Television

La cancelación de 'Pasapalabra' es peor de lo que pensábamos

'Pasapalabra' llevaba en antena desde el año 2000 y ha tenido que salir de la pantalla sin avisar.
Fran Rosco
Imagen vía Telecinco

Ya es oficial. Telecinco emitió ayer su último Pasapalabra. El programa, que lleva en antena desde el 2000 (se dice pronto) y se ha convertido en uno de los programas más longevos de la cadena termina de un día para otro. Sale por la puerta de atrás, sin avisar y sin poder dar una despedida en condiciones.

Para los que no sepáis de lo que estoy hablando, Mediaset España lleva 10 años peleándose con ITV Global Entertainment por los derechos de emisión del concurso. Y después de un proceso judicial bastante largo y distintas sentencias a favor de ITV, el caso ha llegado hasta el Tribunal Supremo y la empresa española ha tenido que aceptar la derrota.

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La noticia, que llega como un jarro de agua fría para los seguidores del programa, se confirmó ayer con un comunicado escueto de Mediaset:

Y si lo piensas un poco, el tema es bastante triste. ¿Qué van a hacer todas esas familias que, antes de cenar, se sentaban frente a la televisión y escuchaban a Christian Gálvez recitar definiciones imposibles sacadas del diccionario? ¿Qué van a ver ahora nuestros padres, que intentaban completar ese rosco imposible (sin éxito) como si el premio final fuese para ellos?

No, ahora en serio. La realidad es que Pasapalabra era uno de los pocos programas que conseguía llamar la atención de gente de todas las edades y uno de los pocos en la parrilla televisiva que conseguía divertir utilizando la cultura. Cada vez quedan más lejos los días en los que las cadenas apostaban por los concursos para entretener al público. Ahora cuando enciendes la televisión ya no ves programas míticos como Un, dos, tres… responda otra vez. Ya no te encuentras a Carlos Sobera en la pantalla presentando programas como ¿Quién quiere ser millonario? o Atrapa un Millón.

Con la cancelación de Pasapalabra, desaparece uno de los últimos concursos de la tele de la vieja escuela, que había mantenido su formato prácticamente inalterable a lo largo de casi dos décadas, algo así como un pilar que daba estabilidad a la siempre cambiante parrilla televisiva en la que, por otro lado, estos programas acostumbran a cambiar cada pocas temporadas, siempre acosados por otros modelos más rentables. Así que sí, hoy es un mal día para la televisión.

Por el momento, la franja que cubría Pasapalabra va a ser ocupada por nada más y nada menos que una hora más de Sálvame, que parece que pretenda convertirse en un canal 24 horas.

@miguelretegui

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