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Un asesinato de hace 28 años se resolvió gracias a una lata de Coca

La policía había estado tratando de obtener una muestra de ADN de una persona de interés por varios años.
Una lata de Coca-Cola siendo aplastada por una mano.
Foto: Getty Images.

Artículo publicado originalmente por Munchies Estados Unidos.

Amanda "Mandy" Stavik habría cumplido 47 años este año. Debería haber cumplido 47 años en la misma forma en que debería haber cumplido 37, 27 o incluso 19 años. Pero Mandy Stavik fue asesinada cuando salió a trotar en día de noviembre de 1989. La vida de la joven de 18 años terminó junto al río Nooksack en el condado rural de Whatcom, Washington.

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Durante 28 años, el Departamento del Sheriff del condado de Whatcom siguió respondiendo ante las pistas potenciales, investigando sospechosos y, reuniéndose una vez al año responsablemente con la madre de Stavik, Mary, para asegurarle que el departamento todavía estaba buscando activamente al asesino de Mandy. En diciembre pasado, el sheriff Bill Elfo finalmente pudo decirle a Mary que habían hecho un arresto en el caso de su hija, y se debió en gran parte a una lata de Coca que un trabajador de una panadería tiró a la basura.

Timothy Forrest Bass había sido una persona de interés durante varios años, especialmente después de que los detectives se enteraron de que el hombre de ahora 50 años de edad vivía a poco más de 1.5 km de Stavik en el momento de su asesinato. Se sabía que asistía a los juegos de baloncesto de la preparatoria de la adolescente para poder verla jugar. Y el día en que desapareció, su ruta la habría llevado a pasar justo enfrente de la casa de Bass. Todo eso fue suficiente para que los oficiales le pidieran al hombre que les proporcionara una muestra voluntaria de ADN. El se negó. Se lo volvieron a pedir, y Bass volvió a negarse.

Según el Bellingham Herald, los agentes se pusieron en contacto con la panadería Franz Bakery, donde Bass trabajaba como conductor de un camión de reparto, y les pidieron que les proporcionara la ruta de entrega de Bass y les permitieran limpiar su camión en busca de ADN, pero la panadería finalmente se negó a cooperar sin una orden de registro o un citatorio.

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A principios de 2017, cuando un detective hizo una visita a la panadería, una empleada lo reconoció y le preguntó si todavía estaban investigando a Bass. El oficial dijo que sí, y la mujer no identificada le hizo un mapa de la ruta de entregas de Bass. “En mi opinión, es de conocimiento público. Puedes sentarte en una esquina y ver a la misma persona pasar a la misma hora todos los días. No es información privilegiada”, dijo ella en la corte a principios de este año. "Sólo se la di [al oficial] después de preguntarle si se trataba de aquél caso y quién era él, entonces sentí la obligación moral humana básica de ayudar".

Los oficiales siguieron a Bass por una noche, pero no pudieron recuperar nada que tuviera su ADN. El detective contactó a la mujer nuevamente, y ella se ofreció a vigilarlo para ver si comía o bebía algo en el trabajo. Fiel a su palabra, recogió una de las tazas de Bass y una lata de Coca-Cola que él había tirado a la basura y se las entregó a la policía. Su ADN fue comparado con el ADN que se había recolectado del cuerpo de Stavik, y resultó compatible.

El 12 de diciembre de 2017, Stavik fue arrestado y acusado de asesinato en primer grado y por la violación en primer grado de Mandy Stavik. (El cargo de violación finalmente fue desestimado varios meses después, debido a las "cuestiones relacionadas con el estatuto de prescripción").

"Creo que lo más destacado de mi carrera, y he tenido una larga carrera, fue poder decirle a la Sra. Stavik que el caso finalmente se resolvió", le dijo Elfo al Bellingham Herald. “Hay gente que ha recorrido el mundo tratando de resolver el caso. Ha habido mucho esfuerzo por parte de muchos detectives diferentes, generaciones de detectives han venido y se han retirado. Esto ha sido algo en lo que nuestros alcaldes han trabajado con esfuerzo y por largo tiempo. Estamos realmente orgullosos de las personas que pusieron su esfuerzo en el caso y esperamos que finalmente haya justicia para Mandy y su familia".

Más de 900 personas asistieron al servicio funerario de Mandy Stavik en diciembre de 1989.

Bass se encuentra recluido en la cárcel del condado de Whatcom, y su juicio está programado para abril de 2019. Si es declarado culpable, enfrentará una pena de entre 20 años y cadena perpetua.