Vea aquí todo nuestro cubrimiento de Rock al Parque 2017.Durante las últimas 24 horas, una cantidad indeterminada de personas se ha lanzado en un viaje que, para los rockeros, metaleros, punkeros y otros frutos exóticos de la provincia colombiana, es casi como una peregrinación a La Meca. A pesar de haberse convertido en sinónimo de polémica e inconformismo entre el público capitalino, Rock al Parque sigue siendo uno de los festivales más grandes del continente y atrae a mechudos de las cuatro esquinas de este país.
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La mañana del sábado 1 de julio, a pocas horas del arranque del festival, me senté a hablar con William Sterling, un metalero caleño que desde hace 12 años organiza eltour Highway to hella Rock al Parque. William compartió con nosotros algunas lecciones de más una década de viajes al festival.Cada año, en la primera semana de mayo, los bogotanos esperamos ansiosamente la publicación del cartel del festival gratuito más grande del país… Pero para criticarlo. Ya sea porque se incluyen géneros distintos al rock, porque no llegan los artistas esperados, o porque sí. Todos los años hay un ralle con el cartel."Valoren lo que tienen ", me dijo Wiliam, mientras acomodaba sus cosas en el hostal que reservó para las próximas dos noches. "Nosotros en el bus nos hemos venido con gente de Buenaventura, de Popayán, de Pasto, de Tuluá. En todo el suroccidente de Colombia hay una escena metalera que tiene que viajar para ver a estos artistas", dijo.Que a los rockeros de otras partes todavía les trame el festival lo suficiente como para alquilar bus no significa que sean ajenos al debate que existe desde hace un tiempo por la calidad del cartel.Tanto William como sus compañeros de viaje, dicen que Rock al Parque ha perdido fuerza. Y la pérdida de nombres de peso en el cartel se ha visto reflejada en la convocatoria de este año. "Póngale que hace cinco años veníamos entre siete y diez buses. Esta vez vinimos solos dos, y eso que nos tocó juntarnos con el parche de Armenia para llenar el segundo", nos dijo.
"Valoren lo que tienen, rolos"
"Eso sí, Rock al Parque no es lo que era"
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"Muchachos, lleven moño"
"No fritarse demasiado en el viaje"
Advierte que es importante arribar al destino con al menos cuatro de los cinco sentidos prendidos. Y nos da dos razones: primero, para no terminar hospedados en barrio Santa Fe, como les pasaba antes, y segundo, para tener gasolina suficiente que aguante los tres días de concierto que aún hay por delante.
"Los rolos son fríos, pero no en Rock al Parque"
Si se encuentra con William y su parche en Rock al Parque, compártale un poquito de su dosis. Sigan todo nuestro cubrimiento del Festival por aquí.