Probablemente nuestra economía actual nos alcance para consentir a nuestras madres con un desayuno lujoso o una ida al teatro; pero hace algunos años solo podíamos pagar un desayuno hecho en su casa, con la comida que ella había comprado en la semana. En esa bella época nuestra imaginación era más ancha que la cartera y nos reíamos capaces de lo imposible, como cocinar algo decente para ella. La verdad es que el 99.9 por ciento de los intentos —con un 1 por ciento en el margen de error— el intento resultaba en un olímpico fracaso, aunque ellas se comían todo y eran capaces de seguir viéndonos con ojos de amor.
Hot cakes
Hot cakes con moras azules.
El querer agradecerle con la misma receta del desayuno feliz que ella te hacía cuando eras niño es lo más común; aunque probablemente termine siendo un fracaso porque la receta de los hot cakes esponjosos y hermosos de tu mamá siempre será un misterio —aunque Matty Matheson diga que ya lo descubrió—.
Pastel de chocolate con vino tinto
Pastel de chocolate y vino tinto.
No niegues tu pasado. Alguna vez acudiste a una de las revistas de recetas guardadas en las repisas de la cocina de tu madre y pensaste que podías replicar exactamente el hermoso y perfecto pastel de chocolate de la foto. Y ahí estabas: con tu mandil y tu receta creyendo que ibas a hacer del 10 de mayo el día más dulce del año. Por desgracia, incluso los brownies instantáneos de Betty Crocker son complicados para alguien sin experiencia culinaria, así que por lo general el esfuerzo termina en una cucharada de masa espesa y café. Pero tu mamá te quiere con todo y tu inocente torpeza, así que no importa.
"La primera vez que intenté prepararle un pastel a mi mamá, tenía 10 años y quise sorprenderla en su festejo del día de las madres. Después del caos de cocina que dejé y un pastel de chocolate en forma de excremento, vi su mirada contar hasta 10, unas cuantas respiraciones profundas, abrió una botella de vino y me dijo que era el pastel más rico que había probado".
Fernando, 29 años.
Caja de chocolates
Chocolates.
Lo más seguro es que tu mamá piense que eres un desagradecido porque —se supone que — sabes que no le gusta el chocolate, así que seguro los guardará eternamente en su bolso o tocador, nada más para recordar lo mucho que te quiere aunque seas un tacaño.
Café y Galletas
Galletas con mermelada (jalea) y café.
"A mi mamá no le gustaban los desayunos. Salía muy temprano a trabajar, nos dejaba el desayuno listo y ella únicamente tomaba café con un pan o un par de galletas. Cuando era niña, me gustaba salir a la cafetería de la esquina y traerle un café y galletas mientras ella dormía para sorprenderla el día de las madres. Ahora que lo pienso es un poco estúpido porque eso era su desayuno rutinario, además un día mi hermano llegó con una cafetera enorme y desde ese día cambié el café por flores".
Sofía, 26 años.
L'omellete du fromage
Omelette de queso.
El clásico francés elaborado con ingredientes indispensables en el refrigerado de cualquier familia: huevos y queso, aunque como querías sorprenderla siempre terminabas aventando al sartén cualquier otra cosa que se te cruzara. Por más insípido o salado que quedara, tu madre jamás lo rechazó ni le puso pero. Así de grande es su amor.
Chilaquiles
Chilaquiles verdes con crema y cebolla morada.