Estas personas se ven obligadas a cruzar de Palestina a Israel, país con el que han protagonizado un conflicto histórico y religioso, que se remonta al año 1948, cuando se formó el Estado judío en esa zona ya que, según ellos, Dios la contempló como su tierra prometida.Este programa es un intento por facilitar el acceso a Israel a las personas que sufren las consecuencias de esta tensión, y acercarlos a sus familiares.La organización lleva facilitando las visitas de personas desde Cisjordania, Ribera Occidental, Jerusalem y Golam, provincias en los alrededores de país judío, desde 1968.Todas las imágenes fueron tomadas de su página de internet.Por primera vez en 20 años, Israel aprueba un nuevo asentamiento en Cisjordania. Leer más aquí.
Yousef y su esposa Halema tienen 73 años. Tienen a dos hijos detenidos en Israel. Desde hace 30 años han podido cruzar la frontera a ver a sus hijos gracias al programa de la Cruz Roja. (Imagen vía Fadi Arowi/Cruz Roja Internacional).
Falastine vive en la en el territorio ocupado de Ribera Occidental, en Cisjordania, con su bebé. Su esposo, Samer, fue detenido en Israel. (Imagen vía Alaa Badarneh/Cruz Roja Internacional).
Kheiri Skafi nació en 1942, tiene cinco hijos y ocho hijas. En el 2000, uno de sus hijos fue sentenciado a 20 años en prisión (Imagen vía Jesus Serrano Redondo/Cruz Roja Internacional).
Ghozlan tiene 86 años. Ella ha guardado todos los permisos que le han dado desde los años 80 para visitar a su hijo. "He visitado a mi hijo gracias al programa de la Cruz Roja durante los últimos 10 años. Sigo guardando todos sus mensajes. Son parte de mi memoria" (Imagen vía Jesus Serrano Redondo/Cruz Roja Internacional).
Um Ibrahim, una viuda de 77 años, tiene 14 hijos. Ella se enteró del programa para ver a su hijo en 1983 (Imagen vía Nidal al-Wahidi/Cruz Roja Internacional).
Mohammed nació en 1993. Tenía cuatro años cuando detuvieron a su papá (Imagen vía Atta Jabr/Cruz Roja Internacional).
Latifa vive en Qalandiya, en la Ribera Occidental. Tiene siete hijos, y dos están detenidos (Imagen vía Fadi Arowi/Cruz Roja Internacional).