Esta serie de imágenes forma parte de la colección de Picture Hunters, un museo online dedicado completamente a colecciones de imágenes personales. Todas las fotos cortsía del coleccionista.
Un enorme sándwich de plástico que da vueltas sin parar o un cucurucho de helado con la pintura cayéndole a trozos, ninguno de los dos se nos antoja muy apetitoso pero al parecer funcionan. En casi cualquier calle comercial de los Países Bajos nos encontramos un letrero gigante de algo que deberíamos comprar, porque al parecer si algo es grande lo queremos."Son objetos enormes que llevan tiempo formando parte del paisaje, como si fueran monumentos", dice el diseñador gráfico y de producto Paul Baars, "Son demasiado grandes como para poder cogerlos, y eso es bueno para las ventas". Baars lleva desde los 70 trabajando como fotógrafo de calle y ha viajado hasta Tokyo para fotografiar la publicidad que encuentra a su paso. Las mejores de sus fotos están recogidas en su serie XL Objects.
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''Trabajé como diseñador en Nueva York durante dos años y en algún momento empecé a fijarme en esos zapatos gigantes y botellas de refrescos que me asaltaban en plena calle. Siempre llevo mi cámara conmigo y tras cada uno de mis viajes podía seguir expandiendo la colección", dice a The Creators Project.Baars utiliza sus colecciones para crear juegos, collages, libros y calendarios. XL Objects cuenta ahora mismo con unas cien imágenes, entre las que podemos ver varios alimentos, además de utensilios, botellas y guitarras.
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