Así se ven 200 calorías en bebidas alcohólicas navideñas

Diciembre. El mes de la decadencia, la glotonería, el exceso. El alcohol será tu mejor amigo a partir de ahora y hasta que lo cambies por un chocolate caliente para partir la rosca de reyes.

Sabemos que no hay forma de sobrevivir al caos decembrino, el tránsito imposible, a las compras infernales, y a la convivencia por compromiso con familiares que ni siquiera te caen bien sin la dulce sensación relajante que regala el alcohol; pero también sabemos que crecer duele, y después de los 30 el hígado ya no está en condiciones para aguantar las monumentales borracheras que te aventabas con valentía y valemadrismo a los 20.

Además, esos cachetes que te hereda el fin de año tienen más que ver con el alcohol que bebes que con el pilón de pierna horneada que te permites en la cena de Navidad. Por eso, hicimos para ti una guía visual del contenido calórico de algunas bebidas con las que seguramente te embriagarás en este honorable maratón Guadalupe-Reyes. No queremos limitarte, sólo queremos cumplir con nuestra responsabilidad social.

Así se ven 200 calorías en bebidas alcohólicas:

Ya sea que le pongas ron, whisky mezcal o tequila, es sólo un chorrito. No abuses. Como es poquito alcohol (quizás una onza), no tienes que preocuparte por el aporte calórico de éste, pero sí por el azúcar de la fruta y el piloncillo. Si te abstienes de pedir doble caña para tu media taza de ponche, no excederás las 200 calorías de esta bebida tan rica, cálida y reconfortante. Esta bien, hace frío, igual podrías tomarte otra media tacita.

No hay forma de sobrevivir al Guadalupe-Reyes sin estar bien armados para combatir las crudas. La cerveza con clamato, nuestro remedio favorito, hará bien su labor sin aportar tantas calorías (necesitas guardar tus puntos gordos para los días de borrachera). Una chela con 200 militros de clamato es suficiente para rescatarte del deterioro postfiesta.

Llena tu copa con burbujeante sidra fría. Levanta el brazo y brinda por una Navidad cálida, por un año abundante y por más cenas con sidra. Intenta no derramar ni una gota, una copa estándar contiene 200 calorías.

No, no es lo mismo que el rompope, pero sí muy parecido —éste se bebe caliente—. Las calorías contenidas varían un poco según la cantidad de azúcar que contenga, pero siguiendo una receta casera tradicional calculamos que media copita tiene 200 calorías. Si le pones ron, brandy, vodka o el licor que quieras, reduce la cantidad a un cuarto de copa.

El mojito es peligroso. Es un cóctel hecho para degustarse de vez en cuando, no para que te emborraches con él, porque esa mezcla de licores, jarabe, frutas y hierbas que tanto te gusta desequilibra muy fácilmente tus niveles de azúcar. Imagina que unos 3 tragos representan el consumo de 200 calorías. Ajá, así de horrible es este mundo.

Un año más pasó y un montón de estudios científicos nuevos aparecieron para decirnos que el vino tinto puede ser bueno para nuestra salud; así que vengan otras dos copas, con 200 calorías nada más.

El mezcal se trata con respeto. Sin embargo, es común que se lo perdamos después de haber tomado el tercero. Si moderarte es uno de tus propósitos del año, aquí te ayudamos a calcular 200 calorías de este hermoso destilado de agave.

Si lo tuyo son los cócteles (viejitos) clásicos mexicanos y aún disfrutas del tequila con refresco de toronja, recuerda esto: medio vaso (125 ml) contienen 200 calorías. Si necesitas unos 4 vasos para sentirte entonado, te habrás echado unas 1600 calorías. Culpa al refresco.

Es otro de los clásicos. Puedes pasarte toda la noche bebiéndolo sin que el sabor te canse; pero las 200 calorías solo te permiten consumir un vaso. La ventaja aquí es que el agua tónica tiene muy pocas calorías, así que puedes usar gastar casi todas tus calorías en vodka. No es consejo, es opción.

Lo mismo que mencionamos para el Vodka Tonic sirve aquí, las calorías de ambos alcoholes son muy parecidas, pero la ginebra sabe mejor. Nadie puede refutarlo.

Es mejor beber whisky en las rocas que con refresco de manzana, no sólo porque consumes menos calorías, sino porque sabe infinitamente mejor —a menos de que hayas comprado el peor whisky del mercado y necesite algo dulce para disfrazar el sabor—. Bébete uno después de cenar y te sentirás profundamente feliz.

Sin novedad, amigos, lean el apartado del vino tinto.

No podemos calcular cuánto ron le echas a tu vaso. Sabemos que empiezas con una onza y terminas bebiendo directo de la botella o repartiendo tapitas a toda la fiesta. Tampoco sabemos si eres de los que beben Coca-Cola Light, Zero, Life, o normal, así que bueno… confiamos en tu juicio.

Las porciones no están nada mal, además de que, la verdad, las calorías son efectos secundarios completamente comprensibles y soportables para todos. Así que si sientes que diciembre amerita que multipliques por seis estas cantidades, pues adelante, levanta tu copa y repite después de nosotros: ¡S a l u d !