FYI.

This story is over 5 years old.

Actualidad

Este tipo se coló a un zoológico y recibió una golpiza de los monos

El joven de 23 años, que pretendía cometer un robo, se rompió una pierna, se fracturó dos dientes, se torció un tobillo y quedó lleno de hematomas.
Gavin Butler
Melbourne, AU
ÁG
traducido por Álvaro García
Mono ardilla. Imagen vía Shutterstock

Artículo publicado originalmente por VICE Australia.

Si alguna vez han estado en un zoológico, habrán pensado en robarse un mono. Todos lo hemos hecho. Hay algo innegablemente seductor sobre sus travesuras y sus pequeñas caras aplastadas, su naturaleza infantil y su espíritu salvaje. Y el hecho de que tienen el tamaño perfecto para meterlos en una bolsa.

Sin embargo, pocos de nosotros hemos tenido el valor para robarnos un mono. Y eso es para bien. Porque un neozelandés de 23 años llamado John Casford casi muere en el intento.

Publicidad

John admite que estaba bastante drogado cuando irrumpió en el zoológico a través de una puerta sin seguridad, rompió dos candados y entró al recinto de los monos en el zoológico de Wellington. Su objetivo era capturar a uno de los monos ardilla del zoológico —una especie que habita las copas de los árboles en América Central y del Sur— y regalárselo a su novia. Sin embargo, los monos ardilla tenían otros planes en mente.

"No sé lo que pasó en el recinto de los monos ardilla", dijo el juez Bill Hastings de la Corte del Distrito de Wellington durante la sentencia de John la semana pasada. "Los monos ardilla lo saben. Usted dice que no pudo encontrarlos y yo no hablo su lenguaje [el de los monos].

"Lo que sé es que al amanecer todos los monos estaban angustiados, dos de ellos resultaron heridos y usted tenía una pierna fracturada, dos dientes rotos, un tobillo torcido y hematomas en la espalda".


Relacionados:


Según los informes, John le dijo a los cuidadores del zoológico que se había roto la pierna al saltar la cerca, pero que su intento de robarse un mono finalmente se vio frustrado por el hecho de que los monos no son sólo niños peludos con cola. Son acróbatas salvajes que le darán batalla cualquiera que deambule por su territorio sin anunciarse. Y en este caso, ese alguien también resultó ser un criminal buscado.

La policía había estado persiguiendo a John por una serie de ofensas no relacionadas durante los últimos siete meses, incluyendo un ataque sin provocación a un hombre que esperaba en un semáforo, un ataque impulsado por el alcohol a una tienda de conveniencia y agresiones contra un oficial de seguridad comunitaria del Concejo Municipal de Wellington y un residente de un albergue nocturno que se negó a darle cigarros, informó el New Zealand Herald.

El juez Hastings lo sentenció a dos años y siete meses de prisión por el intento de robo del mono y la ola de crímenes previa. El juez señaló que de haber atrapado al mono, el sujeto de 23 años habría puesto la vida del animal en peligro, así como a la comunidad en general con un riesgo biológico en el caso de que uno de los monos lograra escapar.

Los monos ardilla son una especie en peligro de extinción que normalmente crece alrededor de 35 centímetros y no pesa más de 1.1 kilos. Tienen la mayor proporción de masa cerebral en proporción con su cuerpo de todos los primates, viven juntos en sistemas de apareamiento polígamos y han sido descritos como "primates pequeños y nerviosos".