Tus horribles hábitos alimenticios están arruinando tu vida sexual

Ya casi es 14 de febrero, un día de chocolates de temporada derretidos y fondue a la luz de las velas y parece un buen momento para hacer legítimas las reclamaciones sobre tu vida sexual. Con eso en mente, aquí hay algunas de las peores comidas que te puedes encontrar mientras te sientas en una cena de San Valentín. No digas después que no te lo advertimos.

La gente que mordisquea, son sin lugar a dudas los más desagradables comedores a la vista. Están más interesados en las placenteras mecánicas de comer comida que en la comida en sí misma. Tienen una habilidad especial para hacer que las cosas que se ven deliciosas parezcan desechos en 30 segundos.

Le quitaran el sentimiento a cualquier buena experiencia. Lo peor es que pretenderá estar en lo suyo, seduciéndote para ordenar una pizza barata y asquerosa, luego desnudándola como su fuera una stripper, para dejar una montaña fría de ingredientes sobre el plato.

Dales un poco de tu Kit Kat y lo destruirán, mordisqueando hasta que ya solo sea una oblea al borde de romperse. Estas son las personas que en las fiestas se comen la mitad de un Dorito y lo ponen de nuevo en el tazón, esos que prefieren no pedir sus propias papas para mejor comerse las tuyas. Ellos roerán el seco y duro pan de tu baguette recién horneada y ni siquiera te llamarán la mañana siguiente.

Estos tipos encuentran la idea de experimentar nuevos sabores fundamentalmente abrumadores. Hasta entrarle a una comida tan experimental como un asado de domingo no hecho por sus madres los manda a una caída emocional que puede durar 45 minutos y lo harán como una piedra- con un final de patata fría.

Inclusive sin una licenciatura en biología es difícil saber en términos de gérmenes si poner una plato con uvas bajo una llave de agua puede funcionar como método de descontaminación. De todas maneras hay gente lo sigue haciendo.

¿Alguna vez has visto a un miembro del sexo opuesto levantar meticulosamente una manzana y fantasear como esas manos se sentirían tocando tu cuerpo? Probablemente no. Eso es porque este tipo- con su papel aluminio y sus pequeños Tupperwares y sus pinchos para mazorcas de maíz- nunca se subiría las mangas por nada.

Prefieren tener su lechuga húmeda y blanda que arriesgarse a tener un poco de polvo en sus dientes. No quieren tu resacado y enredado amor de lamer un dedo. Quieren un clímax y brincar inmediatamente en la regadera. Muchas gracias por todo.

Debajo de nuestras frescas camisas abotonadas y pulcramente presionados shorts existe todo un puñado de órganos imperfectos que esperamos secretamente que a nadie les de asco.

De hecho, todos estamos ocultando un par de ligeramente dañados duraznos y un calabacín que ha visto mejores días. ¿Estas cosas todavía son maravillosas y deliciosas en una tarta? Sí. ¿Es realmente necesario lanzarlos a la basura mientras gritas con tus ojos cerrados? No. Es difícil sentirse totalmente a gusto en la compañía de alguien que separara las tapas de una baguette y se pregunta sobre el origen del jamón que tiene dentro.

Si alguna vez te has preguntado sobre si dar el largo paso con alguien, dales una taza de putrefacto humus de la parte trasera de tu refrigerador. ¿Retroceden y les da asco y lo tiran inmediatamente al basurero o lo pegan a sus dedos para la prueba de calidad? Si es de la antigua, vete de ahí.

Todos hemos tenido un compañero de cita con fecha de caducidad. Si crees que eso es mierda, veámonos en diez años cuando tengas tu culo velludo tapado con un bollo recién horneado.