Sex

Beso negro: cómo comer culos

Cuando vayas a darle un beso negro a tu pareja, asegúrate de que sabes qué hacer.
KC
ilustración de Kim Cowie
Rimming

La primera vez que oí hablar del beso negro, una amiga más mayor y mucho más divertida que yo me contó que su novio pasó de hacerle un cunnilingus a comerle el culo y que se sorprendió tanto, que se le escapó un pedo en su boca. Este tipo de historias pueden parecer graciosísimas cuando nunca has hecho, o recibido, un beso negro. Sin embargo, para alguien versado en el mundo del annilingus, puede sonar incluso ridículo.

Publicidad

La primera regla del beso negro: espera lo inesperado. No significa que te vayan a defecar en la cara, pero a veces… la cagas. A menos, claro está, que vengas preparado para el festín. Por eso me he propuesto escribir esta guía completa sobre cómo comer culos a tutiplén, para que cuando estés frente al ano de tu pareja, ambos sepáis qué hacer.

ASEGÚRATE DE QUE TODO ESTÁ LIMPIO

Las lavativas se merecen un artículo completamente diferente. Por ahora, os recomiendo ver el capítulo seis de la segunda temporada de Sex Education. Según uno de los personajes, Rahim, el proceso es: “cuclillas, aprieta, aguanta, suelta”. Si te van a dar un beso negro y sabes cómo prepararte, las lavativas son siempre la mejor opción. Si no tienes demasiado tiempo para limpiarte el ano por completo, ve al baño y asegúrate de que te lavas y secas lo mejor posible. A menos que os vaya la escatología, no es agradable encontrarte con un pino en el camino.



No es cuestión de preferencia, una higiene insuficiente en el culete puede derivar en problemas de salud. Gillian Myhill, terapeuta sexual y cofundadora de la aplicación de citas BARE, advierte de que “es importante señalar que en el ano se pueden encontrar bacterias digestivas y bichos como el E. Coli o la salmonela que pueden enfermarte, así que: LÁVATE, LÁVATE, LÁVATE. Y si vas a dar un beso negro a alguien con vagina, asegúrate de que no extiendes nada al canal vaginal porque podría causar una infección”.

Publicidad

ASEGÚRATE DE QUE AMBOS ESTÁIS LIMPIOS DE ITS

Además de la limpieza física del ojete que estás lamiendo, o del tuyo propio, es importante conocer la salud sexual de la otra persona, al igual que con cualquier otro tipo de penetración. “Las ITS se pueden transmitir de igual manera a través de estas actividades, igual que dando sexo oral a un pene o a una vagina”, confirma Myhill. “Entre estas se incluyen herpes, verrugas, gonorrea, sífilis, hepatitis A y B”. Protégete y no digas que no te hemos avisado; preguntarle a alguien si tiene alguna de estas enfermedades es mucho menos peligroso que contraer una ITS. Si no quieres preguntarlo por alguna razón, merece la pena mencionar que las barreras bucales son tan efectivas para el culo como para la vagina.

PONTE EN POSICIÓN

Estar a cuatro patas es al beso negro lo que el misionero al sexo convencional. Es cómodo, ves bien lo que estás haciendo y tienes espacio para tocar otras partes. Dicho esto, Michael*, un liverpuliano de 29 años, recomienda hacerlo en el sofá. “La comodidad es primordial”, dice, “Mi parte favorita es cuando se sientan en el sofá, yo me arrodillo enfrente de su culo, con sus pies/piernas encima de mis hombros para poder ir directo al grano. Es una buena posición también si quieres hacer un descanso y comerle un huevo, como los descansos en el cine a mitad de película para comprar palomitas”.

Cada persona es un mundo y, aunque la posición favorita de Michael no sea la misma que la tuya, asegúrate de probar cada ángulo posible hasta averiguar cuál es la mejor forma de que te laman el ojete.

Publicidad

ADÉNTRATE

Cuando estás con la lengua en acción, tienes que dejar las dudas de lado. No puedes comer un culo a medias; no hay nada peor que un beso negro perezoso. “Me gusta darme un festín y meter la lengua bien adentro, hasta que le doy con la nariz en las costillas”, subraya Michael.

Para aquellos a los que no les entusiasme tanto la idea, Myhill cree que lo mejor es ir despacio y a buen ritmo. Recuerda experimentar: “Hay muchas técnicas que se pueden usar, desde dar rodeos alrededor del ano hasta empujar la lengua por el recto, pruébalo todo”.

Cuando comer un culo sale mal

RELÁJATE

Para mí y otras muchas mujeres que conozco, estar tenso no ayuda a tener un orgasmo. Si estás preocupada tratando de apretar el ano o te estresas por si hay algún accidente, no vas a disfrutar de una buena comida de culo. Ya sea con un ano en tu cara, o con el tuyo en la cara de alguien, trata de relajarte y disfrutar.

“Habla con tu pareja, ve despacio. Si es algo nuevo para ambos es probable que estéis igual de nerviosos”, explica Myhill. “Procura que tu pareja se sienta segura y sexy”. Yo recomiendo cien por cien poneros cachondos diciendo guarradas. “¿Estoy buena?” es mi favorita, personalmente.

Igualmente, Michael recomienda reforzar la intimidad del acto con contacto físico. “Agarrarse las manos es lo más sexy que se me ocurre. La primera vez que lo hice con un chico, intimamos de una manera que nunca había experimentado o pensado antes”.

¡Felicidades! Ahora ya sabes como dar un beso negro. Ve y mete la cabeza en ese melocotón jugoso como si estuvieras intentando respirar por el ano de esa persona.

* Se han cambiado los nombres por privacidad.

@GlNATONIC

This article originally appeared on VICE UK.