El milagroso nuevo tabloide de Italia

Imágenes cortesía de Miracoli

El ex primer ministro italiano es un delincuente sexual, el 42 por ciento de la población joven está en paro y el país está actualmente atravesando su más larga recesión en 60 años. Se necesitaría un milagro para enderezar a Italia, y exactamente a eso se dedica el más reciente tabloide del país. Miracoli (“Milagros”) es un semanario de 52 páginas lleno de historias sobre hombres sanados por las aguas de Lourdes, monjas convirtiendo pan sagrado en carne al ponerlo en sus bocas y famosos italianos revelando cómo los san- tos, María o el Papa salvaron o cambiaron sus vidas. Cada número presenta, además, un póster central de un santo y una plegaria relacionada. Se puso a la venta a finales de junio y no tiene página web, pero su tirada es de 70.000 ejemplares, algo digno de destacar ahora que se habla tanto de la muerte de la letra impresa. Hablé con Daniele Urso, editora jefe de Miracoli, para saber más sobre los insaciables apetitos espirituales de los italianos.

VICE: ¿Por qué una revista sobre milagros?

Daniele Urso: Pensamos que era muy difícil encontrar una revista que hablara sobre la esperanza. Como periodista, soy consciente del hecho de que es más fácil publicar malas noticias, y por esta razón pensamos que hablar de milagros y de experiencias positivas y maravillosas sería una forma adecuada de emparejar un proyecto editorial y una necesidad humana. La crisis [económica] del país es uno de los muchos factores que están contribuyendo al renacimiento de la devoción religiosa.

¿Ha habido alguna reacción por parte de la Iglesia Católica?

La Iglesia nos está ignorando. Estamos cosechando grandes reacciones de los sacerdotes que se encuentran lejos de las altas esferas del Vaticano.

¿Tienen los italianos algún santo favorito?

Existe una gran devoción por María. Suele ser la primera a la que recurre la gente.

¿Qué hay de Jesús o de Dios?

María es una madre, una figura con la que nuestra base de lectores, en su mayoría mujeres, se puede identificar. Esposas y madres. Los santos son seres humanos como nosotros, y por eso es fácil empatizar con ellos. A Jesús y Dios se les ve como entidades lejanas, y Dios en particular puede dar miedo en ocasiones.