La triple lesión de pene de Dennis Rodman, la muerte por autoasfixia erótica de David Carradine y la desolladura de un médico de Madrid por cascársela con ahínco. El sexo es un deporte de contacto y, por tanto, de riesgo.Ninguno de nosotros estamos hecho a prueba de accidentes sexuales. La Dirección General de VICE advierte de los siniestros y otras averías genitales más habituales para estar al tanto y evitarlas:
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Me partí una ceja en una cama de IKEA
Un acto caníbal en toda regla
Contratiempo con una vagina en lata
Asfixia erótica a una chica con asma
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Le dio un ataque de asma y no podía respirar. Una situación angustiosa. Se le amorataron los labios y salían silbidos de su pecho buscando el aire que no llegaba a sus alveolos. Y yo como un loco revolviendo su bolso en busca de un Ventolín que no sirvió de mucho. La ayudé a vestirse y la metí en el taxi como pude. La cara del taxista un poema, entre las toses y los silbidos, creía que se iba a morir allí.Al llegar a Urgencias, enseguida le pusieron oxígeno y una vía con algún medicamento que le ayudó a recuperarse. Lo que iba a ser una noche de juegos BDSM, se convirtió en una noche en los boxes de un hospital vasco. Ander, 31, BilbaoYo tenía 19 años. La chica y yo nos pusimos muy efusivos y de repente veo que sale un chorro de sangre de su vagina. Saqué el pene y vi que era eso lo que estaba sangrando. En Urgencias, el médico me puso una crema y me dijo que nada de relaciones en un mes. Vicente, 29, MadridPractico BDSM y soy sumiso. Conozco bien lo que es el dolor deseado e indeseado. He sufrido lesiones en él por recibir azotes y golpes con la fusta. Después de 500 fustazos, el culo queda un tanto dolorido una temporada. También he tenido pequeñas heridas en el ano por muchas penetraciones seguidas con objetos variados.Lo peor son las patadas en los huevos, pero claro, no vas a ir al médico para decir que "las amigas de mi Ama me han pateado los huevos". No tiene nada que ver con un golpe accidental no intencionado fuera del sexo. A veces me he corrido mientras me los azotaban o palmeaban, es dolor que aguantas por placer, aunque dura varios días después de la sesión. Lo consideraremos una "lesión consentida". Samuel, 36, León.
Con el frenillo roto y a lo loco
Patadas consentidas
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