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Coronavirus

Cómo se vive la crisis del coronavirus en España cuando eres una persona sin hogar

“Del coronavirus no tengo miedo, tengo miedo de la gente”.

El estado de alarma nos ha obligado a todos a encerrarnos en nuestras casas para protegernos y proteger a los demás del COVID-19. Nos quejamos por no poder salir, organizamos maratones de actividades en las redes sociales, pero ¿qué pasa con las personas que no tienen una casa donde confinarse? ¿Qué pasa con aquellos que ya eran vulnerables antes de que llegara esta pandemia?

Según las estimaciones de la Estrategia Nacional para Personas sin Hogar 2015-2020, a finales de 2015 había en España una media de 33.275 personas sin hogar. Ese número ha seguido creciendo y aunque no hay cifras actuales al respecto, el Instituto Nacional de Estadística dice que en 2018 “se alojaron 18.001 personas de media diaria en centros de atención a personas sin hogar, casi un 10% más que en 2016” .

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¿Cómo se está enfrentando al coronavirus ese colectivo? Un colectivo que, a su vez, se desdobla en muchos más y con diferentes vulnerabilidades: personas que han perdido su casa, personas con drogodependencia, migrantes o jóvenes extutelados -muchas veces también migrantes- que cumplen la mayoría de edad y ya no pueden estar más en un centro y no tienen donde vivir, entre otros.

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Moussa

A Moussa, de 17 años, le acaban de echar del piso tutelado donde estaba. “Soy menor y no han pensado: 'Bueno, se ha saltado las normas, pero todos nos equivocamos, ¿no?'. Nosotros no tenemos derecho a tener una casa y estamos aquí sin familia, sufriendo. Somos jóvenes y necesitamos ayuda, como todos”.

Ahora mismo le preocupa más su situación irregular que el Covid-19, entre otras cosas porque está convencido de que él es inmune: “A mí no me da miedo, me da miedo la muerte. Yo vengo de Guinea Conakry, a mí ninguna enfermedad puede pasarme, pero si lo digo, la gente no va a creerme. Salí de mi país con 13 años, allí tenemos remedios que no son de la farmacia. Mi abuelo me puso cuando era pequeño y ninguna enfermedad puede hacerme nada en la vida, hasta que me muera”.

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Hamsa

A su lado, sin respetar ninguna distancia de seguridad, está Hamsa, de 19 años, y su opinión es diferente. “Yo he estado un año en la calle y nadie me ha ayudado. Sí tengo miedo, he pasado muchas enfermedades, ahora he perdido todos mis papeles y me dicen que no puedo trabajar”.

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Hortensia

Hortensia tiene 49 años y hace 11 días que vive en la calle. Cuenta que "con el estado de alarma ya no nos dan la comida en el comedor, nos la dan fuera, en la calle, en bolsas, y nos la comemos en un portal o así". También le han dado algunas recomendaciones: “Que nos mantengamos distantes de las personas, que no hagamos grupos…". Ella no parece temer el contagio: “Del coronavirus no tengo miedo, tengo miedo de la gente”.

Óscar y Oussama están sentados esperando que un comedor social de Tarragona les reparta la bolsa con la comida. Óscar lleva unos guantes que le han dado los Mossos.

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Oussama

“Me han parado y les he dicho: 'Toma el DNI', y me han dicho: 'No quiero el DNI, toma los guantes'. Pero no está preocupado por la enfermedad que está creando una crisis sin precedentes en todo el mundo: “Es como una gripe, ¿no? Yo gracias a Dios estoy sano, no tengo el SIDA, no tengo Hepatitis, no tengo nada porque me hago pruebas cuando puedo. Tengo solo piorrea de los dientes, que se me caen solos. Tú lo puedes pasar y si ya lo has pasado, te haces inmune. Y si me pasa algo, pues mejor muerto que vivo, porque para lo que estoy viviendo… Muerto en vida, esa es la palabra, me la tatuaré por algún lado. Muchas veces lo piensas… pero que no, mejor vivir, pero para la gente que estamos en la calle es jodido”. Según explica, lleva toda la vida sin casa, de un lado para otro: “He estado en centros de menores, prisión y siempre en la calle”.

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Lo peor de esta situación de emergencia, dice Óscar, es que al no haber casi nadie por la calle, ya tampoco pueden pedir. Así que con Oussama aprovechan para ensayar un espectáculo que van a hacer cuando todo esto pase.

“Yo soy comediante. Ahora no tengo el altavoz, me lo quitaron los Mossos, pero hago shows. Mientras que estamos con lo del coronavirus le voy explicando a él [Óscar] como es el show, porque los niños ya no salen, no puedo hacer reír a ningún niño, y yo hacía esto con mi hermano, pero hace poco que falleció”, explica Oussama.

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Óscar

Davide, está también en la cola, esperando la comida: “Estaba trabajando en Prosegur y me han echado a partir del Coronavirus. Y del piso también. La policía local me dice de ir a Asistencia Social y Asistencia Social no se hace cargo. Hace 21 años que estoy en España y siempre he trabajado, y ahora me dan una patada en el culo”, cuenta indignado.

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A él los Mossos también le han repartido guantes, como a Óscar: “¿Y qué hago con los guantes, me los como? Es que ni siquiera me valen, me van pequeños. Y la mascarilla en una farmacia te vale 20€. Es que nosotros no podemos estar en la calle. Me dicen que me voy a contagiar… Me voy a contagiar si tú no me echas una mano. He estado con gripe y el médico me ha dicho que estoy perdiendo el oído por estar durmiendo en la calle. Y la asistenta social no se hace responsable, que no puede hacer nada. No lo entiendo”.

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Davide

En muchas ciudades los Ayuntamientos están tomando medidas extraordinarias para atender a personas sintecho. Madrid acaba de habilitar un espacio en IFEMA para acoger a 150 personas con la posibilidad de ampliar plazas hasta 600, además de ampliar la campaña del frío hasta el 31 de mayo para contar con 479 plazas, de un hotel con otras 56 plazas ampliables a 110 y de una pensión con 40 plazas y capacidad para llegar a 70. Desde el Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa, regidora de Salud, Envejecimiento y Curas, ha explicado en rueda de prensa que los tres centros de acogida que hay en la ciudad están abiertos 24h y “en breves podremos abrir el Pere Calafell, que tendrá 110 plazas más” y que también prestará atención 24h. Habrá que esperar para ver si eso es suficiente.