what to do at a sex party
Ilustración por Koji Yamamoto 
Sexo

Guía para principiantes de las fiestas sexuales

Estos eventos pueden ser intimidantes, pero son perfectos para la gente más tímida que quiera experimentar.

Si nunca has estado en una orgía, ¿cómo te las imaginas? ¿Gente importante con máscaras venecianas y trajes de época que bailan y tienen sexo mientras invocan a los dioses paganos a lo Eyes Wide Shut? ¿Orgías sudorosas en las que la gente se penetra a modo de saludo en vez de darse la mano? ¿Algún otro tipo de bacanal impura y degradante que probablemente sea mejor dejar a los más extrovertidos y confiados?

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Puede que tengas razón, pero hay muchos tipos de fiestas sexuales en las que puedes encajar. Las hay superelaboradas, sí, pero también casuales y relajadas. Este tipo de eventos pueden variar mucho, pero en general se entienden como un espacio privado o semiprivado en el que se pueden mantener relaciones sexuales, normalmente a la vista del resto. La idea de ir a una de estas fiestas puede parecer intensa para alguien que no conoce este mundillo, aunque a menudo es el lugar perfecto para que la gente tímida pero curiosa amplíe sus horizontes sexuales.



Las fiestas pueden ayudarte a conocer a personas que piensan como tú, con los mismos fetiches y perversiones, y que probablemente quieran explorarlos contigo. Por lo menos, te ayudarán a quitarte los miedos y remordimientos que puedas tener, porque todo el mundo va ahí por la misma razón. Sin embargo, es errado pensar que todos los asistentes deben tener sexo; muchos son voyeurs, tienen curiosidad, o llegan y se van porque cambian de idea. Estas fiestas son geniales para quienes estén nerviosos porque, en las que merece la pena ir de verdad, el consentimiento es fundamental y, normalmente, obligatorio.

Vayas solo o en compañía, las orgías están pensadas para que tengas el mejor sexo de tu vida, porque te lo mereces. Aquí tienes una guía para estrenarte en el mundo de las fiestas sexuales de manera respetuosa, segura y sin nervios.

Cosas para tener en cuenta antes de ir a una fiesta sexual

1. Elige el lugar adecuado

Puede que lleves tiempo contemplando la idea, pero no sabes adónde ir. En la mayoría de las capitales se organizan quedadas y hay clubs para todos los gustos y bolsillos, además de bastantes eventos destinados para noveles.

Para empezar, si vives en España, busca en internet “orgía” o “ swingers” y el nombre de tu ciudad, más “LGBTQ” si es el caso. Comprueba si los lugares que encuentras tienen políticas de seguridad para los invitados y si coincide con tus límites. Algunos tienen reseñas que puedes leer en Google, Yelp en incluso Facebook y así puedes hacerte una idea de cómo es el lugar y los diferentes eventos que ofrecen.

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La legalidad de este tipo de fiestas puede variar según el país, al igual que las normas, por ejemplo, si se puede consumir alcohol, si se cobra entrada o si se permite el desnudo integral o la penetración. En algunos países no se puede anunciar sexo legalmente y por ello cifran las búsquedas en internet. Por lo general, estos lugares suelen ser privados y en algunos casos se necesita un registro para poder asistir. Yo tengo tarjetas de membresía de un montón de lugares en los que he estado solo una vez. A veces se trata de un formulario que tienes que rellenar a la entrada y otras tienes que registrarte en una página web y añadir fotos una semana antes de asistir. Por esa razón hay que investigar de antemano.

Fatima Mechtab, directora de marketing, productora de eventos y socia de negocios de Oasis Aqualounge, recomienda hacerse las siguientes preguntas: “¿En qué entorno te gustaría estar? ¿Cuáles son tus deseos o fantasías sexuales?”.

Quizás no vives en una gran ciudad, no hay un sitio cerca de ti o no te gustan las multitudes, pero no sabes cómo encontrar fiestas más pequeñas. En tal caso, puedes unirte a comunidades en línea que te pueden ayudar a encontrar lo que buscas. FetLife es una red social para gente con preferencias sexuales no normativas en la que se publican frecuentemente eventos de todo tipo. Jordan*, 33 años, utilizó FetLife para encontrar un evento en el centro de Toronto. “Era solo para mujeres y eso me hizo sentirme más cómoda”, dice. “Probablemente, no hubiera ido si fuera mixto”. Además, cuenta que conoce a gente en casi todas las fiestas a las que ha ido, que más tarde la invitan a fiestas privadas.

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También puedes tantear a gente conocida para ver si querría organizar uno de estos eventos contigo. Sara, 30 años, creció en una familia cristiana en Oklahoma City y esperaba poder encontrar una comunidad sexualmente positiva e inclusiva en la que explorar su sexualidad. Cuando cumplió los 27, se unió a un grupo de ateos en Facebook y ahí, a través de conversaciones íntimas sobre sexo, conoció a gente que pensaba como ella. Tras afianzar la amistad, empezaron a organizar fiestas a las que solían asistir unas 12 personas. Siempre inauguran el evento con una charla sobre las pautas para tener sexo seguro y para concienciar a los invitados de los límites de cada persona.

2. Solo tú o con alguien

Un lugar conocido o una fiesta más grande pueden parecer más seguros si vas sin compañía. Puede que te preocupe ir con alguien que te conoce en “el mundo exterior”, o que quieras conocer a otros solteros, o que no conozcas a nadie con quien tengas la suficiente confianza como para pedirle que te acompañe a uno de estos eventos. Cuando encuentro un lugar nuevo, siempre aviso a alguien de confianza de que voy a salir toda la noche y dónde voy a estar, para que puedan comprobar por la mañana que todo está bien y que llegué a casa.

También puedes llevar a un amigo o amiga. La primera vez que Jordan fue a una orgía, iba con alguien con mucha más experiencia y que le explicó cómo funcionaba. Ir con tu pareja o con alguien con quien mantienes relaciones a menudo es también una opción popular. “Ir acompañado puede servir para no sentirte vulnerable”, dice la Dra. Shannon Chávez, psicóloga y terapeuta sexual de Los Ángeles. “Quizás os excite ver a otros o participar. Luego podéis llevaros esa energía a casa y utilizarla para probar y experimentar cosas nuevas”.

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3. Establece unos límites precisos de antemano

He asistido a muchas orgías mixtas en las que, por lo general, me gusta andar en ropa interior y liarme con extraños. En fiestas más pequeñas para mujeres en las que conozco a algunas chicas, me siento más cómoda a la hora de participar en azotes o prácticas similares, pero no me gusta quedarme completamente desnuda. Me llevó un tiempo averiguar con qué estoy más cómoda y lo conseguí yendo despacio y comprobando cómo me sentía en cada momento. La primera vez que fui a un club solo quería ver cómo era y acostumbrarme al espacio. En todas las orgías, tengo límites flexibles (cosas que solo me interesan dependiendo del momento y el lugar) y límites fijos (cosas que no son negociables). Conocer mis límites me ha ayudado a comunicarme con otros en las orgías y poder decir con confianza: “No hago eso” o “quizás luego”.

Si traes pareja, hay otras cosas que tener en cuenta. ¿Vais a interactuar exclusivamente entre ambos o con otra gente? En el segundo caso, ¿os parece bien verlo o preferís ir a una habitación privada? ¿Os sentís cómodos enrollándoos enfrente de una multitud? ¿Qué haríais si uno de vosotros conecta con otra persona, pero hay otro que se siente cohibido? “Hablad sobre las emociones como los celos que puedan surgir y cómo las vais a afrontar”, dice la Dra. Chávez, y añade: “Buscad formas de satisfacer vuestras necesidades y apoyaros al mismo tiempo”. Quizás te parece bien que tu pareja se acueste con otras, siempre que compruebe de vez en cuando que tú estás bien, o quizás quieres liarte con otra gente, pero únicamente en pareja. Estableced unas normas básicas y mantened la comunicación una vez que lleguéis.

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4. Viste bien

No tienes por qué desnudarte (o quitarte la chaqueta), pero no está de más vestir bien: Un chándal usado y unas zapatillas roídas pueden cortar el rollo en seguida.

Cada evento tiene su propia etiqueta y a veces pueden ser fiestas temáticas. Una vez me invitaron a una fiesta inspirada en el programa de lucha libre femenina GLOW, en la que se invitaba a los participantes a llevar trajes hechos en casa.

Para eventos normales, lo mejor para principiantes es llevar ropa interior y una bata o un vestido de noche. Si no, una versión un poco más formal de lo que te pones a diario está bien para eventos que no tengan una etiqueta específica.

Qué hacer (y qué no hacer) en una orgía

1. Respeta a los asistentes

Mechtab, que da charlas sobre cómo prepararse para la primera vez en uno de estos clubs, insiste en la importancia de controlar las expectativas; ir a una de estas fiestas e incluso pagar la entrada no es una garantía ni te da derecho a acostarte con alguien. Incluso aunque vayas con una pareja que tenga muchas ganas de sexo, puede cambiar de idea una vez que lleguéis al lugar. ¡Las orgías pueden ser estresantes! Ten paciencia y sé amable con todo el mundo.

Pide permiso antes de tocar a alguien, aunque sea de forma amistosa. Lo más fácil, y excitante dependiendo de cómo lo digas, puede ser simplemente preguntar: “¿Puedo tocarte aquí?”. Muchos lugares tienen una política de “solo se pregunta una vez”. “La gente puede acercarse y preguntarte si quieres tener sexo”, dice Mechtab. “Es un espacio en el que eso está bien visto. Si alguien te dice que no, las reglas [del Oasis Aqualounge] establecen que no puedes preguntar otra vez”.

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No te unas a gente que ya se está liando o dándole al tema a menos que te inviten específicamente. Puede que pasen muchas cosas a tu alrededor y puede ser tentador involucrarte, pero no lo hagas a menos que te inviten. Si estás mirando o masturbándote, aléjate lo suficiente para no molestarlos y estate preparado por si te piden que les des privacidad. Y, desde luego, NO interfieras con una actividad de BDSM en proceso: puede ser peligroso desconcentrar a los participantes y puedes hacerte daño a ti o a otros si hay juguetes azotando de por medio.

2. No te emborraches

Quizás quieras beber si sientes nervios, pero emborracharse en una orgía no es la mejor idea. Para empezar, debes estar en pleno control de tus facultades para poder consentir. De igual manera, y esto no hace falta mencionarlo, no te líes con alguien que está claramente bajo la influencia del alcohol, aunque no seas tú quien dé el primer paso. Cuando Sarah organiza orgías, se asegura de que siempre haya una persona completamente sobria vigilando.

3. Eres libre de decir que no

Si normalmente vas a bares en los que acabas evitando toda la noche a alguien que no acepta un no por respuesta, no te preocupes: ese tipo de cosas no suelen ocurrir en un club sexual. La primera vez que fui a una fiesta sola, estaba apoyada en la pared, tomando un refresco cuando un hombre se me acercó y dijo: “Perdona, ¿podría darte un masaje de pies?”.

Yo contesté: “No, gracias”, y se fue y me dejó en paz para el resto de la noche. ¡Así de simple! Más tarde, lo vi dando un masaje de pies a una mujer que parecía disfrutarlo de verdad. Todo el mundo salió ganando.

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4. Expresa tus límites antes de liarte con alguien y pregunta por los suyos

El sexo puede ser muy diferente según la persona, así que antes de liarte con alguien, deberías asegurarte de que los dos queréis lo mismo. Si te parece bien practicar el sexo oral pero no quieres que haya penetración, ¡díselo! ¿Te gusta decir guarradas? ¿Quieres hacerlo con la ropa interior? ¿Tienes una palabra de seguridad cuando las cosas se ponen intensas? ¿Quieres que te den azotes sin compromiso? ¿Te gusta que te abracen y te calmen tras practicar BDSM? ¿Y a ellos? ¿Cuáles son tus límites flexibles y fijos? Hablar sobre estas cosas es tan sexy como importante.

“Sé directo e intenta comprender a los demás. No hablar abiertamente sobre esto puede causar problemas o que hieran tus sentimientos”, dice Chávez. “Escucha las necesidades de los demás sin alarmarte. Sé curioso y pregunta si hay algo que no entiendes”.

5. Preocúpate también por ti

Todo lo que hemos comentado es igualmente importante cuando se trata de ti: como en cualquier otro espacio, no tienes la obligación de hacer nada. Si alguien te hace sentir mal, díselo a quien organice el evento, a los empleados o a otros asistentes. Tienes derecho a parar cuando quieras. No tienes que dar explicaciones, ni siquiera a ti mismo si no te apetece. Puede que creas que tienes que ser amable o aceptar cosas que no te interesan porque estás en una fiesta. Te aseguro que incluso la gente que parece más loca y abierta tiene sus límites.

Fred*, de 45 años, lleva años asistiendo a fiestas sexuales queer en Oakland. Recientemente, estuvo en una fiesta en la que se lio con dos personas, en medio de una habitación y con un montón de gente mirando. Todo iba bien; lo habían hablado de antemano y la cosa se ponía caliente, pero Fred se agobió.

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“Pensaba: ‘No puedo parar ahora, ya he dicho que sí, voy a decepcionarles, quizás pensarán que no me atraen y ¿qué pasa con toda esa gente que nos está viendo y que está disfrutando?’”, dice. “Luego recordó: No, aquí es así. Decimos y hacemos lo que queremos. Les dijo que necesitaba un descanso y ellos no pidieron explicaciones. Fue a beber agua y ellos continuaron y, cuando Fred se sintió mejor, volvió a unirse.

6. Tómate un descanso si lo necesitas

Siguiendo el ejemplo de Fred, no hay nada malo en tomarse un descanso si te agobias. Las fiestas de Sarah siempre tienen un “cuarto oscuro”, un lugar tranquilo, silencioso y sin sexo en el que los invitados pueden respirar. “Está lo suficientemente lejos de la acción como para relajarte, pero no hace falta que te vayas del lugar”, dice.

No tengas miedo de preguntarle al organizador si hay algún espacio tranquilo en el que puedas descansar o reagruparte. Si no es así, busca una esquina tranquila, dile a alguien cómo te sientes (“no pasa nada, solo necesito estar a solas un minuto”). Así sabrán que todo está bien pero no quieres que te molesten. En mi experiencia, por lo general se entiende perfectamente, más aún incluso que en fiestas normales en las que parece imposible escapar de la gente.

Si vas a una fiesta o un club con un amigo o pareja, Mechtab recomienda tener un plan estratégico de salida en caso de que quieras irte sin llamar la atención o tener que dar explicaciones. “Puede ser una palabra clave; una señal no verbal”, dice. Quizás solo necesitas un minuto para reponerte o crees que es hora de irte a casa.

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Practica sexo seguro

Todas las fiestas a las que voy tienen condones, lubricantes y guantes, pero si sabes que va a haber sexo, no está de más traer de casa por si acaso. Quizás hay juguetes, pero también puedes traer tus propios vibradores, látigos o esposas (¡limpios!). Usa condones con los consoladores y cámbialos con cada persona. No uses juguetes sin permiso. Si vas a jugar con cera o algún otro tipo de actividad que pueda ensuciar, trae una sábana o lona de casa y ponla en el suelo, y pregunta al huésped si hay algún lugar específico disponible para hacerlo. Y después, limpia lo que ensucies. No se trata solo de higiene sino de educación.

No saques fotos ni vídeos sin permiso explícito

La mayoría de estos clubs tienen normas muy estrictas sobre el uso de cámaras. En algunos, sacar fotos o vídeos puede significar la expulsión inmediata y la prohibición permanente de entrada al lugar. Puede que en otras fiestas más pequeñas sean más flexibles. Conozco a una mujer que alquila dos veces al año una mansión llena de estatuas antiguas y animales disecados e invita a mujeres para que asistan con su mejor lencería. Es difícil no sacar selfis, así que se permite sacar fotos con algunas excepciones.

En caso de que esté permitido hacer fotos: aunque parezca que no les importa, siempre pregunta. IGUALMENTE, pregunta antes de publicar las fotos en cualquier red social, aunque no te parezcan obscenas o inapropiadas. Hay gente que simplemente no quiere que se sepa adónde va de fiesta o con quién está, y es cosa de ellos. Si les parece bien que lo publiques, pregunta si quieren que aparezcan sus nombres, caras o tatuajes. Si no te sientes cómodo preguntando tantas cosas, ¡deja la cámara en casa!

En resumen: estás más que preparado para ir a una de estas fiestas, clubs u orgías sin ningún problema, porque lo único que se necesita es ser respetuoso y abierto de mente. Ah, una última regla: si te encuentras en un centro comercial con alguien a quien conociste en una fiesta y que está con otra gente, no te acerques y le felicites por sus dotes flageladoras. Contrólate.

Si tienes todo esto en cuenta y vas a una fiesta, después, comprueba cómo te sientes, o cómo se siente tu pareja si has ido con alguien. ¿Era lo que esperabas? ¿Qué te gusto y qué podría haber sido mejor? Quizás no hiciste todo lo que querías o no pudiste experimentar todo lo que estas fiestas ofrecen, ¡pero no pasa nada! Así tienes una razón para volver, ahora que tienes la experiencia necesaria.

*Se han cambiado los nombres por privacidad.