FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Méame en la boca

Usé mi orina para conseguir una sonrisa blanca

Photos by Kara-Lis Coverdale

De acuerdo con la American Academy of Cosmetic Dentistry, el blanqueo de dientes es el tratamiento cosmético más solicitado hoy en día. El año pasado los estadounidenses se gastaron 1400 millones de dólares en productos para blanquear y conseguir la clásica sonrisa hollywoodiense.

Lo que la gente no sabes es que la mayoría de los famosos relucientes, desde Ryan Gosling a Ryan Seacrest, ni siquiera tienen dientes: son todo fundas de porcelana que cuestan una pasta. La otra cosa que la gente no sabe es que el secreto para unos dientes perfectos está en nuestro interior desde hace tiempo, justo detrás de nuestras uretras.

Publicidad

Eso es. La orina es el mejor blanqueador de dientes que podrás encontrar. Está libre de productos químicos, es efectivo y no cuesta un duro. Desde la antigua Roma se ha usado la orina para blanquear la dentadura. Los romanos la usaban también para lavar los platos y hacer la colada haciendo uso del poder limpiador natural del amoníaco que contiene el pis. ¡Ajá, los romanos se meaban por doquier y llegaron a dominar el mundo occidental! Así que durante dos semanas enteras en un resort de los de bebe-todo-lo-que-quieras, hice gorgoritos con mi pis con las esperanzas de conseguir una sonrisa más brillante. Mereció la pena.

Mientras me preparaba el viaje, metí en la bolsa un libro titulado La terapia de la orina (Urine Therapy, en inglés) obviamente escrito por alemanes, y cuando me he sentido tímida o dubitativa me dirigí a él como si fuera mi Biblia. La principal conclusión que saco es que no es raro ni asqueroso hacer cosas con tus orines aparte de desperdiciarlos por el retrete o llevar a un oficinista japonés al orgasmo via Skype. Sobre todo, no es raro en absoluto mear en un vaso que luego te llevas a la boca, hacer unos gorgoritos y tragar tu cálido fluido corporal, y degustar el bouquet en tu paladar como con un vino bien finolis. De verdad que no es raro.

Las primeras veces que lo hice mi pipí era casi naranja. Muy salado y sabía exactamente como si hubiera salido de los servicios de un Walmart mejicano. Tan solo una vez una náusea me hizo llorar, pero me curó el dolor de garganta.

Publicidad

Poco a poco me di cuenta de que el principal problema con la degustación de pis no era solamente lo que había comido anteriormente, enormes cantidades de sal y ensaladas de col, sino que además estaba demasiado sobria. El alcohol, supe después, hace el pis mucho más tolerable, en ambos sentidos, psicológico y físico. El café, por otro lado, no. En una ocasión tiré un vasito de pis porque tenía el sabor de un espresso. Algunas sustancias no son procesadas totalmente por el cuerpo; un ejemplo popular es el ácido de los espárragos, que sale enterito y preparado para la fiesta. No me llevó demasiado tiempo tener controlado mi consumo de comidas y bebidas pensadas para el sabor de pis que quería.

Durante las vacaciones familiares me escabullía al cuarto de baño a leer La terapia de la orina, y en algún momento los meados se convirtieron en la solución para todos los problemas. Mi padre se puso malo de la barriga así que le conté que beber pis remite la náusea. Mi madre dijo que se sentía gorda así que le hablé de un remedio contra la gordura que consiste en envolverse el cuerpo en orina y film de cocina dos horas al día. Mi hermano se quejaba de un dolor de oídos así que le solté “pon un poco de pis ahí”. Estuve fuera de control en seguida y al final de las vacaciones todos sabían que estaba mamoneando con mi propia orina, lo que explicaba por qué seguía yendo al baño en intervalos de tiempo tan largos. Mi madre me lo dijo a la cara. Le aseguré que era algo completamente natural, sano, sostenible y no tóxico. Dejó de hablarme.

Publicidad

Al final de las vacaciones mi dentadura aún no había llegado a mis estándares de blancura, pero tenía la sensación de que había empezado con buen pie. También empecé a fumar y estoy bastante segura de que la orina contrarresta los efectos de la nicotina en los dientes. Y como bonus extra, inhalar orina puede aliviar los síntomas del asma y otros problemas respiratorios.

Evidentemente, la lección más importante es que el pis es mágico y puede hacer casi de todo. Así, no solo la gente normal se puede beneficiar de degustar la orina para conseguir la sonrisa hollywoodiense, sino que Hollywood también puede sacar partido de un grandísimo tsunami de pis que se llevará por delante cualquier problema de famoso con una simple marea amarilla. El parkinson de Michael J. Fox, el caso extraño de lupus de Nick Cannon, la jeta de Roger Ebert, la cienciología de John Travolta… todo gracias a la magia del pipí.

Si estás interesado en llevarte el pis a la boca (y, si has leído lo anterior, deberías estarlo) he preparado la guía rápida con la lista de cosas que he aprendido de La terapia de la orina. Ahora, si me disculpáis, tengo que ir al servicio.

CÓMO BEBER TU PROPIO PIS:

1. Asegúrate de que no tienes la uretra cochina… a menos que quieras matarte, lo que podría suceder, o no. No lo sé, no soy tú.

2. Búscate un vaso limpio que te guste para beber. Esto contrarrestará el estrés emocional que estás a punto de afrontar. Quizás una taza con tu foto de la graduación impreso. Yo elegí un vaso graduado.

Publicidad

3. Hora de hacer pis. Asegúrate de no tomar el primer pis que vaya saliendo de tu cacharro y/o partes femeninas. Este primer segmento de pis contiene bacterias y no deberías consumirlo. Justo al contrario que el tramo del medio que siempre deber ser tomado. Siempre).

4. ¿Recuerdas cuando eras virgen y practicabas el corte la meada para así “durar más” o tener un chichi más firme? (todos hemos hecho eso, ¿verdad?) Algo así es lo que tienes que hacer para capturar la parte buena de la meada sin mearte las manazas.

5. En cuanto estés satisfecho con el pis recolectado, pon el vaso a un lado y termina lo tuyo. Felicidades, ya tienes un bonito vaso de pis.

6. Ahora solo hay que ir directo y tragarlo lo más pronto posible. Cuanto más tardes más amoníaco se formará en tu orina y el amoníaco es lo que hace que el pis huela y, por consiguiente, sepa mal. El amoníaco es algo tóxico, pero también es la mierda que va a ponerte los dientes blancos, así que supongo que el tiempo de espera depende de ti o de cuan blancos quieras tener los dientes.

7.  Menea tu cálido pis por la boca. No seas tímido. Intenta mantenerlo en la boca lo máximo que puedas. Traga un poco si te apetece. Coño, trágatelo entero. Estás solo ¿verdad?

8. ¿Enjuagarte? Tú mismo.

9. Recomponte y vuelve a la sociedad. No le digas a nadie lo que acabas de hacer. Mantenlo en secreto y continúa viviendo tu vida normal como si no acabaras de, prácticamente, haberte meado en la boca.

10. Repítelo unas 1000 veces más y, equilicuá, ya tienes una perlada y preciosa dentadura. Y quizás un fetichismo urinario que no conocías.

No pensarías que te irías de este artículo sin ver un vídeo del experimento diario de Kara para blanquearse los dientes, ¿a que no?

¿Ganas de más fluidos corporales? Ahí va:

Poco hechas, por favor