Los Nets y Lakers sacuden el mercado de transferencias de la NBA

Los Lakers de Los Ángeles y los Nets de Brooklyn inauguraron oficialmente la temporada baja 2017 de la NBA de forma acelerada la tarde del miércoles con un intercambio que podría reestructurar toda la liga.

Magic Johnson y Rob Pelinka, en su segundo acuerdo trascendental desde que tomaron el cargo como presidente y gerente general de los Lakers, respectivamente, echaron por la borda la reconstrucción estable de su equipo al incluir a D'Angelo Russell en la oferta de contrato de Timofey Mozgov, y los intercambiaron con los Nets por Brook Lopez y la selección global 27 del draft.

Se trata de un hecho significativo para ambos equipos, pero con el tiempo será conocido como el acuerdo que regresó los reflectores al sur de California como un posible destino para las estrellas de la liga. Su potencial es de magnitud sísmica, por ello empezaremos por Hollywood. Los Lakers no habrían concretado el convenio si no hubiesen obtenido la segunda selección global del draft de este año, pero lo lograron, y con ello incluirán a Lonzo Ball en el lugar de Russell como titular.

La pregunta inmediata en todo esto es cómo podría impactar su caza por Paul George. Si Nick Young rescinde de su contrato, los Lakers podrán acoger a George en su tope salarial mandando a Julius Randle y David Nwaba a los Pacers de Indiana (L.A. también tiene en su poder las selecciones 27 y 28 para mejorar el convenio de ser necesario).

Un intercambio provee a los Lakers los derechos de George el próximo verano, cuando rescinda de su contrato actual y se convierta en agente libre no restringido dispuesto y capaz de firmar un contrato de máximo cinco años.

Libres del peso del contrato de Mozgov, los Lakers tienen un camino menos escabroso para juntar a George con otro jugador de élite (LeBron James, DeMarcus Cousins, Isaiah Thomas, etc.) el próximo verano, aunque se necesario dejar libre a Jordan Clarkson antes de lo cometido.

Son noticias esperanzadoras, pero en un mundo ideal dar de baja a Russell para deshacerse de un contrato excesivo no es lo más recomendado. Tal vez los Lakers sintieron que era su mejor oportunidad para soltar la lana, y tenían que atacar cuando se les presentara. Pero una directiva con un poco más de sentido común habrían esperado a que el precio bajara. ¿Por qué no realizar un intercambio similar el año que viene, cuando Mozgov sólo tendría dos años más de salario garantizado en su contrato? (¿Qué pasaría si retuvieran la selección 28 en el draft de este año y resultara ser una promesa?)

Russell tiene 21 años y es demasiado valioso para regalarlo a estas alturas, incluso cuando del otro lado está Lonzo Ball. Pero los Lakers no tienen al tiempo de su lado. Es evidente que hay un deseo por obtener a George, sus derechos, y evitar el riesgo de verlo en una situación más competitiva que pueda ofrecerle una campeonato en su apogeo.

Los Lakers no serán los únicos preguntando por los servicios de James en 2018, y muchas cosas pueden pasar entre el hoy y mañana —por ejemplo, un segundo campeonato para los Cavs—. Incluso con George en el plantel no sería suficiente para derrotar a los Warriors de Golden State. Quizás para ese entonces, LeBron deje de ser el mejor basquetbolista del mundo, y ni Ball ni Ingram estarán listos para desempeñarse como pilares del equipo (específicamente en la defensa).

El tope salarial garantiza nada en la liga hoy en día. ¿Qué tal que Chris Paul ficha con los Spurs de San Antonio? El reciente (y sorpresivo) reporte de que Pau Gasol rescindirá de su contrato incrementa las posibilidades de que suceda. ¿Acaso James no analizaría la opción de unir fuerzas con su buen amigo y Kawhi Leonard el próximo año? Si resulta verdadero, entonces haber entregado a Russell sería un error catastrófico.

Pero asumiendo que George forme parte del plantel para ese entonces, incluso intentar convencer a LeBron podría bastar para reestructurar a los Lakers como una de las franquicias más grandiosas en el deporte profesional. Con James y George sería suficiente para establecer un entorno envidiable para desarrollar a joyas como Ball e Ingram. Conforme el tope salarial y la duele se nivelen, más agentes libres querrán visitar el sur de California, siempre y cuando Magic y Pelinka se mantengan alejados de contratos como los de Mozgov y Loul Deng.

Muchas cosas necesitan pasar antes de que lleguemos a estas alturas, pero este intercambio lo convierte en una posibilidad.

Mientras tanto, a tres mil millas de distancia, los Nets era la franquicia con menos esperanzas en la liga hace 12 horas. Este intercambio ilumina su futuro y provee un camino libre para regresar a la postemporada lo más pronto posible. Bajo las circunstancias propicias, Russell podría ser muy bueno.

Lopez nunca iba a contribuir en el próximo equipo competitivo de los Nets —la única razón por la que mantuvieron a Lopez fuera del final de temporada era para asegurar su salud como moneda de cambio, y funcionó—. Incluso con el contrato de Mozgov, cambiar a un jugador cascado como Lopez por un joven talentoso como Russell es un truco de magia muy bien realizado por el gerente general de los Nets, Sean Marks.

Quien fuese la segunda selección global no la pasó bien en Los Ángeles, pero ahora estará rodeado por un ambiente más estable, con jugadores atléticos y un entrenador especializado en el desarrollo de jugadores.

La organización se enfocará por completo en el progreso de Russell. Encontrarán las formas de acentuar sus fortalezas, esconder sus debilidades, y lo tratarán como la piedra angular que su talento sugiere que será. Después de este intercambio, los Nets seguirán teniendo suficiente espacio para traer a Otto Porter o Kentavious Caldwell-Pope. También están listo de cambiar a Jeremy Lin por un jugador más útil.

Ambos equipos alteraron el curso de la liga para bien con este intercambio. Si esto provoca que LeBron fiche con los Lakers o abra el camino para que Russell se convierta en un cuatro veces All-Star, entonces será recordada como una de las transacciones más trascendentales en la historia reciente de la NBA.