Bueno, ya está. Donald John Trump es oficialmente el presidente de los Estados Unidos de América. Esto es lo que nuestros compañeros de alrededor del mundo piensan al respecto acompañado por algunas imágenes que ilustran lo que significa esto para ellos.

Como con todo proceso de luto, la primera reacción es la incredulidad. Después llegan la negación, el enfado, la depresión y, finalmente, la aceptación de que a pesar de que tenían todas las apuestas y las encuestas en su contra, Donal John Trump será el 45 Presidente de los Estados Unidos.

Gracias al Congreso, la Corte Suprema, sus aliados internacionales, los tratados internacionales y los lobbies, se dará cuenta pronto de que era más fácil ser candidato que presidente. El gobierno del país más poderoso de la tierra no puede llevarse como una empresa o un reality show y no podrá cumplir todo lo que prometió en campaña – como construir un muro gigante entre nuestros países.

Creo que dentro de cuatro años, el mundo verá a Trump como uno de los presidentes menos efectivos de la historia de los Estados Unidos, el showman que vendió el mundo.

– Oscar Balderas, reporter for VICE News

Va, gente de EE. UU., ¿en serio? Menuda pesadilla de mierda. Primero el Brexit y ahora esto. Es como si a todo dios hubiera dejado de importarle una mierda el mundo. ¿Qué implica esto para Alemania y Europa? Pues no tenemos ni idea, y eso es precisamente lo que más nos asusta, porque salta a la vista que Trump tampoco tiene ni idea.

¿Venderá toda Europa del Este a Putin a cambio de permisos para construir campos de golf en la tundra? ¿Tratará de arrasar con una bomba nuclear todo país cuyo dirigente tenga las manos más grandes que las suyas? ¿Deberíamos todos votar a gilipollas xenófobos populistas (porque aquí también los tenemos), pasar del rollo de la cooperación internacional y seguir arrastrándonos hasta que solo quede uno? Parece una solución poco racional, pero bueno, no olvidemos que el pueblo ha decidido dar a Trump el título de Persona Más Poderosa del Mundo. Quizá lo racional esté sobrevalorado y ya no mole. Dios, por favor haz que explote.

— Matern Boeslager, VICE Alemania

Comienza una nueva era, marcada por el apoyo a Trump del pueblo serbio, seguido de cerca por su gran hermana elava, Rusia, con un uno por ciento de diferencia. Los más felices son los nacionalista de extrema derecha, que instaron abiertamente a la diáspora serbia a votar por Trump porque, según ellos, Hillary es la autora intelectual que indujo a su marido a lanzar los ataques de la OTAN contra Serbia en 1999. Muchos esperan que la primera dama, Melania Trump, se pase a visitarnos –a fin y al cabo, ella es originaria de nuestra antigua socia o exesposa, Eslovenia. También hay numerosos intelectuales que coinciden con Slavoj Žižek y opinan que, dada la situación insostenible en la que se encuentra Hillary Clinton, mejor probar con Trump (a quien llama una "desgracia humana"). Pero el sumun del goce obsceno de los serbios lo constituye el evento de Facebook titulado "Eyaculación masiva en el momento en que Donald Trump gane las elecciones", con más de 2.000 usuarios que han prometido "asistir".

– Aleksandra Nicsik, editora de noticias de VICE Serbia

Tenía que pasar. Primero perdemos nuestro estatus como país más feliz del mundo, luego, nuestros hermanos británicos votan a favor de abandonar la UE, y ahora EE. UU. Ha elegido a un capullo de primera categoría como presidente. Un capullo que, según su oponente, Ted Cruz, cualquier día podría decidir soltar una bomba nuclear. El mundo es hoy un lugar más oscuro, misógino y carente de sentido. De repente todo puede ocurrir. Por eso nos vemos abocados a pensar que las posibilidades de acabar aniquilados en una crisis nuclear son mayores que las de volver a ganar un torneo de fútbol. A pesar de todo, esperamos que Trump mantenga las manos alejadas de ese fatídico botón rojo, apunten hacia donde apunten esos misiles. Lo mejor para todos, desde luego, sería que Trump se retirara a su torre y reconociera que el puesto de trabajo más poderoso del mundo no es el más apropiado para una persona que tuitea cosas como esta.

—Lars Jellestad, editor de VICE Dinamarca

Bueno, tenemos un historial fantástico que nos ha llevado hasta aquí, ¿no? Un siglo de crecimiento económico, estabilidad política y la relación más amistosa y profunda que ha habido entre dos naciones en todo lo que llevamos de la era moderna. No está mal, ¿eh? Pero igual que sucedió con la célebre tragicomedia televisiva de temática legal Juzgado de Guardia (1984-1992), todo lo bueno llega a su fin. Y eso también se aplica al romance entre Canadá y Norteamérica. Canadá con su Primer Ministro, que más parece el emoji de la carita que guiña un ojo en el WhatsApp, y Norteamérica, con su "muñeco hinchable que baila y saluda como un idiota" repleto de odio. El NAFTA, ese incuestionablemente excelente acuerdo que rebajó los precios de prácticamente todos los bienes de consumo y se situó en el corazón de un incremento del 60 por ciento en el volumen global de la economía norteamericana, se ha ido para no volver. Rusia se apoderará del Ártico canadiense. Justin Bieber, todavía con un visado de trabajo, se verá obligado a renunciar a su pasaporte canadiense o a enfrentarse a la deportación. Por supuesto que las hordas de emigrantes norteamericanos que crucen a través de las Cataratas del Niágara serán una bendición para la economía canadiense, con sus celebraciones culturales animando Little Pittsburg el 1 de Julio y sus restaurantes de bocatas Subway abriendo en cada esquina, pero a fin de cuentas se trata del final de una amistad muy especial.

— Justin Ling, VICE Canadá

Despiertas y abres los ojos a un fantástico "mundo feliz". Eres Donald J. Trump, Presidente de los Estados Unidos de América. "¡Puedo hacer cualquier cosa!", te dices. "¡La puta zona que hay inmediatamente alrededor de mis ojos es morada y blanca y nadie dice una mierda al respecto! ¡Hasta ahí llega mi poder! ¡Puedo hacer cualquier cosa!". Son las 3 de la madrugada, porque esa es la hora a la que te levantas. Te metes entre pecho y espalda tu desayuno habitual de huevos revueltos, salchichas de pavo y dos o tres Big Macs pasados por la batidora. Te sientes invencible, fuerte como el acero. Te abrochas el cinturón de tus pantalones de dormir (duermes, igual que vives, enfundado en un traje) y te tambaleas hasta el piso de abajo. Allí hay como 20 o 30 agentes de los Servicios Secretos con gafas de sol y pinganillos en las orejas. "Señor Presidente, señor", dicen mientras te sientan frente a un ordenador portátil con aspecto de tener muchas funciones y accesorios, "tenemos que conseguirle una clave de acceso". Permaneces ahí sentado durante un segundo. "¿Qué es una clave de acceso?". Uno de los agentes da un paso al frente: "Para el portátil presidencial, señor. Necesitamos una clave de acceso segura". No tienes ni idea de lo que significa "clave de acceso". Revisas el organigrama para toma de decisiones de Donald J. Trump:

Afuera, el mundo gira imperceptiblemente sobre su eje, un nuevo movimiento de violencia de derechas planta su semilla y, lentamente, nos vamos aproximando un poco más al apocalipsis, porque "El Tío Más Cabreado del Mundo" es ahora también "El Hombre Más Poderoso del Mundo" y eso no puede ser bueno. Para nadie. Pero por ahora ―por tu culpa― estamos todos atrapados en una agenda que sabes que terminará en humeantes tierras arrasadas, en desolados desiertos de los que asomarán fragmentos de rascacielos, en revueltas en las calles, en nubes de gases lacrimógenos… Pero por ahora tú eres Donald J. Trump y estás muy cabreado porque tienes que pensar una contraseña. "A TOMAR", escribes con los diminutos dedos de una de tus diminutas manos, presionando cada tecla una a una. "POR CULO".

- Joel Golby, staff writer VICE UK

Estas han sido las primeras elecciones por las que el pueblo polaco ha demostrado interés: según el Centro de Estudios de la Opinión Pública (CBOS), el 74 por ciento de los polacos considera que estas elecciones eran "bastante importantes" o "muy importantes" (con el doble de participación que en nuestras propias elecciones). Asimismo, solo el 6 por ciento considera que sería mejor para Polonia que ganara Trump, mientras que el 57 por ciento se decanta por Hillary Clinton. Y aquí estamos. Ya podemos ir dejando nuestras disputas de "partidarios de la izquierda contra fascistas" o "católicos contra feministas" y ponernos a aprender ruso, como siempre hemos hecho en tiempos de crisis. E incluso si la invasión de Rusia no es más que una fantasía para sembrar el miedo, es el momento de pedir a nuestros padres unos cuantos consejos sobre cómo sobrevivir a las nubes radiactivas como las que hubo en Chernóbil, porque uno nunca sabe qué puede pasar con el dichoso botoncito rojo. Era broma. La vida seguirá como siempre: comeremos salchichas, beberemos vodka y escucharemos canciones de Disco Polo sobre la libertad.

- Maciek Piasecki, Editorde VICE Polonia

Esta victoria increíblemente de un hombre poderoso, rico e indolente que se alimenta de una ilusión de superioridad es el peor panorama posible para el futuro de nuestro planeta. Incluso si Trump se propone enfrentarse a la realidad, incluso si decide respetar la constitución de los EE. UU. y no pone en práctica todas esas ideas repugnantes que ha ido soltando de tanto en tanto –desde el muro de México hasta las amenazas comerciales a China, desde los flirteos con Vladimir Putin hasta la amenaza de encarcelar a sus oponentes políticos– incluso si su gobierno, gracias a algún milagro divino, consigue lo imposible, el mundo ya ha sido molido a palos. Ha sido derrotado porque ha ganado la retórica, porque perdió la razón a favor de la demagogia, porque ganaron las conspiraciones.

Sorprendentemente, en Grecia Trump cuenta con el índice de aprobación más bajo del mundo. Si hay algo que me quita el sueño, es que un político griego adoptara el estilo político de Trump. Y creo que al resto del planeta también debería preocuparle.

– Dimitris Theodoropoulos, editor jefe de VICE Grecia

Desde las remotas y prohibidas tierras de ese héroe caído que fue el Quijote sabemos bien lo que es perder y vivir en un mundo muy jodido. Trump ha ganado y hoy, desgraciadamente, el mundo se parece un poco más a The Apprentice. Desde el primer día en que este "hombre hecho a sí mismo" decidió seguir los pasos de Reagan- Schwarzenegger-Bush y convertirse en un presidente estadounidense populista y no ilustrado, todos sabíamos que el mundo acabaría siendo una versión XXL del legendario programa de televisión que elevó a Trump a la categoría de celebridad. Hoy, los EE. UU. están un paso más cerca de ser una gigantesca Trump Tower, ese lugar desde el que Trump evaluaba a grupos de hombres y mujeres mayoritariamente WASP que soñaban con formar parte de la Corporación Trump y ser como él. Trump los ridiculizaba, les sometía a pruebas absurdas y luego pronunciaba su ya célebre frase, frunciendo la boca en esa mueca horrible: "You're fired".

Pues mucho nos tememos que Trump va a gestionar su país a golpe de "You're fired", convirtiendo los EE. UU. en una especie de plató de televisión, un Show de Truman en el que solo sobrevives si eres joven, capitalista, agresivo, emprendedor… y republicano. El mundo dominado por la arbitrariedad.

— Laura Conde, editora jefe de VICE España

No sé muy bien de qué va esta foto y tampoco sé muy bien lo que va a pasar ahora con el mundo, pero creo que representa bastante bien cómo se presenta nuestro planeta ahora que Muse ha anunciado que va a sacar un álbum de hip hop. Sinceramente, no podría ni tan siquiera pensar en una imagen que pudiera representar el mundo ahora que también Trump se ha convertido su líder, y además, también quería mantener la elegancia. Joder.

— Ewout Lowie, editor VICE Países Bajos

Mierda. No puede ser verdad. Tiene que ser una horrible broma de mal gusto planeada para hacer que nos arrepintamos de todas las cosas malas que hemos hecho, de todas las veces que nos hemos quejado de nuestras vidas, nuestros trabajos, de los políticos que nos gobiernan, de la sociedad o de los programas de la tele en la era pre-Trump.

Todavía no estoy seguro de si lo que me embarga es el asombro, el miedo, el asco o la fascinación por una nación que ha elegido de forma consciente desestabilizarse a sí misma. En cualquier caso, esto no tenía que haber sucedido.

Sus simpatizantes en EE. UU., Europa e Italia, que creen que algo bueno puede salir de esta persona, tampoco querían que esto ocurriera, en el fondo. Ni el mismo Trump quería que esto pasara. Él esperaba que no lo tomáramos en serio. Estaba claro desde el primer momento, y Trump intentaba hacérnoslo ver siempre que tenía la oportunidad. ¿Ahora qué? ¿A construir como locos un muro en la frontera con México? ¿A volver a hacer"un gran país de América"? ¿A derrotar al Estado Islámico, prohibir la entrada de los musulmanes a EE. UU. y meter a Hillary Clinton entre rejas? Y, ¿qué se supone que tenemos que hacer nosotros? ¿Tomarnos en serio a este hombre y seguir como si nada, como si el mundo no se hubiera jodido irreversiblemente?

– Flavia Guidi, editora junior de VICE Italia

Aunque nos advirtieron de que este nefasto día llegaría y la mayoría de gente lo temía, finalmente ha sucedido. Debemos decir que no nos sorprende demasiado, porque Estados Unidos se ha ido convirtiendo lentamente en el Infierno y el mero hecho de que una persona tan horrible haya podido llegar a ser considerada como candidato ha sido advertencia suficiente. Quizá motive a algunas personas a iniciar revueltas por todo el mundo (lo que probablemente sería la mejor opción posible, dada la situación mundial), pero también es muy posible que nada cambie, porque la mayoría de las promesas de Trump suenan demasiado grotescas como para ser ejecutadas. Lo peor de todo es que muchos franceses realmente apoyan a Trump y desean que Francia se vuelva como Estados Unidos, lo que podría animar a otros capullos sexistas y ricos a presentarse a las elecciones presidenciales sin que siquiera nadie se burle de ellos. Así que, bueno, nada nuevo bajo el sol.

— Julie Le Baron, editora de VICE Francia