Sexo

Ya nadie tiene sexo

A prácticamente un año de que iniciara la pandemia, la vida sexual de todos sigue padeciendo sus estragos.
Nana Baah
London, GB
LC
traducido por Laura Castro
Ilustración de Alice Skinner
Imagen: Alice Skinner

El deseo es un recuerdo lejano.

Piensa en la última vez que viste una foto que realmente fuera provocativa, en la que alguien hubiera invertido un esfuerzo considerable. La última vez que viste la selfie de alguien con la piel brillante y sudorosa después de ir al gimnasio, o el video de algún colega en ropa interior sincronizando sus labios con una canción sin ninguna buena razón. Lo más probable es que ya haya pasado un tiempo.

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Durante los primeros e inquietantes días de la pandemia, cuando el deseo era rampante y todos en el mundo enloquecían con la selfie de cualquiera que no llevara puesto nada más allá de una simple cadena en el cuello, valía la pena enviar masivamente tus historias con las selfies que habías tomado de tu silueta justo a la hora crepuscular, porque parecía que el verano aún era posible, al igual que la promesa de poder sacar partido a todas esas reacciones con emoji de llama de fuego. Pero ahora estamos en febrero de 2021 y ya no hay más fotos provocativas, solo conferencias de prensa con el reporte de la pandemia y tristes caminatas diarias.

La monotonía del confinamiento ha plagado todos los aspectos de nuestras vidas. Olivia ha vivido con su novio desde 2019 y dice que vivir juntos los confinamientos ha cambiado la dinámica de su relación, en particular la forma en que se relacionan sexualmente.

"Nos hemos vuelto muy similares al estereotipo de una vieja pareja de casados. No me molesta, es agradable acurrucarnos juntos y ver cualquier película de Netflix", dice. "Aún tenemos sexo a veces, más o menos una vez a la semana, pero es menos espontáneo. Antes, él hacía cosas como prepararme un baño mientras yo estaba en camino a casa, o yo le enviaba una foto mía mientras él estaba en el trabajo, pero ahora pasamos mucho tiempo juntos, así que eso se acabó".

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Para Loren y su novio, fue el propio coronavirus lo que les impidió seguir teniendo relaciones sexuales. Después de contraer COVID el año pasado, Loren comenzó a leer estudios que decían que el virus podría tener un efecto negativo duradero en la libido.

"Fue un caso leve, pero había leído sobre personas que perdían la libido, así que obviamente me asusté", dice. “No tuve deseo sexual ni libido mientras estuve enferma, ni cuando me estaba recuperando y en cuarentena. Mi novio y yo teníamos mucho sexo cuando no estábamos juntos, pero después de enfermarme yo no estaba de humor para eso. Realmente me preocupaba de que no volviera jamás".

Afortunadamente, dice Loren, su deseo sexual regresó, pero luego su novio se mudó con ella y su familia durante unos meses, lo que hizo que tener sexo fuera casi imposible. "Idealmente, quisiéramos tener sexo todos los días", dice. “En la casa de mi familia las paredes son muy delgadas, viven otras cinco personas y la cama es individual. En el día, era difícil que nos sintiéramos cómodos con gente pasando frente a nuestra puerta constantemente, o sentíamos que teníamos que esperar hasta altas horas de la noche, cuando ya todos estuvieran dormidos".

Si bien es cierto que las personas con pareja han tenido que ajustar su dinámica sexual, si eres una persona soltera y vives en un país con reglas de confinamiento estrictas, la historia ha sido un poco más complicada.

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Durante la mayor parte de la pandemia, tener sexo con alguien ajeno a tu hogar ha sido algo contrario a las reglas. En agosto, la organización benéfica para la salud sexual Terrence Higgins Trust publicó unas nuevas pautas para tener sexo seguro, la cuales incluían la masturbación o el sexo con alguien con quien vivas, "no besar, usar una mascarilla durante el sexo, favorecer las posiciones en las que no estés cara a cara" y lavarse las manos antes y después del coito. Algunas organizaciones de salud también han mencionado pautas como que las parejas que se encuentran en las "primeras etapas" de su relación deben seguir las reglas de distanciamiento social entre sí y que las personas en "relaciones ya bien establecidas" pueden tener sexo con libertad.

Esencialmente: a las personas solteras y en países con confinamientos estrictos no les ha ido bien con las cambiantes restricciones en el ejercicio de su sexualidad durante la pandemia.

Phoebe es soltera y vive con su familia, y cree que el gobierno de su país debió haber pensado en las muchas personas que están en su situación.

"Tuve sexo con el mismo chico entre junio y octubre, durante los meses que hubo entre el primer confinamiento y el segundo", explica. “[El gobierno de mi país] no ha tomado en cuenta a las personas que están en una relación o duermen juntas, pero [que] no viven juntas. Creo que ir a la casa de otra persona para establecer una conexión emocional o sexual no afectaría mucho las tasas de infección, siempre y cuando cada persona tuviera cuidado. Las personas necesitan contacto humano, y si vives solo o con tus padres, no lo obtendrás. Es molesto, pero no quiero romper las reglas del confinamiento ni arriesgar nada para ir a verlo".

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Entonces, Phoebe se ha tenido que conformar con sextear con su reciente pareja, quien también vive en casa de su familia. "Honestamente, no ha sido tan satisfactorio", dice. “Lo es por un momento, pero obviamente no es lo mismo y, por ello, la necesidad tiende a presentarse más rápido. Mi libido tiende a menguar y fluir según mi estado de ánimo, pero ha crecido bastante en este tercer confinamiento".

Vivir tres confinamientos estrictos ha cambiado por completo el enfoque de Jay, de 28 años, sobre el sexo y las citas. "En agosto de 2020, tuve sexo con alguien con quien previamente había tenía una relación", dice. “No fue una buena idea, así que decidí dirigir mi energía hacia otras cosas, como el gimnasio. Sin embargo, ahora soy célibe. Por ahora, he decidido mantenerme así durante un año. Es difícil, porque en este momento mi libido es muy alta, pero es la mejor decisión".

La mayoría de las personas solteras con las que he hablado dicen que lo que más extrañan del mundo prepandémico son las cosas que vienen con el sexo, como la anticipación y la intimidad. Jade, quien ha vivido sola durante la pandemia, es una de esas personas. Me envió un tuit donde sugiriere que cualquiera que eche de menos los abrazos compre una almohada como la que viene en su tuit, pero menciona que lo que extraña principalmente son las cosas pequeñas, como coquetear.

“Extraño la atención”, dice ella. “Estaba contenta con estar soltera, ya que andaba de arriba para abajo y me vestía bien, así que me sentía bien conmigo misma, pero ahora estoy en casa usando joggers todos los días. Obviamente, tengo el poder de cambiar eso, pero la mayoría de los días no me interesa ni cepillarme el pelo".

En cuanto a Phoebe, el sexo no será lo único en lo que se concentrará cuando las restricciones finalmente se relajen: "Deseo ver a mis amigos y pasar el rato con ellos tanto como deseo tener sexo".