FYI.

This story is over 5 years old.

aroldis chapman

Aroldis Chapman salva a los Cubs de la eliminación, habrá juego 6

Chapman consiguió un salvamento de ocho outs, el primer en su carrera, para obligar a un sexto juego en la Serie Mundial.
Fox

El quinto juego de la Serie Mundial del domingo por la noche fue, en esencia, dos partidos. La primera parte del encuentro fue de ida y vuelta, Cleveland anotó carreras en la segunda y sexta entrada, mientras que Chicago anotó en la tercera. Después en la séptima, el entrenador de los Cubs, Joe Maddo, optó por la adquisición de mitad de temporada de mayor perfil, Aroldis Chapman, para que trabajara el tramo final.

Publicidad

Dado que Chapman fue acusado de violencia doméstica y fue suspendido al arranque del año, el cubano es una figura polémica, pero en la postemporada el veloz lanzador zurdo se ha visto algo incierto sobre el montículo. Ante los Giants de San Francisco en la Serie Divisional, Chapman no pudo cerrar exitosamente, y regaló un par de carreras ante los Dodgers de Los Ángeles en la Serie de Campeonato. A diferencia de Andrew Miller de Cleveland, Chapman ha lucido como un modelo más viejo y tosco; tiene gran fuerza en sus lanzamientos, seguro, pero también puede ser conectado.

Tres juegos a uno abajo y al borde de la eliminación, lo único que Maddon podía esperar de Chapman es que lograse aguantar, y lo hizo al obtener sus ocho outs —su primer salvamento de ocho outs de su carrera— ante diez bateadores. El partido que se había jugado, hasta ese punto, con cierto ritmo, disminuyó por las visitas al montículo y el dramatismo de la pausas entre lanzamientos, pero cada vez que Chapman dejaba escapar la bola de sus manos, nos transmitía una sensación sobrecogedora de velocidad. Luego de haber heredado a un corredor en base, terminó la séptima entrada ponchando a José Ramírez con una bola rápida y a Roberto Pérez con una bola baja; el resto fueron un par de sliders, y mucho fuerza. La bola rápida que logró el segundo out sobre Jason Kipnis en la octava entrada alcanzó las 100 millas por hora; el lanzamiento ante Francisco Lindor recorrió las 103 millas por hora. El último out de la noche se dio gracias a un picheo de 101 millas sobre el borde exterior, después de que Chapman había realizado 41 lanzamientos, le habían conectado tres veces, y engañado a los bateadores en dos ocasiones.

Mientras que Miller aplica un método más alegre que hace posible que las entradas sean más cortas, Chapman tiene un acelerador en su hombro izquierdo presionado todo el tiempo. Su zancada es grande, su pecho se infla, y su brazo sigue el movimiento. En cámara lenta se ve francamente imposible: ¿Cómo es posible que una extremidad pueda posicionarse tan atrás de su torso sin desprenderse, regresar con tanta fuerza y no incendiarse? Incluso cuando Chapman lanza una vez su bola rápida, nos damos cuenta de la anomalía física del acto; hacerlo tres docenas de veces en una hora es una obra maestra de resistencia.

Viendo hacia el futuro, Chapman luce menos como una certeza comparado con su contraparte en Cleveland, y ahora más considerando la carga de trabajo que trae encima. También sigue siendo un recordatorio necesario, mas sombrío, de que las buenas historias en los deportes no siempre involucran a buenas personas. En el juego 5, Chapman lanzó con gran fuerza durante un largo período de tiempo; es todo lo que los Cubs de Chicago necesitaban.