El PSOE y el PP quieren cargarse al lobo ibérico

El lobo ibérico ha vuelto con fuerza a España desde hace unos años. En los 70 y 80 estuvo al punto de extinguirse porque no existía ningún tipo de restricción legislativa que sirviese para protegiese a este especie y se consideraba a los lobos simplemente como un problema para los ganaderos, que se dedicaban a perseguirlos y a cargárselos con la ayuda de los cazadores para evitar que los lobos matasen al ganado.

Gracias al trabajo de los conservacionistas y los ecologistas, así como divulgadores como Félix Rodríguez de la Fuente, la sociedad tomó conciencia y se desarrollaron políticas de protección activa de estos animales, tanto a nivel español como europeo. Hasta ahora.

Desde hace unos años los ganaderos se han organizado y se han convertido en un grupo de presión que busca defender sus intereses particulares por encima de la necesidad de proteger el patrimonio natural colectivo —sí, la fauna entra dentro del patrimonio natural—. Solo en Asturias se destina un millón de euros a reparar los daños causados por los lobos a los ganaderos, unos daños que según los datos de la misma comunidad son completamente insignificantes y a pesar de eso, a los ganaderos les debe parecer poco porque siguen presionando al gobierno y a los partidos políticos para que abran de nuevo la veda y se permita de nuevo la caza del lobo de forma generalizada.

En Salamanca este plan ya se ha puesto en marcha, donde una moción propuesta por el PSOE se ha aprobado recientemente gracias al apoyo del Partido Popular —parece que cuando lo que importa es satisfacer a los que tienen la pasta si que son capaces de ponerse de acuerdo— se acaba de aprobar a pesar de contravenir la normativa europea al respecto y acaban de declarar a la provincia "libre de lobos".

De hecho, como nos ha hecho saber el PACMA, el diputado socialista, José Francisco Bautista, ha justificado esta campaña de exterminio alegando que el lobo en libertad no sirve para nada y que "en alguna finca se puede hacer una repoblación de lobos en la cual se puedan ver, porque ahora no se ven. Llegan, matan, se van, no los ve nadie, no los disfruta nadie. Hay que disfrutarlos, hágase una reserva". Sí: es mejor encerrarlos, que desarrollen enfermedades físicas y mentales, que se atrofien sus músculos y que se desnaturalicen y se conviertan en algo que no son, eso es mucho mejor, más didáctico y refleja realmente como son los lobos. Claro que sí.

No es la primera vez que los políticos se bajan los pantalones frente a estos lobbies, PACMA de nuevo apunta que ya denunciaron a la Junta de León por inflar los números del censo de lobos para crear una imagen de falsa sobrepoblación y justificar las cacerías en la sierra de Zamora.

Está claro que una verdadera sobrepoblación de lobos supondría un problema general, pero la situación actual está muy lejos de ello y la polémica y el debate alrededor del lobo no tiene que ver con una problemática real, si no con unos intereses económicos concretos. Por otro lado, que se siga considerando la caza como la única solución es totalmente arcaico y no soluciona el problema de fondo, simplemente lo dilata en el tiempo y encima lo hace a riesgo de que los animales estén al borde de la extinción, otra vez.