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Viajes

¡Noche de fiesta con la élite de Moscú!

De fiesta con las personas más adineradas y hermosas del planeta (y el hermano de Jared Leto).

Noventa y nueve por ciento de la Rusia moderna es un enorme y caótico festival de represión. ¿El resto? Es como una especie de explosión climática de personas que crecieron muertas de hambre, y de repente tienen acceso a toda la leche y patatas del mundo. La riqueza extrema de Moscú es todo un fenómeno: algo tan ridículo como fertilizar tu jardín con joyas.

Dado que Rusia es básicamente dos torres gemelas de €xcesos y p:(breza, el concepto del VIP se ha convertido en una obsesión nacional. Es eso o la alcantarilla. Y, por supuesto, el antro se ha convertido en la máxima expresión de esas aspiraciones inalcanzables, sonrisas forzadas, conexiones y presunciones; todo esto lubricado con cocteles que empiezan en los cientos de pesos.

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Como te darás cuenta, soy un gran fan de todas estas mamadas de "psicoanalizar a una nación", PERO también me gusta estar en habitaciones repletas de mujeres rusas bien arregladas. Así que, con el fin de entender el psique del ruso moderno, me gasté todo el dinero que ahorré de vender las fotos de mis vaciones en Corea del Norte conociendo un Moscú VIP: un lugar al que los pobres mortales (literalmente) que no pertenecen a la oligarquía eslava rara vez tiene acceso. Fue una experiencia transformadora.

La primera parada fue el Lookin Rooms. No estaba seguro de que sería el mejor ejemplo de la alta cultura moscovita que los taxistas locales me prometieron; más como un espectáculo pornográfico dos varos. Pero a quién le importa, ¿cierto?

¡Claro! Ya entendí; los espectáculos pornográficos de dos varos SON la alta cultura moscovita de hoy en día. ¿Qué te parece, Tolstoi? ¿"Un hombre nunca elige una opinión; simplemente usa lo que esté de moda"? Palabras estoicas mi amigo. Aunque me siento un poco atacado por ese anuncio que me recuerda "SÉ COOL" mientras miro avergonzado el trasero de esa inmigrante ucraniana.

Esta foto resume la dinámica de la noche: mujeres atractivas ignorando a güeyes mal vestidos, aunque ligeramente atractivos, para posar frente a la cámara más cercana. De hecho, según descubrí en el transcurso de la noche, en este pueblo, la cámara posee poderes mágicos. Mientras tanto, este sombrío personaje trajeado manoseaba sutilmente una máquina para recargas telefónicas, sin duda creyendo que se trataba del clítoris de una chica de verdad.

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Por supuesto, la interpretación adecuada del mote del Lookin Rooms es que se trata de un lugar para ver y ser visto. Claro, esa mirada se refleja una infinidad de veces en los espejos paralelos y queda inmortalizada por la interminable procesión de fotógragos con cámara o Instagram. Tanta atención es evidencia irrefutable de que eres una PERSONA MUY IMPORTANTE. En particular, yo.

Fue una especie de Edén, supongo.

Esta chica estaba sola y atravesó todo el lugar sólo para pedirme que le tomara una foto, a pesar de que no tenía idea de quién era yo ni dónde terminaría su foto. Espero que te guste VICE.

Jay Kay/Totally Enormous Extinct Dinosaurs también hizo su pose de "la fiesta de mi vida" cuando pasé frente a él con mi cámara. Cuatro segundos antes, había estado en un sillón pidiendo nachos. ¡Lo ves! ¡Las cámaras son mágicas!

Para ser honesto, después de unas horas rolando por este lugar, me la empecé a pasar muy bien. Una parte de mi quería tirar la cámara, sacar un traje de M&S que sólo he podido usar en funerales, y decirle a las chicas más bonitas del lugar que era el hermano de Hugh Grant, y que estaba en la ciudad haciendo negocios muy importantes.

Así que me fui de ese lugar, consciente de que Moscú tenía mucho más que ofrecer…

En la calle nos topamos con esto. A primera vista parece la fiesta de cumpleaños de algún niño, pero resultó ser algo mucho más extraño.

¡Era un rally de motociclistas cristianos ortodoxos! (Obvio).

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En Rusia, no es nada extraño expresar tu amor por Dios con vehículos pintados como transportes de guerra; motocicletas con escapes Dynomax; un evidente desprecio por cualquiera persona no blanca o atea; o con una creencia ultraconservadora en una conspiración judía/musulmana para acabar con Rusia. ¡Viva Rusia!

Este anciano estaba en la calle saludando a los motociclistas ortodoxos y a las Hummers que no paraban de dar vueltas a nuestro alrededor. Tuve una sensación de que ya sabía lo que estaba ocurriendo, que ya había estado ahí. Un momento, Sergiy, el sacerdote soviético terroriste… ¿realmente eres tú?

Por desgracia no era Sergiy, sólo un godo barbón igualito, con las mismas convicciones religiosas. Caminé por las calles otro rato, cuestionando mi propia fe, cuando me topé con esto. Me recordó que necesitaba ver más mujeres ridículamente atractivas y beber más alcohol.

Así que me dirigí a Gaudi, el cual, según me prometieron, era el antro más increíble en todo Moscú. Por desgracia, para entrar a Gaudi tuve que caminar por este enorme callejón, una especie de atajo hasta Auschwitz. "Arbeit macht frei", murmuré, consciente de que para sobrevivir la noche, tendría que TRABAJAR.

Este enorme letrero de "VIP" afuera del lugar me reconfortó un poco. Sabía que éste sería el clímax de la noche, y es el mismo letrero que Putin cuelga en la paredes del Kremlin para dar la bienvenida a los dignatarios extranjeros.

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Esa noche era una gran noche para Gaudi, ya que contaría con la presencia de las más grandes estrellas vistas en Moscú: ¡el hermano de Jared Leto, y el amigo del hermano de Jared Leto! En la jerarquía moscovita de lo VIP, esto era ESTÚPIDAMENTE VIP. Cuando este enorme cadenero ruso se acercó para decirnos que teníamos permiso para pasar un rato con el hermano de Jared Leto y el amigo del hermano de Jared Leto, sentí que acaba de entrar a un mundo todavía más VIP.

En realidad fue una de las entrevistas más extrañas que haya hecho. No tenía idea de quien era este güey y por alguna razón me confundí y empecé a pensar que estaba con el hermano de Jay Leno, no de Jared Leto. Esto hizo que las cosas tuvieran mucho menos sentido.

No tenía preguntas para ellos así que les dije un montón de mentiras. Les dije que era un DJ famoso de Inglaterra que tocado la noche anterior y que había sido un éxito total. El hermano de Jared Leto dijo que le habría encantado estar en la ciudad para verlo, que le encantaba el grime y el bass inglés, y que deberíamos hacer un show juntos la próxima vez. Me sentí como en uno de esos eventos en los que tocan Morrissey y Franz Ferdinand, sólo que nosotros no éramos nadie y estábamos en una habitación oscura en una ex fábrica soviética para esclavos en las afueras de Moscú, intentando desesperadamente de convecernos que éramos alguien en el mundo. Pueden llamarme DJ Malas Vibras.

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Traté de llevar la conversación a algo más convencional y aburrido, algo que me diera tiempo de pensar en una forma de zafarme de eso. No recuero cómo ni por qué, pero el hermano de Jared Leto empezó a hablarme de usar su música para hacerle "facials" a todas las mujeres en el lugar. Le pedí que me explicara a que se refería y me dijo: "Me voy a venir en todos sus rostros. ¡Sí!"

Después tomamos la foto anterior para representar como se vería :( :( :(

En fin, por suerte su agente de relaciones públicas intervino antes de que yo tuviera que hacerlo; después de todo, ¡tenían que dar un show! Esto fue lo que sucedió. Por cierto, yo toco mucho mejor.

No voy a mentir, tengo como 500 fotos de este estúpido lugar, dignas de un título. Cada clic de la cámara hacía que lo amara más y más. Si te dijera que hay un lugar en la Tierra en donde los hombres como éste seducen a las mujeres, quienes literalmente zurean ante su presencia, con iguanas en un sillón cubierto de papel aluminio, pensarías que estoy bromenado. Pues aquí tienes tu evidencia.

Este güey era una mezcla entre el T-1000 de Terminator y David Sylvian. Pero con una novia así de güapa, no hay cómo burlarse de él.

El problema cuando la gente se ve tan bien sin el más mínimo esfuerzo es que se vuelve ridículamente fácil hablar mal de ellos cuando meten la pata. Sólo diré esto: tatuaje falso en el brazo =  FCKU.

Conocimos a otro moscovita arquetípico junto a la mujer enjaulada: un ruso de los suburbios esforzándose por parecer uno de esos rusos rudos que vio en televisión. Cuando sacamos la cámara, puso una pose de bulldog rabioso para reafirmar su masculinidad. Rusia es un lugar realmente patriarcal y demás. #EnfoqueAntropológicoExcesivo

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Pero la noche era joven y todavía quedaba un lugar que visitar, el antro más exlusivo y decadente de todo: Rai. Un taxista armenio llamado Armen (lo cual es gracioso porque es como si hubiera mexicanos llamados Mexi) nos llevó al otro lado de la ciudad, pasando frente al Kremlin.

Para poder entrar a Rai ("Paraíso") tuve que hacer una reservación con días de anticipación. De lo contrario los de "Control Facial" me habrían echado del lugar sin voltearme a ver. "Control Facial" es una práctica increíblemente cruel que implica que un cadenero de Siberia decide de forma completamente arbitraria si entra o no (claro que verte bien/vestirte bien/parecer influyente, siempre ayuda). Son estas pequeñas costumbres las que mantienen viva la obsesión moscovita por presumir tu riqueza. Es como decir que no tiene sentido salir de fiesta si no estás dispuesto a vestirte como una perra ostentosa. Es por esta razón, después de vivir tres meses en Moscú, que siento ganas de vestirme de pies a cabeza con Prada.

En fin, me prometieron el paraíso y no me decepcionaron.

¡Mírenlo! ¡Es como un nivel de Prince of Persia! Nada mejor para disfrutar de una noche de tragos y fiesta que una cabeza de elefante y una escalera de cuerdas.

¡PERFECTO! Una enorme serpiente, mujeres con piernas bonitas y la mirada perdida de un gordo con más dinero que el PIB de medio Sudamérica.

¡Éste ES el lugar!

¡Éste ES!

A la chica de la derecha, quien quiera que seas, donde sea que estés: Te amo. Lamento haber gastado las últimas mil palabras burlándome de todo lo que tú amas. Prometo no volverlo a hacer; suponiendo que me lleves contigo a donde sea que pases tus noches.

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A estas alturas ya comenzaba a delirar, sentía que estaba en otro mundo del que nunca me quería ir. Mientras admiraba al enorme Vishnú que se arrastraba por la pared, me di cuenta que la vida de los VIP moscovitas es el cielo, o la versión de la vida real de un muy buen juego de computadora.

Levanté la mirada y vi a esta chica enjaulada, y al parecer le encanta el rock and roll.

Mira, una cama de sadomasoquismo en el aire. Qué aburrido. Apuesto a que los dueños sólo ponen a personas cogiendo tres noches por semana.

Pero ella. Dios, ella. Ojalá esta desagradable situación no hubiera perturbado tanto mi mente, pero así fue. Lo siento mujer, lo siento consciencia, es culpa del lugar.

Agotado, confundido y alegre, regresé a las calles. Afuera, a las 5am, la gente vomitaba en el río Moskva. Frente a la iglesia dorada que Stalin voló en pedazos y convirtió en una alberca pública antes de que Putin se pusiera nostálgico y la reconstruyera.

Por deprimente que sea, la noche VIP en Moscú resultó ser la mejor noche de mi vida. Todo antro en el mundo es básicamente un enorme desfile de glamour al que la gente va para escapar de los tormentos de su vida diaria: pero este lugar está turbo cargado con mujeres que se convierten en sombras y oro al amanecer, y en cosas compradas con petrodólares.

Al carajo con los hipsters. Ahora soy un VIPster. Puedes hacerte amigo de tu VIPster siguiendo a Alex en Twitter: @alex_hoban