Visitamos el templo de las ratas sagradas de la India

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Identidad

Visitamos el templo de las ratas sagradas de la India

Los extranjeros tienen miedo a las ratas, y yo estoy tan asustado como ellos.

Deshnoke es un pueblecito situado al borde del Gran Desierto Indio, a mitad de camino entre Nueva Delhi y la frontera occidental de la India. En una tierra en la que abundan los monumentos impresionantes podría pasar desapercibido, pero una vez te acercas, empieza a mostrar su encanto. Sin duda, lo más extraño del lugar es Karni Mata: el templo de las ratas.

Adoradores entrando al templo

Según la leyenda, en el templo viven más de 20.000 ratas, queson la representación terrenal de Karni Mata, una sabia y curandera del siglo XV que desapareció cerca de Deshnoke a los 151 años. Karni Mata es venerada por su generosidad, buena voluntad y poderes sobrenaturales. Existen diferentes historias sobre cómo los roedores llegaron a vivir ahí, pero todas coinciden en que la diosa se reencarnó en una rata.

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Dentro del templo, el suelo se mueve y salta. Los visitantes quisquillosos que lo visitan por primera vez intentan sortear la marea de ratas cubren el mármol. Los iniciados se dirigen a un santuario en el centro del templo, donde hacen ofrendas a los cientos de ratas que rodean el pie de una estatua de plata de Karni Mata.

Una rata se come a uno de los suyos

Los seguidores más devotos beben del tazón en el que las ratas se bañan y juegan, y se comen las migas que estas dejan en el suelo. Algunos incluso duermen en el templo, y permiten que las ratas caminen sobre ellos durante la noche. Las parejas recién casadas visitan el lugar como parte de su ceremonia nupcial. Un pequeño número de personas considera que el templo es su casa.

Según los autóctonos, todo eso trae buena suerte, sobre todo encontrarse con las dos ratas albinas del templo. Para entender la conexión entre la suerte y las ratas, hablé con algunos devotos en el templo.

Arun Prasath, 26 años, científico. Trabaja en el centro de investigación atómica de Bhabha, en Bombay

Estaba en la ciudad porque fue invitado a una boda. Era la primera vez que visitaba el templo sagrado y se mostró más escéptico que el resto.

Los extranjeros tienen miedo a las ratas, y yo estoy tan asustado como ellos. No vamos a entrar al santuario para orar y comer con las ratas, que es lo que la mayoría de la gente de aquí viene a hacer. El sacerdote permite que las ratas corran sobre él, incluso sobre su cabeza.

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Hemos oído mucho sobre este lugar y lo hemos visto en documentales. Nos han dicho que venir aquí trae buena suerte, que los sueños se vuelven realidad si uno ve una rata blanca, y hoy la hemos visto. Vamos a esperar y ver cómo se manifiesta. Nosotros venimos aquí más para observar nuestra religión y divertirnos. Es interesante. La gente dice que este lugar es divino. Pero en el templo puedes ver a las ratas comiéndose a uno de los suyos. ¿Eso es divinidad?

Sunil Gupta, 51 años, profesional de marketing de Nueva Delhi

Gupta estaba trabajando en la zona y pagó su primera visita al templo de las ratas.

La historia de este templo comenzó hace más de 500 años, cuando Yamraj, el dios de la muerte, vino por el alma de un niño de diez años que era muy cercano a Karni Devi. Yamraj dijo que la vida de este niño estaba terminada y que debía llevar su alma al cielo, pero Karni Devi no lo permitió. "Yo también soy poderosa", le dijo a Yemraj, y para evitar que tomara el alma de ese niño, convirtió al niño en una rata.

Desde ese día, Yemraj no se pudo llevar ninguna de las almas de la gente cercana a Karni Devi; todos sus parientes y amigos se reencarnaron en ratas. Todas las ratas sagradas en este templo son la gente de Karni Devi; cuando mueran, se reencarnarán en seres humanos una vez más. Ese es su poder, y es por eso que adoramos a estas ratas.

No sabría decirte exactamente cómo el lugar le trae buena suerte a la gente, pero en el hinduismo, cuando adoramos a un dios, nuestra suerte aumenta automáticamente. Las personas pueden tener diferentes religiones, pero el hinduismo es real; todos los hechos están científicamente comprobados. ¿De qué otra manera puedes explicar la presencia de todas estas ratas?

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Narayn Krishant, 45 años; lleva 25 trabajando en el templo de las ratas

En la entrada, Krishant vigila los zapatos de los visitantes. Nunca ha perdido un par.

Imagínate: la gente viene de toda la India para tomar agua y leche con las ratas, para comer con las ratas. Yo puedo entrar aquí siempre y adorarlas: veinte minutos ahora, diez minutos más tarde. Todos los días trabajo aquí 16 horas, por solo 5.000 rupias (unos 70 euros) al mes. Pero este es un lugar puro, y todo el mundo tiene una misión en la vida. Esta es la mía.

En este templo, las ratas blancas son especiales. Ahora hay dos viviendo aquí. Algunas personas vienen para tocarlas, pero nunca las ven. Yo las veo casi todos los días y esto me ha dado muy buena suerte. Hace tres años tuve un infarto, pero como siempre estoy adorando a Karni Devi, solo estuve dos días en el hospital y esa es la única vez que he estado enfermo o no he asistido a mi trabajo.

La primera vez que vine aquí, tenía ocho años. Me acuerdo de que pensé: "No necesito ir a otros países ni a ningún otro lugar, solo venir al templo".

Este hombre de 55 años siempre está en el templo de ratas

Adorar a Karni Marta le ha dado todo lo que necesita en la vida.

Desde que nací solo he vivido aquí … No tenemos nombres y no deseamos nada. Soy el hijo de la diosa Karni Devi, ese es mi único nombre. Vivimos bajo ella solamente.

En este templo no hay ratas, son kabbas (convertidas por lo divino). Hay una gran historia que explica por qué son kabbas, pero no te la puedo contar porque te tendrías que ir antes de que pueda terminar. Deberías comprar un libro si quieres aprender. Los extranjeros vienen aquí, toman fotos y conocimiento de nuestra cultura y religión, y luego simplemente se van. ¿Realmente llegan a entenderlo todo?

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No soy más que un pobre y existo para adorar a Karni Devi, pero la diosa me alimenta. También consumo drogas, principalmente marihuana. La diosa cumple todos mis deseos. Además, si quisiera, podría invocar a la diosa para que la viéramos. Pero es un poder tan fuerte, que no puedo usarlo todo el tiempo.