ola de terrorismo, tanto real como de operaciones de falsa bandera, para evitar que creciese el comunismo. Cosas de la Guerra Fría.
Publicidad