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A los donantes millonarios de la campaña presidencial de EEUU no les gusta Trump

Algunos de los donantes que más dinero están invirtiendo en la carrera presidencial estadounidense no solo han despreciado la posibilidad de contribuir a la campaña del líder republicano, sino que también le han criticado sin tapujos.
Imagen por Michael Reynolds/EPA
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Donald Trump no gana para disgustos en los últimos días. El magnate del pelo implantado sigue sacudido por la marea levantada por la primera pifia garrafal de su campaña — vaya, si es que se puede describir como pifia garrafal insultar a una familia desconsolada que ha perdido a un ser querido.

Por si fuera poco, Trump también se está perdiendo mucha ventaja respecto de Hilary Clinton en cuanto a la recaudación de fondos para su campaña.

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Después de sacar tanto pecho, parece que el exitoso y rico empresario inmobiliario convertido en candidato a la presidencia no está siendo capaz de persuadir a los millonarios para que aflojen la plata que necesita para financiar su proyecto.

Trump solo consiguió recaudar 51 millones de dólares en junio, cuando trabajó para el Comité Nacional Republicano en busca de donantes. Una cifra más bien tímida si se la compara con la que amasó en junio de 2012 Mitt Romney, un candidato que terminaría derrotado a pesar de haber logrado reunir 106 millones de dólares para su Comité.

El último en negarle su dinero ha sido el todopoderoso conservador David Koch: "Llegados a este punto, me siento incapaz de apoyar a ninguno de los dos candidatos", ha confesado Koch en los últimos días.

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Se trata de un síntoma preocupante para los republicanos, especialmente ahora que Hillary está recaudando dinero a espuertas gracias a los fondos de cobertura y a los Comités de Acción Política (los llamados PAC en sus siglas inglesas), reunidos bajo el paraguas Citizens United, la sentencia que permitió que las campañas políticas puedan ser financiadas por empresas privadas en Estados Unidos.

El último gran pez gordo que la candidata demócrata ha sumado a su cuenta ha sido Warren Buffet, quien se refirió a Trump en términos burlescos durante un mitin celebrado el lunes. Buffet insinuó que el multimillonario y xenófobo candidato es una evasor de impuestos.

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"Yo pagaré mis impuestos, él también puede pagar los suyos", aseguró Buffet. "Y luego dejemos que la gente nos pregunte sobre lo que hemos declarado".

El siguiente de la lista de Hillary es el emprendedor, presentador de un reality televisivo y propietario del equipo de baloncesto Dallas Mavericks, Mark Cuban, quien se alineó con Hilary durante un mitin celebrado el pasado fin de semana, en el que tachó a Trump de bruto e inepto.

"El liderazgo no consiste en alzar la voz, berrear e intimidar", señaló Cuban. "En Pittsburgh llamamos brutos a los que actúan así. ¿Existe alguien más bruto que Donald Trump en todo el planeta?", se preguntó.

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Por último, otro que quizá no sea tan millonario, pero que puede presumir de tener más fans que cualquier ricacho es Leonardo DiCaprio. El último ganador del Oscar a la mejor interpretación masculina se habría comprometido a presentar un evento privado para la campaña de la demócrata a final de este mes. Las entradas se venderán a 33.400 dólares por cabeza.

Donald Trump se ha negado a respaldar la campaña de reelección del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ni la del senador John McCain, los dos más altos miembros republicanos en Washington, agrietando aún más las divisiones en el partido.

Clinton, que ya ha prometido orquestar un reforma del sistema de financiación de las campañas, por mucho de seguirles sacando cantidades obscenas de dinero a los mismos millonarios a quienes pretende cortar el grifo, compareció el sábado en un mitin.

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La candidata demócrata se dirigió a la muchedumbre que la aclamaba acompañada por Mark Cuban, el dueño de los Mavericks, y proclamó que su misión no era otra que encargarse de que los ricos paguen la parte que les corresponde.

Y remató su discurso con un significativo:

"Lo siento, Mark".

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